lunes, 30 de diciembre de 2013

SAN SILVESTRE ANGULERA DE SAN JUAN DE LA ARENA 2013.



Día: 28-12-2013.

Lugar: San Juan de la Arena.

Distancia: 3,9 km (no homologados).

Cuota Inscripción: 5 Euros.


Comentario:
En este día nublado me presenté con Noe en San Juan de la Arena para disputar la S.Silvestre de esta localidad costera ya que Raquel me había animado hacía algunos días para que nos apuntáramos para correrla.
Así que sobre las 14h30 partí de casa hacia dicha zona con la intención de realizar un pequeño circuito por los alrededores para sacar alguna que otra foto de la costa y del mar revuelto debido al fuerte viento que reinaba en este día.
Foto por la zona de la playa del Aguilar.

Desde esta zona de la playa del Aguilar me dirigí por una carreterina con destino a otra localidad, San Esteban de Pravia, antiguo puerto industrial de Asturias que tuvo mucha importancia desde finales del XIX hasta mediados del XX ya que daba salida del carbón extraído de los valle mineros.
Llegué al mirador del Espíritu Santo, presidido a su entrada por la ermita del mismo nombre.

Desde la zona del mirador se podían apreciar extraordinarias vistas de la costa al Oeste.

Y hacia el Este, buenas vistas de la playa de los Quebrantos, así como del playón de Bayas con la isla de Deva.

Continuamos entonces con el coche dirección a San Esteban de Pravia.
Vista del pueblo de San Esteban.

Como se nos hacía tarde, ya que me gusta llegar a los sitios con bastante antelación, renuncié a visitar el muro marítimo de San Esteban así que puse rumbo a San Juan de la Arena, donde tras aparcar el coche, lo primero que hice fue recoger el dorsal (340) y la camiseta conmemorativa de la prueba.
Imagen de la camiseta.

Me fui a dar una pequeña vuelta por el pueblo, sacando alguna foto de su iglesia, así como de alguna casa de indianos.



Cuando nos disponíamos a tomar un café, resulta que sonó móvil y era Raquel llamando para ver por dónde estábamos, así que esperamos a por Raquel y su marido para tomar algo en un café que nos llamó la atención por fuera.

Tras el oportuno café ya nos dirigimos a los coches a prepararnos para la carrera, aunque ganas, ganas, como que no había muchas en esos momentos ya que había empezado a llover unos minutos antes. De esta pinta estaba el menda preparado para correr en este día (estrené chubasquero que me vino genial tanto para el calentamiento como para la carrera).

Habíamos quedado en reunirnos todos bajo unos arcos, así que a falta de media hora aprox empecé a calentar ya que R y L estaban tardando en llegar.
Cuando llevaba un cuarto de hora calentando ya tenía medio dorsal bastante húmedo por la lluvia, así que fui a pillar un plástico para protegerlo y poder hacer “que me reconocieran en caso que llegara el primero” (nunca se sabe…).
En este momento me reuní con R y L que estaban también con el tema de la protección del dorsal y acto seguido con algunos “peros” de Luis (debido a que corría de manga corta, estaba lloviendo y que no le apetecía nada ponerse a correr bajo la lluvia) y ante la insistencia de Raquel empezamos a calentar los tres juntos por las calles de S. Juan de la Arena.
Tras unos minutos trotando ya nos situamos en la salida donde no había las aglomeraciones de gente de otras carreras de este año ya que en esta, solo admitían a 300 corredores (es una de las cosas buenas que tiene esta carrera), así que se suponía, como así fue, que no íbamos a tener que pelearnos mucho por ganar posiciones con el peligro que ello conlleva siempre a la hora de la salida.
Circuito de esta S. Silvestre Angulera del 2013.

Dieron la salida en la que salí más rápido de lo habitual y tras unos centenares de metros corriendo dirección a Soto del Barco por la calle Bajamar, giramos a la izquierda para adentrarnos de nuevo en el pueblo donde las calles nos iban a ir llevando dirección a la zona de la playa.
En todo este tramo inicial iba bastante cómodo y notando como el ritmo que llevaba era algo más alto de lo habitual pero la verdad me notaba bastante bien.
En la zona de la playa, ya a las afueras del pueblo, tocaba otra vez un cambio de sentido donde el aparcamiento de dicha playa para tomar dirección de nuevo hacia el pueblo y adentrarnos en él por la larga calle Rubén Darío.
En el tramo de esta calle sí que notaba algo en sentido negativo el alto ritmo que había llevado en los minutos anteriores, pero iba manteniendo la zancada y más o menos la velocidad ya que al no ser una carrera larga podía permitírmelo (de haber sido una de 8 ó 10 Km no hubiera más remedio que haber bajado el ritmo o seguramente no haber empezado tan fuerte).
Estas carreras cortas de Castrillón y la de San Juan me han venido muy bien para ganar algo de velocidad para futuras carreras.
Al final tengo que reconocer que iba algo cascado, así que ni intenté sprintar en los metros finales ya que pensaba que no tenía razón de ser el incrementar el ritmo para ganar unos pocos segundos.
Al final un tiempo tomado por mí de 16:54, algo por debajo de lo que me había imaginado en casa, así que bastante contento por las sensaciones a la hora de correr y sobre todo por no notar ninguna sensación extraña a nivel físico.
Entré en meta y tuve que ponerme a cola de corredores ya que algo más adelante nos pasaban un lector por el dorsal para tomarnos el orden y el tiempo, de ahí que en los tiempos oficiales me pusieron aprox 3 minutos más de lo que hice en realidad (nota negativa de la carrera), que son los minutos que estuve esperando a que me escanearan.
Al final el tiempo oficial que me dieron fue de 19:43 que para nada puedo considerar como válido.
En la general acabé el 164 de 260 participantes.
En la llegada nos dieron una chocolatina y bebida isotónica, así que comparada con la de Piedras Blancas era una línea de meta “tristona”.
Pocos minutos después nos reunimos todos y rápidamente nos despedimos ya que el tiempo no estaba precisamente para estar hablando.
Noe y yo pusimos rumbo a Lamuño donde habíamos quedado con MªJesús y Roberto para ir a cenar.
Me duché en la cabaña y acto seguido fuimos hasta el pueblo a tomar algo y a esperar a Roberto ya que tenía reunión con los vecinos.
Una vez que Roberto se reunió con nosotros ya pusimos rumbo a Oviñana que era donde habían reservado, concretamente en un lugar que ya conocía, el “bar el Café”.
Foto de las chicas una vez sentadas en la mesa.

Las chicas pidieron una ñocla y unos fritos de pixín que estaban muy ricos y en mi caso y el de Robert pedimos unas parrochas y en mi caso una de callos con patatas que estaban la verdad muy buenos.
Tras la cena nos dirigimos a un bar cercano regentado por una pareja en la que ella conocía a mi padre y una vez que los dos de siempre se acabaron los Gin-Tonics abandonamos el lugar y ya pusimos rumbo a casa, pasando primero por Lamuño para dejarlos en la cabaña.
Buena tarde la que se pasó y satisfecho por como salió la carrera y las sensaciones que tuve en el transcurso de la misma y después.







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