Día de la ruta: 04-08-2013
Desnivel aprox: 600m
Lugar de salida y llegada: Estación Invernal de Fuentes de Invierno.
Tiempo: 2h15 la subida al pico y 1h50 el regreso al coche.
Comentario:
Hace ya algún tiempo que tenía en mente intentar la subida al Pico Toneo por un itinerario diferente al que lo había subido en las dos ocasiones anteriores.
Hace ya algún tiempo que tenía en mente intentar la subida al Pico Toneo por un itinerario diferente al que lo había subido en las dos ocasiones anteriores.
El año pasado viendo un buenísimo reportaje del forero Hector del Foro Asturmet sobre la subida a dicho pico pero por el corredor Norte, se me vino a la cabeza el tan famoso Tubo del Toneo.
Enlace de dicho reportaje:
Me preguntaba si era posible dicha ascensión por el Tubo para un tío como yo y entonces en el día de ayer se me ocurrió el intentar por mi parte dicha subida por este corredor.
Como este año la montaña ha pasado a un segundo lugar en mi caso, este día 04 de Agosto, tampoco quería meterme una ruta muy larga en cuestión de horas y de desnivel acumulado, no fuera que se me complicara mi recuperación que va por buen camino para el tema de las carreras populares, así que pensando y pensando me dije: “San Isidro está a una hora de casa, el desnivel no es mucho que digamos en esta ruta, aunque sí que tiene un porcentaje muy fuerte y encima la subida al pico este del Toneo por esta vertiente no la conozco, así que haber si tengo suerte y puedo con el pico por este corredor”.
Sobre las once de la mañana dejé el coche en el aparcamiento de la estación de Fuentes de Invierno con vistas ya a la pista que recibe el nombre de “Abedules”, catalogada de difícil en temporada invernal y la cual iba a tener que pillar en mi comienzo de la ruta.
Dicha pista tiene “buenísima pendiente”, como me gusta decir y tras algún centenar de metros ya podía ver a lo lejos asomándose el Pico Toneo.
La pista (izda) llega a unirse a un ramal (drcha) y mirando hacia atrás así se veía dicha unión y el Pico Torres por detrás.
Entonces esta pista “Abedules” (izda) iba a llegar a otra pista “Llana’l Fitu”, catalogada como fácil.
Lo que la primera pista ganaba en desnivel en 649m de longitud, esta segunda pista lo hacía en 2133m, hecho que muestra el desnivel que podía tener la pista primera por la que subí.
Alcancé esta pista principal y continué ganando metros.
Llegué a un punto donde podía ver con claridad lo que me esperaba en mi intento.
La primera impresión y sensación que tuve al ver dicho Tubo fue que igual me quedaba un poco grande esta subida por dicho lugar, ya que podía vislumbrar un muro que me gustaba más bien poco y encima la parte cimera de la riada de piedras parecía también difícil para ser trepada.
Me animaba un poco el haber visto en Internet alguna subida en verano por algún otro montañero, pero en su caso, éste se había desviado a la derecha algunas decenas de metros antes de finalizar el tubo y alcanzar la parte cumbrera.
Mis preferencias iban dirigidas a subir toda la canal sin desviarme nada, aunque en caso que fuera necesario y porque me fuera imposible subir “to pa rriba”, podía contemplar el desvío efectuado por dicho montañero.
Así que con estas sensaciones pesimistas, continué, pasando entonces una alambrada metálica que me iba a llevar a varias pistas y algunas instalaciones de la estación de esquí situadas por debajo del Toneo.
Entonces me fui directamente a por el corredor famoso.
Dejé entonces la pista de esquí y tras avanzar por matorral que se dejaba pisar alcancé la parte inicial de la canal más limpia de matorrales.
Viendo lo que iba dejando atrás.
Una cosa que tenía clara es que quería subir por la riada de piedras, fueran éstas enormes, grandes, pequeñas o minúsculas. Me daba igual, pero yo tenía que subir por la riada en un 80 o 90% de la ascensión, sino no me valdría el intento en mi cabeza.
Al lado izquierdo de la caída de piedras, aparecía una “loma de matorral” que cada vez se iba empinando más y por la que hubiera subido seguramente mucho mejor, pero como uno es cabezón y a pesar de estar tentado a coger dicha “loma”, continué sin dudarlo pisando piedras y más piedras, teniendo a veces que efectuar algunos apoyos con las manos y pequeñas trepadas que no me ofrecieron problemas.
Primera parte inicial de la riada de piedras.
Tras esta primera parte inicial, torcí ligeramente a la derecha por la canal de piedras para vislumbrar un itinerario bastante recto en desnivel.
Una cosa que me iba fijando era la posibilidad de tener que retornar en caso que fuera necesario por mi parte.
No parecía tener problema este hipotético retorno para mí, así que para adelante continué ganando metros muy concentrado en cada pisada y en cada trepaduca.
¡Venga, a por el siguiente tramo de subida. Uno, dos, uno dos….!
Avanzando ya parecía estar cerca del primer murete que parecía haber visto desde abajo.
Piedras y más piedras en mi subida.
Vista de esta parte de la subida, donde creo que se aprecia bastante bien el porcentaje de la misma.
Llegué al paso estrecho donde se situaba este muro del que hablo. Algunas decenas de metros antes, ya me estaba imaginando por donde podía intentar treparlo, pero aquí me vino una buena sorpresa para mí ya que la riada evitaba dicha trepada para continuar ganando metros en fortísimo desnivel.
Pero entonces me sucedió una cosa y fue que se me ocurrió obviar la siguiente trepada que hubiera tenido que efectuar para seguir en mi avance para entonces seguir trepando por esta loma herbosa, de matorral y de tierra algo descompuesta.
La foto muestra esta ladera, pero no muestra realmente la pendiente que tenía la misma y las precauciones que tuve que tomar para salir a terreno mucho mejor.
Iba ganando algunos metros por esta ladera, pero a la vez que ganaba metros no veía una salida hacia adelante que me ofreciera confianza, sobre todo por el terreno algo inestable que parecía estar pisando.
Al final, tras estar 10-15 minutos intentando y pensando sobre todo a dónde ir y por dónde en este terreno para superar este tramo, pude salir de este lío en el que me había metido sin querer.
Salí ya a terreno donde me sentía mucho más seguro y por delante esto era lo que me ofrecía la subida.
A la derecha estaba la panza de matorral que había visto en Internet como posible salida y a la izquierda veía la caída de piedras por las que pensaba continuar y así poder cumplir mi objetivo de este día.
Pero antes de seguir, quería sacar alguna que otra foto del terreno un tanto complicadillo por el que me había metido. (rojo por donde subí y en azul por donde mejor hubiera continuado).
Nunca en la vida sentí más alegría de llegar a una caída de piedras que en este momento.
Por fin había dejado este tramo corto de matorral y terreno algo inestable pero muy pendiente y llegaba a mi querida riada de piedras.
Este tramo me costó en el sentido que daba dos pasos y uno de los pasos no me valía para nada, haciéndome retroceder en ocasiones, pero poco a poco iba ganando metros y contento ya por llegar a la panza verde que había visto una hora antes.
Llegué al muro central que se ve en la foto, que superé por su derecha pegando eso si algún fuerte resbalón por el terreno descompuesto que había.
A salvo de la riada, viéndola nada más llegar al tramo de matorral que se dejaba superar sin muchas dificultades.
Viendo ya el último tramo a superar.
Alcancé en la parte final de este último tramo un terreno mixto de matorral y de tierra descompuesta que me iba aproximar a unas pocas decenas de metros de la cumbre.
Foto sacada de la canal en el lugar donde salí después de superar esta panza de matorral.
Llegué a la cumbre (2.094m) tras 2h15.
Una pena que el terreno estropeado por la pistas estropeé las vistas del paisaje.
Foto típica del menda con el Torres al otro lado del puerto.
Pistas de la estación de esquí de San Isidro con el Pico Agujas (drcha).
Sector del Pico Requejines y el Ausente con la balsa de agua de la estación de San Isidro.
Tras estar un cuarto de hora en la cima, inicié el descenso con el objetivo de descender por la zona de pistas de Fuentes de Invierno.
Al poco de iniciar el descenso pude ver los dos tramos para salir a zona abierta del Toneo. (1=itinerario que tomé en esta ruta, 2=itinerario de salida que renuncié en este día).
En la bajada, vi un sendero (rojo) que suponía me iba a sacar a la zona de las pistas, así que a por fui a por el sendero en cuestión.
Inicié el descenso y vista atrás del itinerario desde mi marcha del Toneo.
Alcancé entonces la pista de esquí, alcanzando tras caminar más que tranquilo, el coche en 1h50 desde mi salida de la cumbre.
Como tenía tiempo, fui hasta la zona de la Ermita de la Braña, sacando un par de fotos de dicha zona.
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