Día: 17-05-2014.
Desnivel aproximado: +1.200 m aprox.
Lugar de salida y
llegada: El Fielato (Pto S. Isidro).
Tiempo: 8 horas.
Comentario:
Había transcurrido casi
un mes desde mi última salida montañera, a la Viorna en la zona de Potes
(Cantabria) y la verdad ya había muchísimas ganas en volver a pegarme otra
caminata, así que con la debida precaución para mis isquiotibiales pensé en qué
ruta podría hacer en este fin de semana en el que iba a hacer un tiempo soleado
y se me ocurrió ir a conocer el trayecto desde El Fielato hasta el Nogales y
luego hacer todo el cresteo de la Sierra del Ajo camino de la estación de esquí
de S. Isidro con la idea de ir regresando al coche descendiendo por la estación
de Fuentes de Invierno y el resto por la carretera del Pto S. Isidro.
Como es habitual en mí,
la ruta tuvo variaciones en el transcurso de la misma (como suelo decir es de
las cosas buenas que tiene el salir habitualmente solo por la montaña, que le
permite hacer a uno alternativas a la ruta inicial sin problema alguno), así
que al final solo hice una parte de lo que tenía pensando hacer ya que decidí
que la zona de la Sierra del Ajo la dejaría para mejor ocasión.
Esa zona de la sierra
mencionada la sustituí finalmente por la subida a un pico (El Chagarello) que
siempre que me acercaba a esta zona de Asturias me quedaba mirándolo desde el
coche pensando en si se podría subir ya que me parecía "inexpugnable" por el
abundante manto de árboles que lo rodeaban y la zona de caliza que lo coronaba,
así que para sorpresa mía en la última parte de la ruta, allí estaba yo junto a
su buzón y disfrutando de las ESPECTACULARES vistas de las caídas del Torres
hacia la carretera.
Foto del mapa con la
ruta realizada. (En azul el itinerario en la última parte que realicé para
subir este pico citado).
La semana anterior me
la había tomado de descanso forzoso ya que después de correr la Media Maratón
de Gijón y de correr otros 30 Km en tiradas largas los días posteriores, los
isquiotibiales cargados se me habían empezado a quejar diciéndome algo así como ¡Macho, ten cuidado
que te fastidiamos el resto de la temporada de running como te pases
machacándonos...!, así que como uno ha
aprendido a fuerza de lesiones a escuchar a su cuerpo, decidí tomarme esta
semana de relax en el tema deportivo y dejarlos descansar.
El sábado me levanté a
las 05h50 ya que quería empezar a caminar pronto como en mí suele ser habitual,
poniendo rumbo al concejo de Aller y a esta zona del Fielato, situada a 1.269 m
de altitud.
Me fastidió bastante no
poder parar a desayunar mi habitual cafetín con bayles, pero dadas las horas
por las que pasé por las poblaciones de dicho concejo, se puede decir que había
sido un poco ingenuo el pensar que pudiera estar algún paisano en un bar
esperándome con la cafetera encendida (¡Qué loco va tener abierto un bar en
esta zona para que otro loco tome un café con bayles antes de empezar a
caminar…!).
Empecé a caminar a las
07h45 desde El Fielato (me hubiera gustado empezar una hora antes, pero se me pegaron las
sábanas…), tomando entonces la ruta señalizada hacia la conocida Braña El
Gumial, braña que tengo que decir que el menda no conoce todavía.
Con una temperatura muy
fresquita, más bien fría, empecé a caminar en ligero descenso para tener que
cruzar a los cinco minutos el riachuelo a través de un peculiar quitamiedos que
hacía las veces de “puente”.
Transitando todavía por
zona sombría, así estaba a mi espalda el Torres deseándome que pasara un buen día.
A los pocos minutos ya
pude salir a zona soleada.
¡Qué ganas tenía ya de
ir acompañado del astro rey!, así que con algún grado más de temperatura fui
poco a poco avanzando por una ruta que tengo que decir que me sorprendió
positivamente por lo bien señalada que me la encontré en todo su itinerario.
Me iba a encontrar al
poco tiempo otro quitamiedos para salvar otro riachuelo nutrido por las aguas
de algunos de los neveros que todavía en estas fechas se conservan por las
alturas.
Un trío de imágenes de
este paso.
Llegué entonces a la
bonita majada de Brañarreonda, lugar en el que se respiraba un ambiente de
absoluta tranquilidad, sobre todo a esas horas.
Algunas fotos de las
cabañas de este lugar.
Tranquilamente y viendo
cada poco las señales del recorrido fui avanzando en dirección hacia la Collada
Beldoso o Vildoso, situada a 1.582 metros de altitud.
Vista de dicha collada
desde la cómoda pradería por la que fui acercándome a la misma.
En mis pasos hacia esta
collada era inevitable alzar la vista para un pico, el Chagarello (1.650m), al
que le tenía muchas ganas, pero también es verdad que hasta esos momentos
parecía presentarse “inexpugnable” para el menda por todo ese manto de piornal,
arboleda y una cresta que me parecía muy complicada para mi nivel montañero,
así que con estas sensaciones iba poco a poco y en tranquilo caminar hacia la
collada del día.
Hacia la derecha en el
sentido de la marcha, iba dejando atrás la zona de El Fielato y del Torres e
iba alcanzando una altitud aproximada a la del Chagarello, el cual a cada paso
mío el pico se iba progresivamente alejando un poco más hacia el Noreste.
Y hacia el Sureste, una
parte de la Sierra del Ajo por la que tenía previsto transitar unas horas
después.
Llegué entonces en 1h a
la Collada Beldoso, collada en la que había un poste con el nombre y la altitud
de dicha collada.
Vista desde esta
collada de la zona del Pto S. Isidro con la zona del Torres todavía en sombra.
(Tuve algunos problemas a la hora de hacer fotos debidos a la posición del sol
ya que los rayos me cegaban el objetivo de la cámara, pero por lo menos alguna
como ésta se salvó…).
Desde dicha collada y disfrutando
del panorama que me ofrecía la misma, pude contemplar la zona sombría del
Retriñón debido a las horas tempranas que eran todavía.
La ruta marchaba
entonces hacia el Este para coger entonces un claro sendero.
Durante el tránsito por
los inicios de este sendero, podía ver en primer lugar la Peña del alba (1.630
m) con el Retriñón asomándose a lo lejos.
Pero de repente y
cuando me fijé en el Chagarello, veo ante mi asombro que el pico “inexpugnable”
que parecía ser, ahora se volvía “manso” en su cara Oeste, así que parecía
bastante factible que un día el menda pudiera intentar su ascenso.
Hoy estaba claro que no
sería el día ya que la ruta prevista era otra, pero la información ya la tenía
grabada en mi cabeza para alguna escapada express para los meses de verano para
subirlo después de currar.
Vista de los inicios de
este segundo sendero que partía desde la collada y con vistas hacia atrás al
Torres y al Chagarello (izda) en su cara “mansa”.
Me iba a meter de nuevo
en zona boscosa y sombría y al poco tiempo me iban a ir apareciendo diferentes
indicaciones de la carrera de montaña que se iba a celebrar en esa zona al día
siguiente, el Trail Alto Aller.
El sendero iba a
obligarme a pegar un ligero cambio de sentido en el que ya iba a poder ver las
cumbreras del Pico Nogales con algunos neveros (2.073 m) y el Pico Oso (2.025
m), apareciendo ante mí una primera cota de 1.846 m que en el mapa que yo
poseía no tenía nombre alguno (en el centro de la imagen).
El sendero me iba a
llevar en descenso hasta una guapa vega que creo que recibe el nombre de Vega
de Alba.
Por fin se acababa la
sombra para empezar de nuevo a caminar iluminado por el sol, yéndome entonces y guiado por el itinerario
de la carrera hacia cotas superiores y ascendiendo al lado mismo del riachuelo
que caía por debajo de algunos neveros que todavía había.
Tras haber subido unas
decenas de metros me dio por pegar un vistazo hacia el tramo recorrido desde la
Collada Beldoso.
La pequeña subida por
este tramo no me estaba costando nada, a esto se sumaba que iba muy entretenido
viendo el paisaje, las señales del itinerario de la carrera del día siguiente,
el riachuelo, la zona más abrupta de la Sierra del Ajo conocida como los
Castillones, la zona del Torres, el pico abrupto que me había mostrado su cara
más amable …., así que se podía decir que estaba disfrutando mucho de la
excursión del día.
En la parte superior
del riachuelo me estaba esperando antes de salir a zona más llana y abierta, un
gran nevero que tenía una abertura de un par de metros y por la que estaba
saliendo el agua que descendía para la Vega de Alba.
Finalmente salí a una
zona más abierta en la que daba gusto caminar ya que en la misma había una
extensa pradería que hacía mucho más cómodo mis pasos sobre la misma.
Iba dirección a la
collada que separaba el Pico El Oso (2.025 m) de la cumbre sin nombre de 1.846
m que tenía marcada en el mapa, así que tras salir a esta pradería torcí a la
derecha para ir acortando un poco el camino hacia la collada.
Empecé a subir por el
manto verde y en alguna parada que hacía y echando la vista hacia atrás, el
collado Beldoso (pto rojo) parecía alejarse poco a poco.
Tras llegar a la
collada, ascendí en 5 minutos hasta esa cota de 1.846m, ofreciéndome la misma
hacia el Noreste unas extraordinarias vistas del Torres, del Cdo Beldoso, del
Chagarello y de toda la zona boscosa por donde había transitado hasta llegar a
la vega así como de la propia vega de Alba.
Y dirigiendo la mirada
desde la foto anterior (Noreste) hacia
la izda (Noroeste) podía observar la zona comprendida entre Peña Mea y el
Retriñón, así como la Braña El Gumial a los pies de este pico “sin nombre”.
Y más o menos hacia el
Suroeste y el Oeste se mostraban ante mí el Nogales (2.073 m) y un pico que no
conocía, el Pico Las Rubias (1.956 m), al cual tenía dudas de si acercarme o no
en este día, pudiéndose localizar sin problemas el sendero que transcurría por
la ladera del Nogales hacia Las Rubias.
Finalmente y como esta
peña de 1.846 metros me gustó por las
vistas que ofrecía y al no tener referencia en el mapa de cómo la llamaban los
lugareños, decidí subsanar dicha falta de atención por parte de la gente del
lugar hacia la peña y ponerle nombre yo mismo y nombrarla “Peña Josua”.
Lo malo a todo esto era
que no tenía botella de sidra achampanada o botella de bayles, así que para el
bautizo tendré que volver en otra ocasión para que quede oficializado el
nombramiento.
Tras 2h15 de caminata
hasta la Peña Josua desde el coche y tras unos minutos disfrutando de las
vistas que me ofrecía, fui regresando hasta la collada para coger el sendero
que me llevaría al Oeste hacia el Pico Las Rubias (1.956 m).
En la foto se ve el
itinerario de ascenso hacia este primer pico del día y el inicio del itinerario
a través del sendero hacia el segundo pico del día.
El sendero se caminaba
muy bien y ofrecía vistas guapas hacia el Norte con parte del Cordal del
Retriñón hacia el Pico Torres.
Y hacia atrás vista de
dos picos emblemáticos del concejo de Aller, Peña Josua (pto rojo) y el Pico
Torres (2.104 m).
Con algo más de zoom,
el Torres y el Chagarello en la parte inferior (se puede ver la pradería que
descubrí para subir el último pico del día).
Tras cruzar un pequeño
collado, proseguí por el sendero y viendo ya el tramo que me quedaba para
alcanzar Las Rubias.
Llegué finalmente en
3h15 desde el coche a este segundo pico del día, Las Rubias (1.956 m), en el
cual no había estado nunca.
1. Peña Josua (1.846
m).
2. Pico Las Rubias
(1.956 m).
3. Nogales (2.073 m).
4. El Oso (2.025 m).
Tras estar unos minutos
disfrutando de las vistas, regresé al collado para iniciar la ascensión al
Nogales.
Tenía la posibilidad de
subir también el cercano Pico Jeje (drcha) pero no me apeteció mucho ya que me
me iba a quedar todavía mucho camino a través de la Sierra del Ajo y tampoco
quería perder más tiempo caminando hacia el Oeste.
Fui subiendo por la
fuerte pendiente y de vez en cuando echando la vista hacia atrás hacia el pico
que había dejado minutos atrás.
Tras 3h50 desde el
coche llegué al Nogales para disfrutar de las espectaculares vistas que me iba
a ofrecer, como en el caso de toda la zona del Pto Vegarada.
Hacia el Este nada me
impedía ver picos como el Josua, el Fuentes, el Toneo, el Chagarello, el Torres y al fondo a lo
lejos, los Picos de Europa.
Con algo más de zoom se
veía además de los Picos de Europa y el Torres, el Tiatordos a la izda de este
último.
Dicho vértice con el
menda hace casi 11 años. (He buscado la foto de mi anterior ascensión ya que
estaba segurísimo que el vértice estaba de pie y con una cruz al lado, foto que
al final me ha confirmado mis sospechas).
Ahora tocaba descender
hacia el Pico El Oso (2.025 m), así que para dicho pico me fui, viendo a lo lejos la zona de San Isidro.
Foto hacia atrás del descenso realizado.
Foto hacia atrás del descenso realizado.
Llegué al buzón
característico de este pico tras 04h15 de mi marcha del coche, en el cual me encontré la agradable sorpresa que había sido colocado en la cumbre por el club Ibice, mi antiguo club de montaña con el que salía hace casi ya un par de décadas.
Tras disfrutar unos
minutos de las vistas ya veía hacia el Este el siguiente punto (rojo) al que
iba a llegar y en el que sin saberlo todavía, iba a dar por concluida la ruta
en la sierra.
Llegué entonces al
punto señalado en la foto anterior y la impresión que me dio viendo en esos
momentos la Sierra del Ajo es que el lugar aproximado donde tendría que dejar
la sierra para bajar por Fuentes de Invierno estaba algo más alejado de lo que
me hubiera gustado.
A esto se unía que veía
el tramo siguiente y me pareció un poco rollo el mismo ya que tendría que
perder metros de desnivel para superar la zona de los Castillones y la verdad
no me apetecía mucho ya que no quería tentar a la suerte y complicarme la vida
a nivel físico ya que todavía me quedaban unas cuantas horas de caminar por
terreno desconocido.
En condiciones normales
me hubiera arriesgado pero en este día preferí cuidar un poco los
isquiotibiales que arriesgar, no fuera a ser que el resto de la ruta me privara
finalmente de participar en la Media Maratón de la Reconquista de finales de
este mes.
Así que decidí entonces
volver sobre mis pasos y si seguía sintiéndome bien de las piernas intentaría
subir el pico Chagarello con lo que podría fotografiar el pico Torres desde un
punto muy ansiado por mí y que me permitiría observar y estudiar algunas
canales de ascenso por esa cara.
Fui descendiendo
rápidamente por un terreno de gran pendiente con matorral bajo y sendero y
viendo el itinerario que había tomado a la hora de subir el pico sin nombre o
mejor dicho nombrado en el día como la Peña Josua.
De nuevo volvía a la
vega de la mañana, encontrándome dicha vega iluminada por el sol dadas las
horas que eran.
Una vez que descendí a
esta vega y según me iba acercando a pillar el sendero que me llevaría de
vuelta al collado Beldoso resulta que dos figuras a lo lejos me sonaban y cada
vez más a medida que me acercaba a ellas.
A falta de unos 20
metros ya los reconocí siendo dichas figuras una pareja amiga de foreros del
Foro, Félix y Mary, con los cuales estuve un rato hablando y de paso Félix nos
hizo una foto de recuerdo de dicho encuentro.
En este momento ocurrió
una anécdota desagradable por decirlo así ya que mientras estábamos hablando
vimos como a lo lejos un chaval bajaba descendiendo en plan runner a buena
velocidad por parte del itinerario de la carrera del domingo.
Al llegar al lugar
donde estábamos situados resulta que nos pregunta que si habíamos visto a una
pareja con un perro ya que le había dicho un montañero que dicha pareja había
quitado parte de los paneles indicativos de la carrera del día siguiente.
Tras decirle
que no habíamos visto a nadie, prosiguió con su carrera hacia la Braña El
Gumial para ver si los encontraba.
La verdad no entiendo a
la gente en la mayoría de las ocasiones, quizás por esto me gusta tanto salir a
la montaña, porque no me encuentro en muchas ocasiones ni a dios y esos
momentos de soledad son impagables.
Hay que ser de mal
nacidos dedicarse en un día casi de verano como el del sábado a fastidiar a la
organización de una carrera de alta montaña quitándoles las indicaciones para
los participantes con el consiguiente peligro para los mismos en el día de la
carrera.
(Hoy martes que es
cuando estoy escribiendo esta crónica he llamado a la organización para ver en
que había quedado el tema y me han dicho que en el mismo día no les habían
podido coger pero que andaban tras la pista de ellos ya que tenían alguna foto
que les habían proporcionado a la organización de los gamberros por no decir
otra cosa).
Tras el agradable
encuentro con Felix y Mary, los cuales me dijeron que tenían pensado en este
día hacer la ruta que en un principio había pensado yo realizar, me despedí de
ellos deseándoles suerte y tomé entonces el sendero que me llevaría por el
mismo tramo de la mañana hasta el Collado Beldoso.
Desde el mismo collado
salía un sendero en dirección al pico “inexpugnable” de primera hora de la
mañana, así que para dicho pico me dirigí con mejores vibraciones que las que
había tenido a primera hora de la mañana viéndolo por su cara menos amable.
Transitando por el
mismo, me dio por mirar hacia la zona por la que había estado caminando hacía
unas horas, viendo claramente diferenciados cada uno de los 4 picos subidos anteriormente.
Tras atravesar un
pequeño tramo bastante molesto por el ramaje que asomaba al sendero, salí a una
zona más abierta donde pude ver ya el primer tramo del pico.
En la mañana había
cometido el error de no fijarme (al no tener prevista su ascensión) en dónde
estaba situado el punto más alto de este pico, así que no tuve más remedio que
ir tanteando sobre el terreno cuál de las diferentes zonas del pico pudiera ser
la que se considerara realmente como su cumbre.
El sendero salió
entonces a la pradería de este pico que había visto desde los picos anteriores,
así que al poco de coincidir el sendero con el manto verde, me salí de dicho sendero
para empezar a elevarme por terreno pendiente pero fácil de andar hasta toparme
con el murallón en cuestión, el cual se dejaba trepar en algunos tramos.
Ante lo que yo
consideraba que podía ser la cima, empecé a subir por las piedras y tras alguna
pequeña trepada por terreno mixto de hierba y piedras fui a dar a un tramo algo más vertical, así que cuando de repente me da por mirar hacia el lado opuesto de
donde yo estaba, veo que me había equivocado al suponer que por donde yo estaba
estaría la cumbre, así que tocaba de nuevo un descenso de unos pocos metros y
entonces al ver una especie de canaleta de hierba y piedras me dio por irme a subir la misma.
Cuando llegué a la
parte de arriba de esta canaleta, veo que me es imposible seguir ya que el
terreno se me complicaba bastante, sumado ésto a que había una caída
espectacular para un lado y para el otro había otra caída de un par o tres de
decenas de metros.
Vista desde esta parte
superior de la canaleta, de la primera zona por la que había intentando
transitar en este pico.
Lo bueno por decirlo
así era que la cresta seguía elevándose ligeramente, así que a dar la vuelta me
dije, y dicho y hecho en unos minutos ya estaba de nuevo caminando por la
pradería, en este caso en dirección al otro extremo del pico en cuestión.
Me fui elevando a ritmo
pausado y al final descubrí como la pradería quedaba unos metros por debajo de
la cima, pero hacia la misma había trazas de pisada que no ofrecían peligro
alguno, así que todo entusiasmado para el buzón que estaba viendo me dirigí,
llegando al mismo tras 07h15 de mi salida del Fielato.
Las vistas desde este
pico denominado El Chagarrello (1.650 m) realmente espectaculares, como por
ejplo estas dos del Torres.
Desde la cumbre, que no
es muy ancha que digamos, vista del cresterío del otro extremo de este pico hasta la misma (se
pueden ver las caídas a ambos lados).
Abandoné el pico y
entonces me dirigí a una especie de saliente que me iba a ofrecer la vista del
día, la del Pico Torres con sus canales y la carretera del Pto S. Isidro.
Pero antes de marchar me dio por sacar una foto del final de la pradería con la máxima altura del pico. (¡Cómo engañaba el pico...!).
Pero antes de marchar me dio por sacar una foto del final de la pradería con la máxima altura del pico. (¡Cómo engañaba el pico...!).
Tras quedar embobado
con la vista que me había ofrecido dicho saliente, me dirigí al Collado
Beldoso, llegando a éste en un cuarto de hora y acto seguido ya continué en
dirección al coche, descendiendo en otra media hora hasta el mismo y
completando la ruta del día en 8h.
En el descenso con el
coche hacia Felechosa me paré en una de las curvas cerradas de la carretera
para sacar una última foto al manto boscoso que cubre la ladera de este último
pico.
En resumen guapa ruta
en la que me encontré bien a todos los niveles.
Camino a casa, pararía en
Cabañaquinta a ver el partido del Barsa – Atlético, con lo que aprovecharía a
tomar el cafetín con bayles habitual y de paso ver como el Atlético se iba a
proclamar campeón de Liga.
Estas hecho todo un atleta compañeru. Gran rutaza la tuya. Muy buenas descripciones de las que iremos sacando partido. Me alegró mucho ver en el reportaje a mis dos amigos: Mari y Félix. Saludos.
ResponderEliminarGracias viti.....
ResponderEliminarLo más significativo de la ruta que has visto es el último pico que subí que supongo que normalmente suele pasar desapercibida su ascensión pero que como habrás visto tiene unas vistas del Torres desde la parte cimera con las caídas hasta la misma carretera....
En cuanto a Mary y Félix me encantó encontrales de nuevo después de la última reunión del Foro Asturmet del año pasado. Siempre es agradable charlar con ellos. Buena gente.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracia Josua por la descripción de esta ruta que, aunque hice parte hace años, la tengo pendiente volver a hacer.
ResponderEliminarEn cuanto al pico sin nombre que bautizas como Peña Josua, en el mapa que acompaña al libro “El Conceyu Aller” de Alfredo González Pérez, lo nombran como Peña Fuentes (igual que el Pico Fuentes).
Por cierto, creo que alguna vez te vi por el parque de invierno de Oviedo cuando voy a correr.
Un saludo.
Gracias Pedro por la aclaración.
ResponderEliminarComo no he visto nombre alguno en mi mapa refiriéndose a esa cota, decidí yo ponerle nombre, jejej, así que a partir de ahora será Peña Josua.....
En cuanto a lo del P. Invierno, seguro que me habrás visto, así que para la próxima pégame el toque...
Un saludo y gracias por comentar....