Día: 09-03-2014.
Lugar: Llanes.
Comentario:
Seguía el fin de semana
con un tiempo casi veraniego, así que como no quería ir de ruta senderista o
montañera, al final me decidí por hacer una ruta con el coche en busca de
algunas de las playas desconocidas para mí del concejo de Llanes, algunas
catalogadas como monumentos naturales de la comunidad.
Acompañado entonces por
la mujer, pillé el coche y me dirigí a la primera de las playas que tenía en
mente, la playa de Gulpiyuri, joya de la costa asturiana que aunque parezca
increíble nunca había visitado.
Para dar con esta playa
me tuve que salir unos km antes de Llanes, concretamente en el desvío hacia el
pueblo de Naves, donde tras dar alguna pequeña vuelta con el coche pude por fin
localizar el acceso a dicha playa.
Enlace con la
información de la playa en Wikipedia.
“La Playa
de Gulpiyuri es una pequeña playa situada al norte del pueblo de Naves, a mitad de camino entre Ribadesella y Llanes (Asturias, España), que fue declarada monumento natural el 26 de diciembre de 2001. Solo se puede acceder caminando desde
la playa
de San Antolín o desde Naves y su aislamiento ha
permitido la relativamente buena conservación de esta pequeña y delicada joya
natural.
La profundidad y el tamaño de la zona de
agua no permite más que poder remojarse tumbados, pero está bien protegida del
viento.
En una costa acantilada de roca caliza el mar fue creando una cueva hacia el interior y el fondo de la cueva se hundió, (un
fenómeno kárstico conocido como dolina), dejando un hueco circular de 50 m de diámetro a escasos 100 m de la costa.
Este hundimiento sigue
conectado con la costa y entra el agua de mar, notándose también las mareas y disponiendo de una playa de fina arena.”
Dejé entonces el coche
tras cruzar el puente sobre la autovía en una especie de pista de tierra y tras
caminar aproximadamente unos 5 minutos, ya apareció ante mí la primera playa
del día en cuestión, la playa anteriormente mencionada de Gulpiyuri.
Primeras imágenes de la
playa.
Pequeño video de la
playa.
Por un sendero me dirigí
a la parte cimera del murallón kárstico que separa esta playa de la entrada del
mar.
Se podía oír con toda claridad
como el agua penetraba en las entrañas de las rocas hasta llegar a dicha playa
e intentaba imaginarme por momentos lo que podía ser dicho lugar en momentos de
temporal como los sufridos en la región semanas atrás.
Vista de los acantilados
de esta zona de la costa con la Sierra del Sueve al fondo.
Y desde la parte alta de
los acantilados, vista de la playa y de la abertura de la misma, un poco más
cercana a la línea costera, desde donde se podía oír con una cierta claridad el
sonido del agua en los pasos subterráneos hacia la playa.
Aunque en la foto no se
ve con mucha claridad, se podía observar el guapo contraste del verde de los
prados circundantes de la playa con los Picos de Europa nevados al fondo de la
imagen.
Tras esta primera visita
del día, los pasos siguientes iban dirigidos a conocer otra playa por la que he
pasado en sus cercanías multitud de veces, pero que nunca me había dado por visitarla,
la Playa de San Antolín, playa situada a una distancia aproximada de 1km de la
primera de la jornada.
Información de la
Wikipedia sobre dicha playa.
Es la mayor playa del concejo con 1200 metros de longitud. Es un playa seminatural,
recta de arena fina y grava abierta al mar Cantábrico.
Es de peligrosidad alta debido a que da a
mar abierto y tener fuerte oleaje.
Primeras imágenes de la
playa nada más llegar.
En dicha playa había una
especie de chiringuito desde el cual salía un sendero que ganaba unos metros al
nivel del mar en dirección a un saliente rocoso, así que nada más que vi dicho
saliente, ya sabía a dónde me iba a encaramar para sacar alguna que otra foto
del entorno.
Panorámica de la playa
desde la zona del saliente mencionado y alguna imagen de algunos acantilados
erosionados por el oleaje en el tiempo.
Video de la playa.
Tras la visita a esta
playa me dirigí con el coche unos 20 km dirección Santander para llegar a una
playa ya conocida del año pasado por el menda, la Playa de la Franca situada en
el concejo de Ribadedeva.
Esta playa es la más
oriental de Asturias y su nombre parece derivar de la Edad Media.
En aquellos
tiempos en los puertos de Llanes y San Vicente, las mercancías debían
desembarcarse obligatoriamente cinco leguas al este y oeste.
Esta playa por quedar
justo en medio de ambos puertos y fuera de su radio de influencia, era aprovechada
por mercaderes que desembarcaban sus mercaderías “francas de alcábala” o lo que
es lo mismo, libres de impuestos, con el consiguiente disgusto y protesta de
los dos puertos.
Durante la pleamar se
convierte en una auténtica piscina natural, siendo muy segura para el baño.
Con la bajamar se
descubre un amplio arenal y se forman pequeñas calas ricas en pesca, alcanzando
la arena una superficie de 73.000 metros cuadrados con un frente de 260 metros
cortado por la desembocadura del río Cabra.
Imagen de la playa.
En la playa está situado
el Hotel Mirador de la Franca, el cual tiene bastante buena pinta.
Pues tras esta breve
visita a la playa anterior, pillé de nuevo el coche y volví sobre mis pasos en
busca de una playa “estilo de la de Gulpiyuri”, también declarada como
Monumento Natural, la Playa de Cobijeru, situado en la zona del pueblo de
Buelna en el concejo de Llanes.
Nada más aparcar el coche
en una especie de plazoleta situada al lado mismo de la carretera general y al
poco de empezar a caminar, lo primero que me llamó la atención fue la iglesia
del pueblo.
Hacía ya más de una
década que no visitaba dicha playa y su entorno. Me acuerdo que a finales de
los 90 en una época en la que estábamos bastante en plan explorador con el
coche en Asturias, nos acercamos a conocer dicha playa en verano, pero cuál fue
nuestra sorpresa que nada más llegar a la altura del pequeño arenal, vimos
alguna tienda de campaña con gente estilo “hippie” en el exterior, así que por
si acaso la visión de la playa “fue un visto y no visto” ya que decidimos
escapar de la zona no fuera que tuviéramos problemas con ellos y nos drogaran o
nos secuestraran, yo que sé lo que pensaría en aquel momento…
¡Eran otros tiempos claro
está y yo también era otro!.
El trayecto hasta esta
playa es un corto paseo de unos 10 minutos con un paso por debajo de las vías
del tren al poco de comenzar a caminar.
No me acordaba muy bien
de la corta ruta hasta esta playa y de pronto vi que el sendero acababa en un
prado cercado y en el que estaba un buen número de vacas y algún que otro toro.
Fue llegar a la portilla
de este cercado y de pronto todo el ganado paró de pastar y se nos puso a mirar
fijamente a los dos.
Yo no sé si en esos
momentos se estaban pensando en embestirnos o estaban diciendo que a dónde iban
esos dos, pero por si acaso intenté no pasar muy cerca del ganado, intentando
evitarlos en la medida de lo posible hasta que una vez que pasé el grueso del
rebaño ya me puse hacer alguna que otra foto de las diferentes cabezas de
ganado que estaba dejando atrás.
Cuando estaba intentando
sacar alguna foto de un toro y una cría, de repente veo que la cría se quiere
aproximar al menda, así que para evitar males mayores, desistí de seguir
fotografiando las diferentes cabezas de ganado y proseguí con el camino.
Algunas fotos del ganado
en cuestión.
Y al par de minutos de
haber dejado atrás el ganado, apareció ya la Playa de Cobijeru, situada en un
entorno algo más salvaje que la de Gulpiyuri.
Imagen y video de la
playa.
El sendero seguía en
dirección a la zona alta de los acantilados y con vistas hacia el Sur de la
playa en cuestión.
En esta parte del terreno
se encontraba alguno de los bufones de la zona y con ello también aparecía toda
la superficie del terreno peinada, como se puede ver, por el envite del agua cuando estas semanas
atrás la misma salía por la boca de estos bufones.
Tras dejar esta corta
zona cómoda de andar, se llegaba a la zona kárstica, ésta más dificultosa para
el avance ya que tenía piedras y rocas muy afiladas, dando ya esta zona vista a
los acantilados de esta parte de la costa.
Se veía también desde
esta zona Kárstica una apertura en el terreno donde se veía continuamente como
el agua entraba una y otra vez en busca de la playa, la cual estaba situada
unas decenas de metros tierra adentro.
Atravesé esta zona
Kárstica buscando una salida en dirección Oeste en forma de pista.
Foto de la zona, al
Oeste, por la que saldríamos de esta zona de acantilados.
Pero antes de llegar a la
salida, me tomé la libertad de observar la playa desde su parte Oeste, con las
dos zonas claramente diferenciadas de la misma.
Un par de fotos de estas
zonas con una primera en la que se ve el agua inundando una de ellas.
Y en la segunda el agua
desapareciendo de la misma zona que en la primera foto se ve inundada de agua.
Foto con zoom de la zona
de la propia playa lindante con el pedrero.
Foto de la otra zona con
la parte kárstica en el tramo superior de la cavidad por la que entraba el mar
de manera continua.
Continuamos con el paseo
y antes de emprender el camino de regreso al coche me dio por arrimarme a los
acantilados desde los que pude apreciar la puerta de entrada del mar hacia la
zona de la playa.
En dicha zona aparecía un
bufón al que me asomé y aunque el mar estaba en calma, por el mismo salía un
fortísimo aire que en cuanto me puse a su altura si que se dejaba notar de
forma notable.
Foto del bufón.
Abandoné entonces esta
zona, dirigiéndome ya por pradería y luego por pista hasta el pueblo de Buelna.
Al poco de iniciar la
marcha, así veían algunas de las casas del pueblo.
Al coche volví dando un
pequeño rodeo por el pueblo, sacando algunas fotos de las construcciones del
mismo, entre ellas una primera de una especie de palacete rural.
Llegamos entonces al
coche y en el breve paseo por el pueblo pude ver algún cartel indicativo de la
playa del pueblo, así que como no la conocía me decidí acercarme para subsanar
dicho desconocimiento.
Tres imágenes de la Playa
de Buelna, la cual me pareció bastante segura en pleamar, aunque es verdad que
en la playa, arena, arena como que no había mucha.
Video de esta playa.
De nuevo al coche y ahora
me iba acercar a una zona ya conocida por mí pero que cada vez que me acerco a
Llanes es casi visita segura.
En esta zona hay un mirador desde el que se pueden apreciar dos playas de las más guapas de Asturias, la de la Ballota y la de Andrín y el mirador mencionado recibe el nombre de Mirador de la Boriza.
En esta zona hay un mirador desde el que se pueden apreciar dos playas de las más guapas de Asturias, la de la Ballota y la de Andrín y el mirador mencionado recibe el nombre de Mirador de la Boriza.
Quizás este mirador es de
los dos o tres lugares de Asturias que más me gustan para disfrutar de las
vistas de la costa y de la montaña y al que se llegá con el coche casi a su
pie.
Tras una breve caminata
de cinco minutos se llegaba al mirador en cuestión y al poco de comenzar a
caminar ya se veía a la izda la Playa de La Ballota con el famoso islote,
llamado “El Castru La Ballota”, que separa esta playa de la Playa de Andrín.
Esta Playa de La Ballota,
tiene una longitud de 350 metros y la misma tiene una peligrosidad alta (quizás
es por lo que nunca he estado en la misma) y para llegar a la misma hace falta
bajar por una pista de tierra de 1,2 km
, careciendo de apenas aparcamiento para dejar los coches.
Decir que al parecer hay
una parte de esta playa que nudista.
Foto de la Playa de la
Ballota con el islote “El Castru La Ballota” y un corto tramo de la pista de
descenso.
En un placentero caminar
se llegaba al mirador.
Ahora que pongo esto
estoy viendo que se me olvidó fotografiarlo, quizás debido a que ya son
incontables veces las que lo he visitado y el mismo no me pilla de sorpresa
aunque es verdad que cada vez que acudo a su llamada disfruto como un enano con
sus vistas del mar y de la montaña.
Y la segunda playa que se
podía ver a la perfección desde el mirador, la Playa de Andrín, la cual hace
años si que visité.
Esta playa es más pequeña
que la anterior, teniendo ésta una longitud de unos 240 metros.
Recuerdo que se bajaba a
la misma por un corto tramo de pista y esta playa como la anterior se pueden considerar como peligrosas debido al fuerte oleaje y a las corrientes.
Y ahora algún video de la
playa.
Pero he puesto las vistas
al Oeste y al Este desde este mirador, pero me falta una, también muy llamativa
y es la vista Norte desde la que se puede ver el islote en cuestión y la
inmensidad del mar.
Siempre me ha llamado la
atención esa especie de saliente rocoso coronado por una especie de pradería,
el cual separa ambas playas y en el que siempre me he imaginado construyendo
una casa rural para disfrutar de las vistas del mar en ese punto.
Video de las vistas desde
el mirador en cuestión.
Tras esta visita, de
nuevo tocaba coche y esta vez de regreso a Llanes se paró antes de llegar a
esta población en el pueblo de Cue para tomar algo en una especie de merendero.
Tras la breve parada para
tomar una clara y yendo de camino a Llanes, paramos en las afueras para ver la
Playa de Toró, playa en la que si que hay infraestructura turística.
Daba gusto visitar toda
esta zona de costa de Asturias en estas fechas ya que a partir de Semana Santa,
el turismo aumenta a mares por la llegada, sobre todo, de gente del País Vasco
y Madrid haciéndose insoportable visitar toda esta zona plagada de turistas.
Llegué entonces a esta
playa de Toró, donde me apeteció hacer otra parada para tomar en este caso un
café con hielo y bayles en una terraza situada al mismo lado de la playa.
Decir que esta playa se
caracteriza por tener una serie de pináculos rocosos que salpican parte de
la arena e interior de la concha y su
longitud es de unos 220 metros.
Es a su vez una playa
semiurbana y es ideal para ir en plan familiar. No se considera peligrosa para
nada.
Cuando acabé de tomar el
café me fui a caminar unos minutos por una especie de pasarela camino de un
mirador.
En el trayecto por este
paseo pude apreciar algunas vistas guapas de esta playa y de esta zona de la
costa de Llanes.
Video de la playa.
Pillé el coche de nuevo y
entonces ya me adentré en la que sea la localidad turística más importante de
Asturias, la localidad de Llanes.
Un video promocional de Llanes.
http://www.youtube.com/watch?v=XkPeFSEV0dg
Un video promocional de Llanes.
http://www.youtube.com/watch?v=XkPeFSEV0dg
En esta ocasión mi
primera visita en este día iba a ser para la zona del mirador del Faro del
pueblo.
Alguna vista desde este
mirador con el mar chocando contra las rocas y las montañas y el verde que te
quiero verde al fondo.
Si Asturias es única,
todavía lo es más cuando hay días soleados sin una nube contados como éste y
gracias a días como el presente se puede apreciar toda la belleza y todos los
contraste entre el mar y la tierra, entre el azul y el verde.
En la zona del faro,
había una especie de prado por el que me adentré unos metros y desde donde pude
disfrutar de la obra del artista vasco Agustín Ibarrola.
La obra en cuestión
recibe el nombre de “Los cubos de la memoria”.
Las pinturas están
realizadas sobre los bloques de hormigón que componen la escollera que sirve
para proteger el puerto de Llanes, siendo la visita a los mismos, visita
obligada cuando se pasa por esta zona de Asturias.
En esos momentos se
adentraba un yate en el puerto de Llanes, el cual (el puerto) me sorprendió en esta ocasión
ya que había una compuerta para proteger las numerosas embarcaciones que había
en el mismo, del oleaje (en ocasiones fuerte) del Cantábrico.
Como ya casi no había
mucho tiempo para hacer alguna que otra visita en condiciones, sin prisas, me
decidí aparcar el coche al lado mismo de la playa urbana de Llanes, la Playa de
El Sablón.
La misma tiene una
longitud de 100 metros y es de baja peligrosidad.
Lo malo de esta playa es la alta influencia de público por quedar situada en el mismo Llanes, quizás por ello nunca he estado sobre sus arenas.
Lo malo de esta playa es la alta influencia de público por quedar situada en el mismo Llanes, quizás por ello nunca he estado sobre sus arenas.
Encaminé mis pasos hacia
una especie de paseo con vistas al pueblo y a la playa.
Panorámica del pueblo y
en el que en este día descubrí una especie de fortaleza-ermita en la que nunca
me había fijado.
Y para despedirme de
Llanes, una visión de su playa a vista de pájaro o mejor dicho, “a vista de
periquito” (más bien por la altura que digamos...).
En resumen un buen día en
el que descubrí algunas zonas nuevas de la costa de Asturias y en el que hizo
un día como pocos hay en el año en mi tierra.
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