Día: 26-01-2014.
Lugar: Trevías
(Valdés-Asturias).
Distancia: 10 Km
(homologados).
Tiempo: 51:54 (Oficial
52:04).
Precio: 12 Euros.
Comentario:
¡Por fín!.. Después de
dos años pude conseguir volver a esta carrera, a la cual le tengo “un cariño
especial” ya que fue mi debut hace 24 meses en el tema del running y de las
carreras populares y hasta la fecha no había podido volver por el tema físico
principalmente, así que para el concejo de Valdés me fui, concretamente a la
localidad de Trevías.
Así que desde hacía
meses y antes que comenzara el periodo de inscripciones, esta carrera ya la
tenía en mente y tenía programado que a finales de enero un fin de semana
estaría reservado a la misma si no surgía ningún imprevisto que en mi caso y
conociéndome nunca se sabe.
Cartel de la prueba.
Peroooo…. ese posible imprevisto no me iba a defraudar en su visita y el mismo iba
aparecer algunos días antes en forma de gripe, así que desde tres o cuatro días
antes de la carrera ya me iba sintiendo con una cierta debilidad en progresión
hasta que finalmente el viernes por la noche ya decidí meterme en cama y
esperar a ver si recuperaba durante todo el sábado y así poder asistir a la
carrera el domingo aunque no fuera del todo en las condiciones mas idóneas para
correr (“sarna con gusto no pica, según dicen”).
Me temía en algunos
momentos del viernes por la noche, como la gripe me iba a fastidiar la carrera
de este día.
Iba en este día por
decirlo así “cuesta abajo” en cuanto al tema físico, tanto que si la carrera
hubiera sido el sábado seguramente no hubiera podido acudir tal como me iba encontrando
de fuerzas y encima con la sensación del estómago vacío.
Pero lo que es la vida,
al final estaba tan obsesionado con esta carrera que el viernes por la noche,
en uno de mis pigazos soñé con la misma y conmigo corriendo en ella o por lo
menos corriendo por las calles de una población que en el sueño yo catalogaba
como la carrera de Trevías.
Durante el sueño, ¡Qué
angustia por Dios!...
Comencé la carrera que
al parecer consistía en dos vueltas por el pueblo y a medida q iba corriendo me
iba adelantando todo cristo hasta el punto que llegó un momento que en esta
carrera virtual miro para atrás y veo a una chica que me adelanta y detrás de
ella estaba el coche escoba con una especie de banderín rojo apurando a los más lentos.
Durante todo el sueño
era consciente de mi posición. Yo intentaba correr pero cuanto más corría más
se acercaba el famoso coche escoba, sintiéndome acosado por el susodicho coche
escoba y una especie de carromato que debía hacer las veces de ambulancia.
Todo esto, la verdad,
me hacía sentir angustiado y cansado durante todo el tiempo que duró el sueño.
Así que llegó el final
de la primera vuelta y de repente cuando miro para atrás y estaba intentando
incrementar todavía más el ritmo para que no me atropellaran (“parecía que iba
a ritmo de un paso pa lante y dos pa tras”), no sé como pero desperté del
maldito sueño.
Lo primero que sentí
fue una mezcla de angustia, ansiedad y alegría, siendo ésta última por descubrir
que la mala experiencia se había quedado en lo que había sido, un sueño y que
todavía me quedaba un día para poder recuperarme e iba a hacer todo lo que
fuera posible para recuperarme lo más pronto posible y el tema era que “lo más
pronto posible” se reducía a poco más de 24h.
Así que durante casí
todo el día del sábado decidí permanecer en la cama, tomando mucho líquido y a
tratamiento con una medicamento que a mí me suele ir bastante bien cuando me da
la gripe o veo que me quiere dar, como es el Efferalgán.
El viernes había cenado
pizza y aún así me notaba débil con la sensación de vacío en el estómago, así
que durante el sábado, tanto para la comida como para la cena lo que comí fue
básicamente pasta para ver si llenaba algo el organismo de hidratos de carbono,
tan necesarios para correr.
Al final salí de la
cama el sábado en torno a las 19h, notándome en esos momentos bastante mejor
que un día antes cuando decidí acostarme, así que por lo menos estaba mejor a
nivel físico y también más animado que la tarde anterior ya que veía mi
participación muchísimo más clara que 24h antes.
La noche del sábado decir
que no pegué mucho ojo ya que me había pasado bastantes horas del día anterior durmiendo
y eso me estaba pasando factura.
Lo bueno era que me iba
sintiendo con buenas sensaciones en cuando al dolor de cabeza, así que tras
unos cuantos pigazos (esta vez sin correr ninguna otra carrera, gracias a
Dios), me levánte a las 08h del Domingo dispuesto a prepararme para ir a correr
la séptima edición de esta carrera.
Decir que para
desayunar tomé un zumo de naranja y un plato de pasta con un plátano troceado y
tras los oportunos preparativos, pillé el coche a las 09h15 y puse rumbo a
Trevías llegando al pueblo sobre las 10h30 (esperé un cuarto de hora en la cuneta
aparcado a que viniera en otro coche Raquel y una compañera llamada Mariane, la
cual iba a disputar su primera carrera de 10Km).
Aparcamos sin problemas
los coches muy cerca de la salida y tras recoger los tres los dorsales (el 203
me tocó), pusimos rumbo junto a mi mujer, a tomar en un bar el habitual café
(en mi caso con bayles) para que me alterara un poco el organismo y así poder
correr algo más rápido y con menos sensación de fatiga (jajajajajaja, me río yo
de esto último que acabo de poner en cuanto a la disminución de la fatiga en
este día….).
Tras el café, nos
fuimos hasta los coches para poner los dorsales y ponernos en plan para
calentar.
En esta ocasión no
calenté mucho.
Trotamos, saliendo tras
recorrer unos centenares de metros a la carretera general.
Un par de vueltas,
parada en el baño de las chicas y
rápidamente nos fuimos a la salida ya que faltaban aproximadamente cinco
minutos cuando nos aproximamos a dicha zona.
Foto de los tres antes
de comenzar la carrera.
Nos situamos sobre la
mitad del pelotón de corredores y se agradeció mucho la poca espera que tuvimos
que hacer para que nos dieran la salida.
Pero antes de seguir
con el relato, fotos del circuito de la prueba y del mapa de la zona de la
salida.
En cuanto al tiempo ya
que no he mencionado nada, decir que estaba un día con una temperatura muy
buena para correr, en torno a los 15 grados y parcialmente soleado.
Pues estábamos en la
salida y sonó el pistoletazo que daba vía verde para que empezáramos a correr.
Tras el disparo tardé
unos 10 sg en cruzar la línea de salida, puse el crono y fui adelantando
algunas unidades del grupo de corredores.
Tenía buenas
sensaciones (acababa de empezar claro, cómo pa no…) y tras el corto repecho del
puente sobre el rio Esva, que noté un poco en las piernas, la carrera daba un
giro a la derecha para ir en ligero sentido ascendente en busca del primer km,
a las afueras del pueblo.
Me notaba bien, iba
ligero y a buen ritmo. No tenía mucha idea qué ritmo llevaba pero estaba a
gusto con él, aunque quizás sabía que era un poco más elevado del que suelo
emplear habitualmente al inicio de las carreras.
Pero aún así seguí
corriendo al mismo ritmo y de repente cuando apareció el panel del 1º Km veo
que llevaba un tiempo de 04:4O.
Foto con cara de
velocidad de crucero en pleno esfuerzo.
Puffffffffffff,
“demasiado alto para mí” pensé para lo que yo hubiera pretendido para ese
primer km, pero yo seguía en mi plan de no aminorar la marcha.
Me encontraba bien y nada más pasar ese primer km, tocaba cambio
de dirección y tomar la carretera en sentido descendente que me iba a llevar
hasta la zona donde estaba situado el panel del tercer km, previo paso por el
del segundo km.
La carrera entraba de
nuevo en el pueblo para salir del mismo por el norte y tras la última casa aparecía
el cartel del km 2.
Foto corriendo por el pueblo
(el corredor que se ve en la foto que me precedía más que correr parecía que
iba marchando)
Miré otra vez el crono
por curiosidad y vi un tiempo de 09:25. Pensaba, “Hostiaaa, de seguir así y
defender la ventaja que parecía estar ganando en esos dos primeros km y en los
venideros, podría estar por 48 ó 49 minutos aproximadamente, tiempo en el que
yo creo que podría correr actualmente.
Pero nada más lejos de
la realidad.
El ritmo era bueno, muy
alto para lo que estoy acostumbrado al empezar las carreras largas, así que iba
con la sensación de que se me iban gastando las fuerzas más rápidamente de lo
que me gustaría y pensaba “solo has hecho una quinta parte de la carrera y ya
tienes una pequeña sensación de cierto cansancio y te quedan todavía 8 km para
intentar defender este paso por km, así que no llegas ni de coña a meta como
sigas así”.
Pero una cosa es lo que
pensaba en el km 1, otra lo que pensaba en el km 2 y otra cosa, “la real”, que
el cuerpo me iba marcando y vaya si me marcó a mi paso por el km 3.
No recuerdo muy bien
del tiempo exacto de paso por el km 3, pero me parece que era un tiempo de
14:35 aprox.
Ahora en casa, estoy
pensando que cualquier día me llevo papel y boli para ir apuntando los tiempos
por km en alguna carrera que dispute y que me interese especialmente, ya que estando
en carrera me suelo acordar pero luego cuando estoy en casa me viene el
sindrome del Alzheimer y al quererlo plasmar en el texto se me acaban olvidando
los tiempos de paso por Km.
Lo que sí recuerdo es
que haciendo cálculos del tiempo de paso en los tres primeros km, en esos
momentos estaba por dejabo de los 5 minutos por km, pero sabía ciertamente que
el tercer km ya lo había realizado por encima de los 5 minutos y el tema no era
que hubiera bajado a propósito el ritmo para controlarlo mejor, sino que era el
propio el cuerpo el que me había bajado el ritmo producto ya del cansancio
acumulado producto de los tres primeros km.
El siguiente paso que
me esperaba era el del Km 4, situado en la recta de entrada al pueblo, la cual
se volvía ahora en sentido ascendente.
Aquí, en este tramo, lo
que más noté fue el viento en contra que hacía algo más lenta la carrera de lo
que me hubiera gustado. Si a esto anterior se unía que ya iba justo de fuerzas,
la conclusión estaba clara y corría plenamente consciente de que iba hacer otro
km por encima de los 5 minutos.
Creo que la pancarta
del cuarto km no la vi o si la vi ni me acuerdo ya que iba corriendo y mirando
para el asfalto. No quería ver la larga
recta de entrada al pueblo, así que supongo que igual se me pasó.
Iba pensando y
calculando el tiempo que podía hacer a mitad de carrera, en el km 5 situado en
la entrada al puente del Esva por el que había salido al inicio de la carrera.
Yo seguía con mi correr
cansino y en el paso por mitad de carrera se agradecía la gente animando a los
corredores agolpada en las aceras.
Miré el crono a mitad
de carrera y llevaba unos segundos por encima de los 25 minutos.
En este momento y
viendo el tiempo que llevaba ya sabía que no iba a mejorar la marca de unos
49:50 realizada hace dos años en esta misma carrera.
Si tengo que ser
sincero, esto ya lo sabía desde hacía un par de km, pero sentía curiosidad por
el tiempo de paso intermedio de carrera.
Así que entonces para
motivarme un poco para el resto de la carrera y viendo que iba bastante
jodidillo, lo que hice fue pensar en algún objetivo menor para motivarme como
digo para los km venideros.
Primero, el objetivo
que pensé fue bajar de 55 minutos ya que sentía que tal como iba, igual
peligraba hasta el bajar de dicho tiempo.
Pero llegó entonces la
siguiente reflexión (que conste en acta que todo esto iba pensando mientras iba
corriendo) y era que iba a intentar mejorar la marca realizada en el año 2013
en Gijón en la distancia de 10 km homologados con un tiempo de 52:06.
Por lo menos era éste
un objetivo que me motivaba bastante más que el anterior que había pensando,
así que intenté en la medida de lo posible no ir perdiendo mucho tiempo a lo
largo del paso por cada Km.
Tras el paso por el km
5 la carretera seguía en su línea ascendente hasta dar de nuevo con el cambio
de dirección que ya había realizado en el inicio de la primera vuelta tras el
paso por el primer km.
Si en la primera
vuelta, el giro lo había dado con una cierta rapidez, incluso casi saliendo por
la cuneta, en esta segunda vuelta, este giro se había vuelto muy cansino, ya
que me iba simplemente dejándome llevar producto del cansancio de las piernas y
del ya intento fallido de bajar de los 50 minutos.
Se agradecía este
cambio de dirección ya que la carretera se volvía de nuevo en sentido
descendente, aunque tengo que decir que yo en esos momentos apenas notaba si
era ascendente o descendente el tramo por el que iba corriendo.
De nuevo rumbo hacia
las casas del pueblo y me esperaba el siguiente tramo de un par de km en
terreno que más favorable para las piernas.
Algunos aplausos
sueltos por el paso por el pueblo y ya algunos centenares de metros cruzándome con
parte del pelotón disgregado (unos volviendo ya y otros, que íbamos todavía).
Me acuerdo poco después
de mi paso por el km 6, que a lo lejos se oía en la zona del campo de fútbol a
través de la megafonía la entrada de los primeros y yo pensando “¡A mi me
quedan todavía 4 km y los primeros ya están entrando”!.
Yo seguía corriendo con
mi cansancio a nivel físico y con el objetivo, por decir algo, que me había
propuesto para acabar la carrera con una cierta “satisfacción personal”.
Así que tocaba otra vez
el tramo descendente que por lo menos no me castigaba tanto como el tramo de la
carretera en el sentido opuesto ya que en este el viento no tiraba en contra de
uno y “tan solo” había que lugar contra el desgaste de uno.
En seguida llegó la
zona del km 7 y entonces no se cómo ocurrió pero aquí tuve una pequeña
recuperación en mi carrera y noté como incrementaba algo el ritmo en relación
con el ritmo que había llevado en los km anteriores.
Y así llegó la curva
donde debía estar situada la pancarta del km 8, la cual no vi ya que supongo
que debía estar tirada por el suelo debido al viento.
Aquí, por algunos
centenares de metros, todavía mantuve el ritmo, pero enseguida llegó de nuevo
la recta donde tiraba un viento en contra que me impidió “conservar” la
velocidad a la que iba y encima me obligaba a desgastarme más en mi avance y en
mi lucha contra el mismo.
Por lo menos sabía que
era poco más de km y medio lo que me quedaba y pensaba que descontando esos
últimos 300-400 metros previos a meta, bastante favorables, lo que me tocaba
sufrir era solo otro km.
Con estos pensamientos
me fui aproximando al desvió hacia el campo de fútbol del Trevías y mirando de
vez en cuando el crono para ver cómo iba de tiempo.
Había momentos en los que mirando el reloj tenía
dudas de si podría bajar el tiempo marcado, ya que el crono parecía avanzar más
rápido de lo deseado, no así mis piernas que parecían ir a un paso cada vez más
cansino y mi respiración que iba notando bastante fatigada.
Por lo menos me servía
de liebre un corredor que iba unos 10-15 sg mas adelante que yo y así iba
corriendo algo más entretenido en mis pensamientos sobre la carrera, sobre el
cansancio y sobre las circunstancias y errores de la carrera cometidos.
Y así torcí a la
derecha para ir en busca del puente y de la zona de la llegada.
Viendo el crono iba más
que apurado por el tiempo, así que incrementé lo que pude el ritmo para
intentar conseguir mejorar la marca del año pasado.
Pensaba que si por lo
menos mejoraba dicha marca, la carrera me dejaría buen sabor de boca en cuanto
al tiempo conseguido, aunque esto no fuera del todo cierto.
Y así enfoqué la recta
de meta donde “sprinté” si se puede decir así, “a mi manera”, para ganar esos
segundos al crono que llevaba y acabar con un tiempo oficial de 52:04, pero
real de 51:54.
“Sprintando a la
llegada”.
A meta no llegué fatigado, sino lo siguiente. Cualquiera que me
viera en mi estado hubiera podido pensar que había batido el record del mundo
por el estado en el que había llegado.
Nada más cruzar la
meta, a los pocos metros me paré, indicándome algún miembro de la organización
que siguiera unos metros para no entorpecer la llegada del resto de corredores
que quedaban por entrar.
Anduve esos metros y
nada más que vi un banco, para allá me fui a sentarme y recuperarme del estado
lamentable en el que había llegado.
Un día después y viendo
el video de la llegada, he podido observar las condiciones renqueantes en los
primeros pasos tras cruzar la línea de llegada.
Después de intercambiar
unas palabras con algún corredor, fui a entregar el chip de la carrera, a
recoger la bolsa de la carrera (que contenía una esterilla, un cepillo de
dientes, un gorro, un vale descuento para un balneario y un actimel) y a por la
bebida (acuarius) para reponer líquidos.
Aunque “sufrí” mucho
más de lo que tenía pensando para estar carrera y a pesar del tiempo realizado,
me prestó el participar de nuevo en la misma.
Unos minutos después
llegarón Raquel y Mariane, ambas muy satisfechas con la carrera realizada y con
Raquel muy entera de fuerzas según me comentaba.
Los tres a los pocos
minutos de llegar a meta.
Como siempre, buen
ambiente correndero en Trevías y agradecer el detalle por parte de la
organización y de los vecinos el preparar bebidas calientes más toda la
cantidad de comida (tortillas, empanadas, bollos preñaos, pastelillos diversos,
embutido, queso…) con el que obsequieron a los corredores participantes y al
público presente.
Foto del buffet
mencionado que preparan los vecinos todos los años y el menda con el chocolate
caliente que presta por la vida.
Como alguna otra nota
curiosa, decir que a Mariane y a Raquel les hicieron una pequeña entrevista por
parte de la organización y contestaron algunas preguntas que se oyeron a través
de la megafonía por toda la zona de meta.
En cuanto a las
conclusiones de esta carrera, decir un par de ellas como el haber tenido que
calentar más tiempo de lo que lo hice en esta carrera y luego el error en la
táctica de carrera al empezar con un ritmo demasiado elevado en los primeros km
que luego se vio que me pasó factura el resto de la carrera.
Y como motivo principal
para que la carrera no me hubiera salido tal como tenía planeado fue la gripe
que me tumbó por un día en la cama, aunque es verdad que ya me tenía renqueante
desde hacía algunos días.
En cuanto al ritmo, quizás
me contagié un poco del ritmo que llevé en las últimas carreras del año pasado,
como la de Castrillón, la S.Silvestre Angulera y la de Gijón, las cuales eran
carreras más cortas y que se dejaban correr a un ritmo superior al de esta de
los 10 Km.
En esta ocasión no me
duché en las instalaciones habilitadas por la organización, ya que al ir a
comer con mi hermana, decidí ducharme en la cabaña.
Como digo, comimos con
mi hermana y tras alguna que otra hora de conversación, llegué a casa en torno
a las 19h30.
Ahora a por la próxima
que será dentro de siete días en Lugones, la I Edición de los 10 Km de dicha
población y la siguiente, la tan esperada media maratón de Llanera, pero esa ya
son palabras mayores.
Algunos datos numéricos
de la carrera serían.
Estábamos apuntandos
359, de los cuales acabaron 326.
Quedé en el puesto 265
en la general y en categoría masculina en el 238.
En mi categoría, V40M,
el puesto de 48 de 55.
Resultados:
http://www.championchipnorte.com/resultados-externos/atleta/id/536/dorsal/203?c=PRUEBA ABSOLUTA. DISTANCIA: 10000 M
Dorsal | Nombre | Apellidos | Localidad |
203 | JOSE MANUEL | MARRAS RODRIGUEZ | OVIEDO |
Puesto Gen. | Tiempo Oficial | Tiempo Neto | Club |
265 | 00:52:04 | 00:00:00 | |
Categoría | Sexo | | |
VETERANOS 40-44 MASC | Masculino | | |
DISTANCIA | 10000 M |
RITMO | 0:05:13 |
PUESTO SEXO | M- 238 |
PUESTO CATEGORIA | V40M- 48 (DE 55) |