Día:
27/01/2015.
Comentario:
Acabo de
recibir en el correo, uno de los típicos mensajes de algún foro de corredores
en lo que se me da contestación a una pregunta que siempre se me pasó por la
cabeza.
Esta es la
contestación a dicha pregunta:
Lamentablemente, son pocos los
corredores que pueden pasar una temporada entera sin sufrir
alguna lesión.
Un corredor utiliza al máximo sus
músculos y por ende quedan expuestos a lesiones musculares (desgarros,
contracturas, etc).
Sin embargo, no es necesario que sufras de
una lesión muscular para que exista daño muscular, ya que cuando exiges
al máximos tus músculos suelen producirse daños que aunque sean minúsculos
deben ser reparados.
Afortunadamente, tu cuerpo cuenta con la
capacidad suficiente para reparar buena parte de los daños que sufren tus
músculos.
Sin embargo, para ello necesita de tiempo
suficiente y de los nutrientes necesarios para que tus músculos no solo
queden reparados sino mas fortalecidos.
Para que puedas entender un poco mas de lo
que pasa dentro de tu cuerpo ante la existencia de daño muscular, a
continuación te contamos algunos detalles de como es el proceso de
reparación muscular.
LOS MÚSCULOS
Aunque es normal ver a los
músculos como una unidad (el biceps, el cuadriceps, los abdominales, etc),
cada músculo esta compuesto por muchísimas fibras musculares, cuyas
contracciones en forma conjunta generan los movimientos.
En nuestro cuerpo existen tres tipos de
músculos:
a) el cardíaco se encuentra en nuestro
corazón;
b) el músculo liso que controla las
funciones involuntarias como la digestión y la presión arterial
c) el músculo esquelético que mueve
nuestro cuerpo.
Por último, vale destacar que una de las
características importantes del tejido muscular es que está
formado por células post-micóticas, que son aquellas incapaces de
proliferar o “reproducirse”, por lo que la reparación de los daños musculares
está en cierta medida limitada.
REPARACIÓN DEL TEJIDO MUSCULAR.
La capacidad del tejido muscular
para lograr una reparación funcional completa depende del tipo y la gravedad
del daño sufrido.
La mayoría de los tipos de lesiones
musculares suelen seguir estas fases: 1) fase inflamatoria y degenerativa
aguda; 2) fase de la reparación y 3) fase de remodelación.
Ante un daño en tus músculos, las
células inflamatorias entran en acción: los macrófagos, son
enviadas al sitio de la lesión y eliminan áreas del tejido
dañado y lo que haya de sangre acumulada. Más tarde, los
fibroblastos producen tejido de granulación.
Aunque las fibras musculares
esqueléticas no pueden reproducirse a sí mismas, una pequeña población de células
musculares satélite que se encuentran inactivas en las membranas
celulares pueden colaborar con la reparación.
Ante la aparición de un daño
muscular, las células satélite se activan, proliferan y
producen células satélite adicionales y células musculares mononucleares que
resultan similares a mioblastos embrionarias (células que participan de la
formación de tejido muscular).
Estas nuevas células musculares
mononucleares, se fusionan con el tejido muscular existente y de esta
manera se comienza a reparar la zona dañada.
ATENCIÓN
Ante daños musculares de importancia (como
un desgarro) donde los extremos de las fibras musculares están muy
distanciadas, tu cuerpo utiliza tejido conectivo para ocupar el espacio.
Esta cicatriz de tejido conectivo, no
tiene las mismas propiedades contráctiles de las fibras musculares y puede ser
un problema y/o causa de futuras lesiones.
LO MAS IMPORTANTE
De lo dicho, nos parece importante
destacar lo siguiente:
- La inflamación es parte del proceso
de reparación, y por ello te recomendamos evitar el abuso del consumo de
medicamentos anti-inflamatorios.
- Cuanto mayor sea el daño muscular, mayor
tiende a ser la cicatriz de tejido conectivo que se genera y puede verse afectado
el funcionamiento muscular. Cuida tus músculos y evita lesiones de
importancia.
- El R.I.C.E
(rest, ice, compressión, elevation), es una excelente forma de mantener y
tratar la salud de tus músculos, debido a que este acrónimo que significa
reposo, hielo, compresión y elevación, contribuye a minimizar el hematoma del
músculo lesionado y en consecuencia, el tamaño de la cicatriz de
tejido conectivo.