PASEO POR LLANES Y CAMARMEÑA.

Día: 07-06-2014.

Lugar: Llanes y Cabrales.

Comentario:

Día de mi 44 años y para “celebrarlo” en solitario me acerqué con el coche para dar un pequeño paseo hasta el concejo de Llanes con el objetivo de ver algunas de las playas de este enclave turístico de Asturias.

La primera parada iba a ser una de mis clásicas para llegar con el coche en Asturias, el excelente mirador de la playa nudista de Torimbia, playa de unos 500 metros de longitud.

Típica vista de la playa.

Subí el pequeño promontorio que está situado en el mirador y entonces me dio por ir caminando y en descenso acercarme hasta uno de los extremos de la playa con el objetivo de bajar hasta la misma y dar la vuelta por el extremo opuesto.

Varias imágenes de la playa en mi descenso hasta la misma.

Una vez en la playa fui caminando tranquilamente hasta el extremo opuesto, “asustando” a algunos de los nudistas que en esos momentos estaban en la playa ya que debían pensar que un tío por la playa y con pantalón y camiseta de montaña más cámara de fotos no debía de ser de fiar.

Como anécdota, decir que estaba una pareja jugando a las palas y nada más que me vieron con la cámara debieron sentir miedo de que los retratara ya que la chica nada más verme algo le debió comentar al chico y acto seguido tras mirarme de reojo los dos, rápidamente pusieron rumbo  hacia las toallas que tenían extendidas en la arena, mientras yo seguía con mi rumbo hacia el otro extremo de la playa.

Empezando mi paseo por la playa.

Salí de la playa por la habitual entrada en forma de pista que tiene la misma y con fuerte pendiente en su tramo inicial fui ganando metros sacando alguna foto de la playa con la abundante vegetación que la circunda.

Me dio entonces por pillar un sendero para ir hasta una especie de saliente para sacar alguna foto con alguna perspectiva diferente de la playa.

Retrocedí de nuevo hasta la pista para ir subiendo tranquilamente hacia el aparcamiento y viendo la guapa playa con las azules aguas del Cantábrico.

Alcancé de nuevo el coche fijándome entonces en otra playa cerca a ésta primera del día, la Playa de Toranda, destacando en primer lugar la abundante vegetación que casi invadía el aparcamiento donde tenía el coche.

Acto seguido y como tampoco me iba a dar mucho tiempo para seguir con tranquilidad visitando antes de comer esta zona, decidí ir a comer hasta la zona de Cabrales, en concreto hasta un bar que ya conocía por haber parado alguna vez a desayunar en mis andanzas montañeras, el Restaurante-Café Cares en Arenas de Cabrales, lugar en el que tenía ganas de probar que tal se comía.

Interior de comedor.

Comí de menú por 15 Euros, unas fabas con cabrito que estaban bien, aunque podían haberme dejado la perola con las fabas digo yo…

De segundo unos filetes al cabrales, que estaban ricos.

Para acabar decidí probar el arroz con leche.

Me prestó probar dicho lugar aunque si que es verdad que esperaba más del mismo. Pensaba que serían algo más abundantes los platos, aunque si que tengo que reconocer que estaban ricos. Habrá que seguir probando lugares ya que en esta zona no encontré todavía un lugar en el que se pueda ir a comer prácticamente a ciegas para lo que normalmente estoy acostumbrado.

Después de la visita culinaria, decidí acercarme hasta el pueblo de Camarmeña, lugar donde estaba el otro bar en el que hubiera podido comer, El Bar La Fuentina, pero éste ha quedado para otra futura ocasión.

Desde el pueblo guapas vistas de la Canal del Texu con el pueblo de Bulnes y el Urriellu asomando.

Primer plano del Urriellu.

Tras esta visita, decidí acercarme de nuevo a la zona por la que había estado por la mañana para conocer en primer lugar la entrada de la ría de Barro.

Acto seguido saqué algunas fotos de una de las iglesias más típicas que se pueden encontrar yo creo en la península, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Dolores de Barro, encontrándose junto a la misma el cementerio.

“Fue diseñada en 1788 por el arquitecto de José Bonaparte, Silvestre Pérez y Martínez, y costeada por los indianos de la zona, como Pedro de Cue García; fue finalizada, a excepción de la torre, en 1797 y se consagró el 14 de enero de 1804.

El interior, abovedado, sólo tiene una nave principal con naves laterales que sirvieron para el culto de las peronas que participaron en la construcción del templo; tiene transepto y cimborrio.

En la cabecera poligonal tiene una capilla cuadrada sobre la que se proyecta la torre del campanario y que está flanqueada por dos sacristías también de planta cuadrada”.

Después me acerqué a una de las playas en las que suelo dejarme caer alguna vez por el verano, la playa de Barro.

Aproveché para sacar la foto típica del islote que más bien parece un “elefante reposando”.

Después ya puse rumbo para casa llegando en torno a las siete de la tarde.