miércoles, 26 de noviembre de 2014

XXXVI CROSS VILLA DE GIJÓN.


Fecha: 23-11-2014.

Lugar: Gijón.

Distancia: 11,5 Km (no homologados).

Tiempo…..     Oficial: 58:34

                        Neto:    57:55

Precio: 8 Euros.

Comentario:
Llegaba de nuevo esta carrera en la que había participado el año anterior con muy buenas sensaciones por mi parte en cuanto a mi rendimiento durante el transcurso de la misma, así que nada más finalizarla hacía doce meses ya, me había propuesto el incluirla como fija en mi calendario en las carreras populares que pudiera disputar a partir de aquel momento.

En la carrera había una pequeña novedad en cuanto a la distancia ya que si el año anterior la distancia había sido de 12 km, este año había sido disminuida por la organización hasta 11,5 km ya que la carrera acababa en el velódromo situado algún centenar de metros antes de las pistas de atletismo de Las Mestas al encontrarse dicha pistas en obras.

Tengo que reconocer que hace un mes todavía no era fija mi participación en esta típica carrera ya que al tener previsto participar la próxima semana en la Media Maratón de San Sebastían, pensaba que podía perjudicarme el meterme a correr en ritmos superiores a los que suelo llevar en mis escasos rodajes de esta segunda mitad del año.

Pero por otra parte estas últimas semanas y debido quizás a mi excesiva precaución para meterme largos y rápidos rodajes (debido desgraciadamente a ese miedo a lesionarme y perderme la media antes citada, ya que me parece que debo ser algo propenso a tirones y demás infortunios propios de los runners) me estaba sintiendo muy bien a nivel físico, guardando los días de reposo respectivos (como dicen los manuales) así como fortaleciéndome a nivel de “body” con los diferentes ejercicios que suelo realizar bajo techo en el gimnasio, así que al final decidí apuntarme a esta carrera ya que pensaba que me dará tiempo al final con una semana de baja intensidad de recuperarme para esos tan ansiados 21 Km de Donosti.

A este aspecto positivo que acabo de decir se unían otros dos del mismo sentido.

El primero, la compra de unos playeros de correr nuevos que iba a estrenar de forma oficial en esta carrera y en los que notaba algo menos el cansancio habitual de estos últimos meses.

Y el segundo aspecto positivo, importante como pocos, era la rebaja en cuanto peso que he sufrido en este par de meses desde que me apunté a la carrera de la próxima semana.

De un pico de 83 Kg con los que llegué de vacaciones en Septiembre, mi peso actual que estoy manteniendo y bajando poco a poco se sitúa en torno a los 78 Kg, con alguna cota inferior (después de ir al gimnasio) de 76,5 aprox.

La receta para esto que digo se puede decir que ha sido “Motivación o haber tenido en mente algún objetivo runner a corto o medio plazo”, así que al final decidí que fuera pasteles, bollería (alguna palmera para quitarme el mono cae por semana, pero no como antes) y fuera las cantidades de grasas que ingería a través de esos embutidos que tanto me gustan (sigo comiendo algo de embutido o queso curado pero no en las cantidades industriales de antes).

A todo esto se unen también las cinco comidas,  a las que me he acostumbrado a rajatabla, ingeridas en pequeñas cantidades (el metabolismo mío parece últimamente no tener vacaciones…), así que creo que voy camino en unos meses y sin pasar hambre de los 75 Kg (y eso que casi todas las semanas cae alguna comida por el exterior como fue el caso del fin de semana pasado con un cordero a la estaca para cenar el viernes y comida por fuera el domingo), así que se puede decir que la rebaja de peso en la que estoy inmerso parece que ha venido a quedarse para una buenísima temporada.

Volviendo a la carrera (que me enrollo más que Fidel Castro…), este domingo, día de la carrera, me levanté a la 08h para prepararme tranquilamente y desayunar cuatro tostadas con mermelada, un yogur, un plátano, un zumo y una taza de cola cao.

El día anterior había comido pasta y había cenado pizza y un cuarto de otra (de las medianas del Telepizza), con lo cual se había producido un aumento en mis reservas de carbohidratos “buenos”, aumento que yo creo que noté para bien, al final de la carrera.

Llegué a las Mestas, donde aparqué el coche a las 09h30 en un día feísimo con bastante lluvia y tras recoger el dorsal (---), la camiseta, un litro de leche y un pequeño libro referente a palabras relacionadas con el running, decidí ir tomar el clásico café de antes de las carreras.

Acto seguido, vuelta al coche para terminar de ponerme a punto para la carrera y bajo la lluvia empezar a calentar a falta media hora para el comienzo de la carrera (dicha carrera la había ideado como un rodaje largo y de calidad de aprox 15km entre la suma de la distancia oficial y la distancia recorrida durante el calentamiento).

Me situé entonces sobre los comienzos de la segunda mitad del pelotón de corredores y al poco (un par de minutos aprox.) dieron la salida.

Estábamos apuntados para esta carrera unos 1.500 corredores, cifra que no pareció notarse en exceso para los primeros centenares de metros de la prueba.

Salida de la prueba y primeros metros.




Me noté con las mismas buenas sensaciones en esos primeros metros que había tenido durante la media hora anterior al inicio de la carrera, así que corriendo con una cierta facilidad a la que no estaba acostumbrado y sorteando en ocasiones a algunos corredores, llegué a la altura del primer km (ya en el paseo de la playa) donde me dio por mirar el crono, marcando éste un tiempo de 05:04 (el año anterior había marcado en torno a los 5 minutos, pero yo creo que con mejores sensaciones este año respecto al anterior).

Tocaba seguir por toda la avenida de la playa hasta el Ayuntamiento, avenida que estaba siendo ocupada en sus dos márgenes por todo el pelotón de corredores que en esos momentos transitábamos por allí.

Tras dicha avenida, ya bastante conocida por los corredores, por ser la parte final de los 10 Km y la Media de Gijón, tocaba giro a la izda hacia la plaza del Ayuntamiento de Gijon y transitar por un centenar de metros aprox por un terreno bastante resbaladizo por encontrarse éste mojado.

Tras salvar sin problemas “este primer peligro del día”, la carrera nos llevaba por la zona del puerto deportivo de Gijón en dirección al Barrio de La Calzada.

Me iba encontrando muy bien, notando que llevaba ritmos próximos a los 5 min/Km y en todo momento controlando el ritmo que me estaba marcando para no obcecarme con mayores metas en relación a los tiempos de paso que me pudieran pasar factura en la parte final de la carrera.

Tras el largo tramo recto de la Avda Juan Carlos I (ya se había pasado el km 3), la carrera nos iba adentrar en el barrio mencionado anteriormente.

El tramo que iba a venir ahora era en sentido ascendente, tramo que superé con mucha más facilidad de la que esperaba a base sobre todo, de la fuerza del tren superior, así que parecía que se iban dejando notar en esta carrera los diferentes ejercicios de pesas que he ido llevando a cabo en los días de “descanso activo” en el gimnasio durante este último par de meses.

Tras pasar el panel del km 4, panel que milagrosamente vi, pero en el que me negué a controlar el tiempo que llevaba ya que quería ir corriendo solamente a base de sensaciones, venía una recta en su mayor parte en ligero sentido descendente en la que me notaba muy fluido en mi forma de correr para lo que en mi suele ser costumbre.

Al final de dicha recta, en el km 5, venía el avituallamiento líquido en el que aproveche a pillar un botellín de agua para tras pegar 4 ó 5 sorbos, tirarlo inmediatamente al suelo.

No localicé el panel del 5º km, así que aunque mi intención (más que nada por curiosidad) era en un principio ver el tiempo que llevaba a mitad de la decena de Km, tuve que quedarme con las ganas de saber dicho tiempo.

Tocaba giro a la izda en el cruce principal del barrio gijonés, para afrontar entonces ya la larga recta que nos iba a obligar a pasar por encima de la autopista hasta el barrio del Llano.

Aquí era cuestión de paciencia, ya que después de un tramo de ascenso de varios centenares de metros, ya pude ver a lo lejos el final de este tramo de un par de km con toda la riada de gente corriendo por el mismo.

Me sentí muy bien en este tramo y aunque sí que es verdad que hubiera podido más rápido, la cabeza me iba diciendo que “no me embalara”.

Así que por una vez hice caso de los avisos de la misma y aunque seguía a buen ritmo (dentro de lo que es nivel actual se entiende…), notaba en todo momento que iba con una marcha menos de lo que hubiera podido ir en caso de hacer caso omiso a las advertencias del órgano pensante.

Tras cruzar por debajo la carretera vieja de Gijón a Oviedo (Km 7),  la carrera se volvía más liviana para el ritmo de carrera ya que en este 7º km la carrera nos iba a llevar por un tramo ligeramente descendente en busca de la curva del 8º km.

Por el Km 7.


Iba dividiendo la carrera en diferentes tramos para hacérmela un poco más llevadera para la cabeza, así que cuando llegué a esta curva que marcaba prácticamente el final del segundo tercio de carrera y viendo el ritmo que llevaba y que todavía el cansancio no había hecho acto de presencia, ya supe que el resultado final de la carrera (en cuanto a tiempo) iba a ser satisfactorio en esta ocasión.

En el último tercio de carrera.


3,5 Km faltaban, así que sin aminorar mi ritmo seguí ganando metros a la carrera cuando casi sin darme cuenta levante la vista y veo que el panel de los 10 Km ya asomaba a unos 20 – 30 metros, así que iba a poder llevar a la práctica una de las ideas que tenía en mente como era controlar el tiempo de paso de la decena de km, observando entonces en el crono un tiempo de 50:34 (año anterior en torno a los 51 minutos), mejor tiempo en dicha distancia desde el 2012.

“Ya era cuestión de aguantar como fuera el km y medio que me quedaba” pensé, así que aunque noté que el ritmo había decrecido unos segundos desde el km anterior, al final pude aguantar el tramo final para entrar en el velódromo con un tiempo oficial de 58:34 y tiempo neto (tomado por mí) de 57:55.

Llegué un tanto fatigado a la meta, pero la verdad en algo menos de medio minuto ya me había recuperado prácticamente, señal que algo de forma estoy cogiendo, así que me dirigí a recoger la bebida isotónica y la bolsa que contenía un par de frutas.

Me encaminé entonces hacia las gradas del velódromo donde me puse a estirar algo y a comer el plátano y la naranja (qué mala era por dios...) que contenía la bolsa y acto seguido ya me fui a por el coche, donde me cambie la ropa y puse rumbo a casa.

En cuanto a la carrera del día, decir que me salió en cuanto al ritmo parecida a la del año pasado, con la salvedad que en la de este día llegaba con menos km acumulados en las piernas y menos peso.

En resumen, buena carrera me salió esta vez, muy disfrutona y a nivel físico el cuerpo no se me quejó.

Ahora, a ver la próxima semana…


D698
JOSE MANUEL MARRAS RODRIGUEZ
Puesto:977
Tiempo:00:58:37
 Resultados Completos

DorsalNombreApellidosLocalidad
698JOSE MANUELMARRAS RODRIGUEZOVIEDO
Puesto Gen.Tiempo OficialTiempo NetoClub
97700:58:3700:00:00
CategoríaSexo
VETERANOS B MASCMasculino
DISTANCIA11500 M
RITMO0:05:06
PUESTO SEXOM- 896
PUESTO CATEGORIAVTBM- 202 (DE 0)

domingo, 9 de noviembre de 2014

ZAPATILLAS DE CORRER NIKE VOMERO 9


Día: 06-11-2014.

Lugar: Deportes Arconada (Gijón).

Precio: 119 Euros.

Comentario:
Llevaba ya algún tiempo notando un buen desgaste en los playeros de correr que había comprado el año pasado, los Nike Vomero 7, así que no había dudas y tenía que comprar calzado nuevo y el sitio escogido para conseguir otros nuevo iba a ser el mismo del año pasado o lo que es lo mismo Deportes Arconada en Gijón.

Tras probar varios modelos, la opción escogida fue finalmente los Nike Vomero 9.

La pequeña anécdota de esta compra fue que al día siguiente tuve que ir a cambiarlos por un número mayor, con lo cual con dicho cambio creo que he ganado bastante en el tema comodidad a la hora de correr.

Foto de las que se van de forma oficial aunque seguiré utilizándolas para entrenos, las Nike Vomero 7.



Información de las nuevas con una imagen de las mismas.

 La nueva Nike Zoom Vomero 9 que se trata de una zapatilla para todos aquellos usuarios que busquen comodidad, amortiguación y estabilidad.
 Información General
Categoría: Zapatilla de entrenamiento.
Peso: 335 gramos
Tipo de pisada: Neutra
Recomendado: Corredores de más de 75 kilos que busquen una zapatilla cómoda y amortiguada para entrenamientos a diario.  La puedes utilizar para tus rodajes largos. Neutros
Características
Las nuevas Nike Zoom Vomero 9 siguen siendo una zapatilla de running destinadas a entrenamiento diario. Es una zapatilla muy cómoda, estable, y muy bien amortiguada que hará las delicias de todos aquellos runners que quieran disfrutar una carrera suave. La versión nueve viene con pocos cambios exceptuando algunos en el upper y mantienen la misma mediasuela.
La zapatilla ofrece tecnología Dynamic Fit en su upper que mejora el ajuste, así como dispone de una malla superior ligera que mejora la transpiración del pie.
En cuanto a la media suela está fabricada con material Cushlon que provoca una amortiguación muy suave pero resistente. Las ranuras flexibles profundas y la almohadilla de absorción de impactos articulada ofrecen una libertad de movimiento natural y una gran comodidad mientras corres.
Conclusión
Se trata de una zapatilla cómoda y suave. Destinada a entrenamientos diario o bien para preparar distancias como una Maratón. Usuarios de más de 75 kilos y de pisada neutra.