Día de la ruta:
13-04-2014.
Desnivel aprox: Sin
apenas desnivel.
Lugar de salida y
llegada: Isoba, pueblo situado a unos 6-7 Km dirección León tras pasar el Pto
S. Isidro.
Tiempo: 2h30.
Comentario:
Tras la ruta del día
anterior no quería meterme al día siguiente una ruta que me pudiera ocasionar molestias a nivel físico, así que pensando en alguna zona de montaña en la que
no me pudiera machacar mucho se me vino a la cabeza el hacer algo por la zona
del Pto S. Isidro.
En un principio había
pensado en subir el Pico S. Justo en la zona de Isoba, pero aunque eran tan
solo unos 600 metros de desnivel, estos metros me parecían excesivos para
meterme en esta jornada después de los casi 1.000 de desnivel del día anterior.
Por otra parte, aclara que mi máxima prioridad en
este año es el mundo del running, así que las salidas montañeras en estos meses
tendrán como objetivo fortalecerme para esas carreras que me pueda meter
durante el presente año, así que me cuidaré de no fastidiarla
metiéndome rutas seguidas que me puedan lesionar por el desnivel excesivo de
las mismas.
Dicho esto, la ruta de
hoy ya la conocía, así que no tiene mucho que contar, tratándose de un simple
paseo viendo algunas de las cascadas que forma el rio Isoba en esta época de
deshielo.
Lo primero a lo que se
me fue la vista nada más llegar al pueblo de Isoba fue el Pico S. Justo (1.958
m).
En este día renuncié a
visitarlo, así que tomé la pista que al poco tiempo se transformaba en sendero
y que me llevaría hasta las cercanías del río Isoba, viendo en todo momento el
que hubiera sido el objetivo del día.
Tras algo más de media
hora llegué a la altura donde estaba situado el puente que de cruzarlo hubiera
podido a ver el lago Isoba que estaba situado a unos 20 minutos.
Donde el puente estaba
situada una pequeña cascada en una zona donde por el verano me tengo bañado y
en la que se forma una guapa poza, viéndose al fondo el Pico Torres asomando.
Seguí caminando y me
llamó la atención una cascada en la que nunca me había fijado y que caía del
Pico S. Justo.
Algunas rápidos como
éste de la foto se iban formando a lo largo del río.
Llegué a un punto donde
me asomé a unas grandes piedras para ver desde arriba el recorrido del río con
sus numerosas cascadas.
Di entonces la vuelta
hacia el coche ya que quería ir a comer hasta el Bar de la Raya, situado en el
mismo Pto de S. Isidro, sacando esta foto del sendero con el Torres al fondo.
Un par de fotos con el
Pico Torres (2.104 m), pico estrella de esta zona de San Isidro.
Tras caminar unas 2h30
llegué al coche donde puse rumbo hasta el mismo Pto de S. Isidro para comer en
el bar situado en el mismo alto.
Ya había comido una vez
en dicho lugar y la verdad que aquel día había salido bastante mal dicha
experiencia, pero entre que tampoco me apetecía bajar hasta Felechosa y tampoco
hasta Puebla de Lillo a comer ya que quería dar luego alguna vuelta por las
urbanizaciones de la zona, decidí dar otra oportunidad a dicho lugar y si la
anterior vez había salido mal, esta salió mucho peor, así que esta vez ya me ha
servido para descartar dicho lugar para futuras comidas.
Me dio por comer una
ración de costillas, las cuales en cuanto a la cantidad vinieron cinco contadas
y en cuanto al sabor estaban como de haberlas pegado una segunda pasada por la
parrilla acompañadas con unas patatas fritas de las congeladas.
Tras la mala
experiencia gastronómica me fui a dar una vuelta por la zona, viendo las
diferentes construcciones y en las cuales me dio por sacar una foto de una que
siempre me ha llamado la atención.
A la vuelta paré en
Cabañaquinta a tomar el café con bayles habitual ya que en el Fundil estaba
abarrotado de gente.
Como anécdota decir que
estrené la variante de Cabañaquinta, la cual ahorra algunos minutos en el
trayecto hasta S. Isidro, lo cual se agradece.
Al final buen día y
sobre todo liviano para las piernas que era lo que quería.
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