jueves, 23 de julio de 2015

INTENTO FALLIDO AL SUSARON POR LA ARISTA ESTE.



Día: 15-07-2015.

Lugar: Puebla de Lillo (León).

Desnivel:

Duración total: 4h.

Comentario:
Día en el que salí y en el que iba a realizar una escapada express después del trabajo y el destino me iba a llevar a intentar la subida a un pico que ya conocía por haberlo subido hacía ya unos cuantos años, el Susarón (1.878 m), pero consiguiendo subir en aquel día por la vía normal de ascenso partiendo desde el mismo pueblo leonés de Puebla de Lillo.

Empezaría a caminar a las 15h45 tras haber dejado el coche en un aparcamiento de tierra situado a la drcha de la carretera y casi 1 km después de Puebla de Lillo en dirección a Boñar.

Tras caminar unos cien metros en dirección a Boñar, ya localicé el inicio de la ruta y con vistas ya a la cresta que tendría que recorrer un rato después.


Tras superar la alambrada de espinos, fui ascendiendo por momentos por terreno plagado de matorral bajo y matorral que se dejaba sentir para mal en las piernas por lo que pinchaba (debido al calor que hacía me incliné por intentar subir con pantalón corto, decisión que luego me iba a arrepentir porque no sería el único matorral espino que me encontraría…).

Superando esta parte inicial y encaramándome en el inicio de la cresta con la carretera por debajo.


Vista hacia el Norte con el pueblo de Redipollos.


Caminando por la cresta y con alguna guapa imagen de esta parte de la misma.


Según iba ascendiendo ya me iba apareciendo con más claridad Puebla de Lillo, capital de su municipio y con una población de 694 habitantes en el 2014.


Vista atrás de lo que iba ascendiendo, teniendo en ocasiones que emplear las manos para ayudarme en el avance.


Una de las imágenes estrella de la ruta, el Embalse del Porma, tercer embalse más grande de la provincia de Léón y con algunos pueblos sumergidos bajo sus aguas.


Cada vez era más difícil avanzar sin apoyarme de las manos, así que a veces medio trepando y otras caminando como podía, iba ganando metros a la subida, muy entretenida por cierto.


Tras numerosas “trepadas” iba a salir a terreno algo más despejado y situado muy cerca de la primera cota que sobresalía de la Cresta Este del pico y viendo ya la abrupta cresta que todavía me tenía que recorrer.


En esos momentos y cuando me dio por mirar la hora, me sorprendió negativamente el que en esos momentos fueran las 17h 40, así que lo primero que pensé fue ¡Casi dos horas hasta aquí y vaya retrasado que voy sobre el tiempo que pensaba que llevaría en estos momentos!.

Con un poco de desánimo en este sentido, seguí avanzando y pensando todavía lo mucho que parecía quedarme para alcanzar cumbre ya que aparte de la distancia se sumaba también el hándicap del terreno lento que era para avanzar con cierta celeridad.

Y ya bastante abajo Puebla de Lillo.


Fui avanzando sin problemas y en ocasiones ayudándome de las manos y superando los diversos obstáculos en el terreno que se me presentaban a medida que avanzaba por la abrupta cresta.


Viniendo por la cresta desde ese saliente de la misma y la carretera ya muy abajo.


En algunos momentos no fui encaramado a la cresta en sí, ya que iba buscando algunos pasos que consideraba mejores a primera vista (yo creo que me equivoqué con esta decisión …).


Puebla de Lillo.


Tras avanzar bastantes metros por la misma cresta, desistí de superar un paso por el mismo itinerario en el que iba (que yo creo que hubiera superado sin problemas…), así que lo que hice fue desviarme para intentar alcanzar la cresta a través de una canaleta muy pendiente.

Fui ascendiendo por la canaleta hasta que llegue a un paso en el que lo vi más complicado de haberlo hecho por la misma cresta, así que ante el riesgo innecesario que corría, preferí y dada la hora que debía ser (por el retraso acumulado) pasar de buscar otras alternativas y decidí ir descendiendo por terreno mixto de hierbas y plagado en ocasiones de muchísimas piedras de todos los tamaños con rocas incluidas.

Estaría un buen rato bajando por este tipo de terreno hasta que finalmente me pude salir a un terreno más cómodo pero en donde había matorral que era muy molesto para las piernas.


Mirando para atrás.


Sin más novedad iba a llegar al coche tras 4 h de ruta (20 h) y satisfecho en parte por el estado físico en el que me había encontrado en todo momento pero con el tema pendiente en la cabeza de que habrá que volver a intentar hacer la cresta, pero con más tiempo.

Acto seguido ya me dirigí a Puebla de Lillo donde pararía a sacar un par de fotos de despedida del pico del día con el itinerario dibujado en una de ellas.




En esta ocasión la parada para tomar “la clara” la realizaría en el Hotel El Fundil en Pola del Pino y tras dicha parada ya pondría rumbo a casa llegando sin novedad.



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