lunes, 28 de enero de 2013

RUTA DE LOS MOLINOS DEL RIO PROFUNDO (VILLAVICIOSA)



Día de la ruta: 26-01-2013
Longitud:  17 Km. (La ruta en sí tiene 7,4 Km más otros tantos si a la vuelta se regresa por el mismo camino).
La vuelta la hice caminando todo por asfalto, evitando el itinerario de la ida, descubriendo alguna carreterina que me dijeron los paisanos de Buslaz para llegar más directo a Amandi.

Desnivel aproximado: 300m

Lugar de salida y llegada: Valbucar  (Villaviciosa). Se llega pillando la autovía A-64 a Villaviciosa y tras salir en la salida 363, pillar en Villaviciosa la AS-255, dirección a Amandi y un Km después de dicho pueblo, ya se encuentra el comienzo de la ruta del día, al lado de la entrada peculiar que tiene la finca de La Vega.

Tiempo: 4h45

Comentario:
El sábado 26 me acerqué a conocer una ruta que había oído hablar mucho de ella pero por la que nunca había transitado, la “Ruta de los molinos del rio Profundo” en la zona de Villaviciosa, catalogada como P.R. AS-137.
Esto de ir poco a poco en mi recuperación me está sirviendo para hacer rutas que tenía en la libreta de pendientes y que si no es por ir “piano piano" en dicha recuperación en estos comienzos de año, seguramente quedarían pendientes por años y años.
Este río tuvo en su día mucha importancia ya que hubo mucha actividad molinera, ya que aprox. había sobre 20 molinos en un tramo de unos 7 Km, así que sobre los restos de dicha actividad han creado esta ruta muy conocida en Asturias.
La mayoría de los molinos se encuentran casi tomados por la vegetación y en estado totalmente ruinoso. Solo unos pocos se conservan en pie a duras penas.

Una vez aparcado el coche, crucé entonces la carretera y ya pude ver con más claridad en el panel, el mapa de la ruta con la situación aproximada de los 18 molinos que hay en la misma.


Al lado del panel, pude observar la entrada a la finca de la Vega, una finca privada que al parecer es una granja de productos cultivados ecológicamente. 


Antes de tomar a la izquierda el comienzo de la ruta y viendo la entrada que tenía la finca, me picó la curiosidad y me adentré en la misma unos un par de centenares de metros.


Dentro de la misma finca, pude observar muchísima arboleda y el curso del rio entre la abundante vegetación



Una vez que llegué a la verja cerrada de las instalaciones de la finca, volví sobre mis pasos hacia el panel informativo para empezar a caminar por lo que sería la ruta del día.

Inicialmente en un brevísimo ascenso y posterior llano, rodeando el muro de la finca, la pista me llevó hasta una casa con panera.


La pista entonces descendió unos metros para llevarme hasta el nivel mismo del rio que bajaba con bastante agua.



La pista se encontraba después de la bajada anterior con mucha agua, así que me vi obligado a ir caminando por la parte de la pista más cercana al río evitando los tramos inundados.



Vista atrás de un tramo recorrido.


Iba caminando tranquilamente y mirando de vez en cuando para lo que se dejaba atrás.




El rio ofrecía buena estampas, de vez en cuando con algún árbol caído a lo largo de su recorrido.



Llegue entonces a un punto donde el río inundaba por completo la pista que llevaba bajo mis pies. Era un corto tramo de unos 10 metros aprox. pero en el que tuve que arrimarme a la vegetación para ir avanzando lentamente y fijándome donde ponía el pie a cada paso, ya que había charcos o zonas donde en caso de pisar mal me iba a cubrir toda la bota y eso me hacia una gracia…


Vista atrás de dicho tramo (el rio a la izda de la imagen y la pista por la que venía a la derecha). 


Pasado este tramo, la pista bastante embarrada, me iba a sacar a una carretera por la que tuve que transitar  unos diez minutos aproximadamente.

 
Transitando por la misma pude ver una guapa casa rural con hórreo que investigando un poco descubrí que recibe el nombre de Quinta Villaverde.



En este tramo de la carretera había una señal indicando el molino de Villaverde, pero tras descender dos o tres metros al nivel del rio, no pude observar al Villaverde ni a los restos de su molino , así que regresé a la carretera y proseguí con la marcha.
Tras caminar esos diez minutos aproximadamente, la ruta que la verdad puedo decir que está muy bien señalizada, me sacó de la carretera y me adentró en un terreno dedicado a vivero de plantas.

 
A partir de aquí, ya comenzaba la parte más guapa de la ruta. Da la sensación a uno de trasladarlo a otra época en donde debía reinar por todas partes la vegetación y la arboleda en la naturaleza.
A partir del vivero, la pista se convertiría en un sendero cercano al rio, bastante embarrado por muchos tramos y con algunos subes y bajas, con escalones resbaladizos en el mismo sendero.

 
Algunas fotos de los diferentes tramos del rio, con árbol incluido en el mismo cauce.



 
En algunos tramos hay instaladas barandillas de madera, pero por si acaso no me acercaba mucho a ellas, no fuera que me pasara lo que ha pasado a veces en la Senda del Oso. Las de esta foto, tengo que decir que estaban en muy buen estado. 

 
Un par de fotos, mostrando el rio con la frondosa vegetación en sus márgenes y alguna pequeña cascada en su cauce. 



Llegué entonces a un puente de madera (a lo largo de la ruta hay varios para ver algunos molinos). Lo crucé con precaución y me pude encontrar con los restos del Molín el Pitu, muy tomado por la abundante vegetación. 


 
Volví entonces al sendero y prosiguiendo con la marcha, me encontré con otro puente y otro molino del que no me doy cuenta de cuál es su nombre.



Tramo del rio viéndolo avanzar.


Otro molino, en este caso el Molín de Perniles. 



Continuando por el sendero parcialmente inundado.


Otro Molín, el d`Arriba con su rueda.



Aunque el sendero parecía muy cómodo en su avance, ofrecía un aspecto un tanto engañoso, ya que con cada paso el mismo, en algunos tramos se dejaba hundir algún centímetro a causa del estado embarrado del mismo.

 
El sendero se elevó unos metros y me sacó a una zona más abierta para luego volver a descender al nivel del rio.


 
Vista atrás de un tramo realizado, en este caso muy favorable para el avance rápido.

 
Llegué a un punto donde tuve que cruzar el rio ayudado por un madero puesto por alguien y que me ofreció mucha seguridad para el paso del mismo.

 
Y al poco tiempo, pude observar, rebosante de agua, la cascada más alta de la ruta (unos 10 metros) junto al Molín la Peña.


 
Crucé el rio por otro puente de madera para observar la maquinaria instalada en el interior de dicho Molín.

 
En mi avance salían al paso algunos molinos más, como el caso del Molín de Esprón.

 
Después del último molino, el sendero me iba a llevar ascendiendo en un tramo de pendiente acusada hasta el pueblo de Buslaz, donde había otro panel informativo de la misma.
Hasta este pueblo empleé en realizar la ruta unas 2h45.
Una vez en dicho pueblo se me ocurrió la idea de preguntar por la vuelta, pero por carretera.

 
Estaba un poco harto del barro y de los diferentes tramos en la que la había dividido en mi mente, así que se me hacía un poco pesada la idea de volver sobre mis pasos.
Todo lo que fuera menos de 15 km hasta el coche por carretera me valía, así que paré un coche en el pueblo, pregunté al conductor  y éste me dijo que en mucho menos de tres horas seguro que llegaba y encima que me iba a decir un atajo. Así que dicho y hecho, me indicó los desvíos que debía tomar para llegar a Amandi y entonces empecé a caminar, desviándome a la izquierda una vez que alcancé la carretera general que bajaba hasta Villaviciosa.
Por la misma anduve sobre cinco kilómetros. Iba al encuentro de unas viejas escuelas restauradas como turismo rural y llegado a su altura iba a tener que desviarme otra vez a la izquierda en un cruce donde había un gran árbol.


 
Alcancé dichas escuelas y una vez que tome el desvío a la izquierda puede ver a lo lejos el siguiente desvío que tenía que tomar (en este caso a mano derecha).


Llegué a dicho desvío y ya continué sin novedad alguna, saliendo por carretera a la altura de la iglesia de Amandi, observando en mi marcha la localidad de Villaviciosa.

 
Alcancé finalmente la iglesia del Románico tardío de San Juan de Amandi, que según parece es del siglo XIII.

 
En unos cien metros salí a la carretera general, caminando otro Km más de regalo para llegar al coche sin más novedad que haberme pegado una buena pateada por asfalto y regresando en un par de horas desde el pueblo de Buslaz.
Ruta muy guapa que me ha sorprendido por la belleza en la mayoría de sus tramos, ideal para hacerla en un solo sentido.
 http://foro.asturmet.com/index.php/topic,3418.0.html

3 comentarios:

  1. Bona descripción y perguapes semeyes.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que te haya gustado Arturo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. hola buenas ,ayer dia 30 de mayo hice la ruta de los molinos por segunda vez ,la cual me encanta ,pero lo q me llamo la atencion ayer es q la mitad de ruta en agua del rio se encontraba de un color blanquecino muy rara y la otra parte normal , quisera saber debido a que es.un saludo

    ResponderEliminar