Día: 31-12-2013.
Lugar: Gijón.
Km: 6.
Cuota Inscripción: 0 Euros ya que corrí en plan ilegal, sin
dorsal.
Comentario:
Comentario:
Ante la imposibilidad de correr la S. Silvestre de Oviedo
por estar el cupo de dorsales agotados un par de días antes, se me ocurrió correr
en la S.Silvestre de Gijón ya que nunca había participado en la misma y el
recorrido parecía muy atractivo por el kilometraje y por lo llano que era, cosa
que no pasaba en Oviedo.
Así que el último día del año a las 14h40 (unas 2h 20
aprox antes de la salida) ya estaba aparcando en una de las calles próximas a
la escalera 12 del muro.
Tras esperar un rato en el coche ya que estaba
lloviendo bastante y después de tomar un café y de ponerme el atuendo de
correr, fui calentando por el muro hasta la zona de la Avda El Molinón, lugar
de donde partía la carrera.
Una vez que me fui aproximando a la salida ya pude
ver la gran cantidad de corredores que se iban animar este día a participar en
esta prueba, así como por la zona del estadio que estaba plagada también de
corredores.
Se calculaban unas 4.000 personas, asunto que no le di importancia
en casa unas horas antes pero sí que la tuvo para mi disfrute en dicha carrera.
Así que una vez dado por concluido el calentamiento, consistente básicamente en
trotar suavemente y en el que me encontré bastante bien a nivel físico, ya me
situé con toda la masa de gente en el lugar que buenamente me agencié situado
unos 30-40 metros de la línea de salida.
Dieron el pistoletazo de la misma y
poco a poco caminando nos fuimos aproximando a esta línea que marcaba el
principio de la carrera.
Tras cruzar el punto de inicio de la prueba ya me di
cuenta que me sería imposible coger un buen ritmo y sobre todo un ritmo
continuado, ya que era imposible dar dos o tres zancadas de forma normal sin
atropellar a algún corredor.
A las pocas decenas de metros observé como por la
acera de la izquierda tiraba mucha gente para correr ya que el ritmo parecía
algo más fluido que por la Avda El Molinón ya que por esta avda la gente se
movía más bien con lentitud y con miedo de no tropezar entre ellos.
Así que
para la acera me fui y aunque noté que el ritmo aquí era algo más alto y más
fluido que por el medio de la calle, lo malo era que continuamente tenía que
esquivar a la gente que me precedía, por lo que la pérdida de tiempo se iba
acentuando cada vez más. Así llegué a toda la zona de asfalto del paseo del
muro.
Aquí seguía en el mismo plan que en los metros iniciales, ya que iba
mirando para adelante para no tropezarme con los que iban más lentos y también
para detrás mirando que los que me adelantaban no me embistieran y tropezaran
conmigo.
Todo el pelotón de corredores ocupaban tanto los carriles de ida, así
como los de vuelta hacia la zona de la Pescadería, así que para pasar del
carril de un sentido al carril del otro, durante unas decenas de metros tuve
que correr por la mediana de hierba que separaba ambos sentidos.
No me estaba
prestando nada en estos momentos la carrera. Seguramente de haberlo sabido me
hubiera quedado en casita ya que ni iba hacer una buena marca y encima no me
gustaba nada correr con tremenda cantidad de gente, pero ¿Qué se le iba
hacer?,…Pues a seguir corriendo.
Una vez situado ya en el carril donde quería
estar, poco a poco ya me fui acercando a la antigua pescadería de Gijón.
Aquí
venia lo peor de esta carrera ya que nos iban a meter por una calle estrella a
todo el pelotón.
Unas veces por el asfalto y otras por las aceras los
corredores iban ganando metros a la carrera.
En estos momentos más que correr
las prioridades iban en otro sentido como era el tener cuidado con no
tropezarme con los demás participantes.
Salimos entonces a una zona más
abierta, camino de la zona de la plaza de toros.
Aquí ya se podía correr
bastante mejor para lo que había sido la carrera hasta este momento.
Al final
de la recta que daba acceso a la plaza taurina la carrera nos ponía rumbo a la
rotonda del puente del Piles.
En este tramo hasta dicha rotonda, tuve que
frenarme por bastantes momentos ya que había grupos que era imposible
adelantarlos por ocupar todo el ancho de la calzada, así que tuve que seguirlos
a su ritmo.
Se llegó entonces a la rotonda del puente famoso y entonces ya se
enfocó la larga recta del paseo del muro, rumbo a la zona del ayuntamiento.
Aquí iba corriendo y notando algo el cansancio acumulado por tantos frenazos y
acelerones en mi forma de correr, aparte que yo creo que dicho cansancio era
también debido a la tensión con la que estaba corriendo esta carrera ya que
quería evitar a toda costa el tropezar o que tropezaran conmigo con la
consiguiente caída al suelo.
Así llegué entonces a la última recta previa a la
pancarta de meta. En cuanto la vi incrementé algo el ritmo y mirando el crono
observé que iba a llegar más que justo para la media de 5 Km por minuto que me
había planteado para esta carrera, así que no tuve más remedio que pegar un
sprint de unos 50-70 metros para marcar al final un tiempo de 30:00 justos.
Recuperé bastante bien y en cuanto cogí el acurius ya me fui directo al coche
por el muro, trotando en algunos momentos.
Esto es un poco el resumen de esta
carrera que no me prestó para nada, seguramente porque las expectativas que me
había creado eran irreales para lo que pueden ser estas San Silvestres
multitudinarias con varias miles de personas, aunque sigo diciendo que tendrían
que mirar muy mucho porqué calles meten a tanta cantidad de gente.
Cartel de la prueba.
Recorrido.
Cartel de la prueba.
Recorrido.
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