martes, 28 de enero de 2014

VII CARRERA POPULAR ANA MELIA MENENDEZ (o como correr casi un par de veces dicha carrera).


Día: 26-01-2014.

Lugar: Trevías (Valdés-Asturias).

Distancia: 10 Km (homologados).

Tiempo: 51:54 (Oficial 52:04).

Precio: 12 Euros.

Comentario:
¡Por fín!.. Después de dos años pude conseguir volver a esta carrera, a la cual le tengo “un cariño especial” ya que fue mi debut hace 24 meses en el tema del running y de las carreras populares y hasta la fecha no había podido volver por el tema físico principalmente, así que para el concejo de Valdés me fui, concretamente a la localidad de Trevías.


Así que desde hacía meses y antes que comenzara el periodo de inscripciones, esta carrera ya la tenía en mente y tenía programado que a finales de enero un fin de semana estaría reservado a la misma si no surgía ningún imprevisto que en mi caso y conociéndome nunca se sabe.

Cartel de la prueba.



Peroooo….  ese posible imprevisto no me iba  a defraudar en su visita y el mismo iba aparecer algunos días antes en forma de gripe, así que desde tres o cuatro días antes de la carrera ya me iba sintiendo con una cierta debilidad en progresión hasta que finalmente el viernes por la noche ya decidí meterme en cama y esperar a ver si recuperaba durante todo el sábado y así poder asistir a la carrera el domingo aunque no fuera del todo en las condiciones mas idóneas para correr (“sarna con gusto no pica, según dicen”).

Me temía en algunos momentos del viernes por la noche, como la gripe me iba a fastidiar la carrera de este día.

Iba en este día por decirlo así “cuesta abajo” en cuanto al tema físico, tanto que si la carrera hubiera sido el sábado seguramente no hubiera podido acudir tal como me iba encontrando de fuerzas y encima con la sensación del estómago vacío.

Pero lo que es la vida, al final estaba tan obsesionado con esta carrera que el viernes por la noche, en uno de mis pigazos soñé con la misma y conmigo corriendo en ella o por lo menos corriendo por las calles de una población que en el sueño yo catalogaba como la carrera de Trevías.

Durante el sueño, ¡Qué angustia por Dios!...
Comencé la carrera que al parecer consistía en dos vueltas por el pueblo y a medida q iba corriendo me iba adelantando todo cristo hasta el punto que llegó un momento que en esta carrera virtual miro para atrás y veo a una chica que me adelanta y detrás de ella estaba el coche escoba con una especie de banderín rojo apurando  a los más lentos.
Durante todo el sueño era consciente de mi posición. Yo intentaba correr pero cuanto más corría más se acercaba el famoso coche escoba, sintiéndome acosado por el susodicho coche escoba y una especie de carromato que debía hacer las veces de ambulancia.

Todo esto, la verdad, me hacía sentir angustiado y cansado durante todo el tiempo que duró el sueño.

Así que llegó el final de la primera vuelta y de repente cuando miro para atrás y estaba intentando incrementar todavía más el ritmo para que no me atropellaran (“parecía que iba a ritmo de un paso pa lante y dos pa tras”), no sé como pero desperté del maldito sueño.

Lo primero que sentí fue una mezcla de angustia, ansiedad y alegría, siendo ésta última por descubrir que la mala experiencia se había quedado en lo que había sido, un sueño y que todavía me quedaba un día para poder recuperarme e iba a hacer todo lo que fuera posible para recuperarme lo más pronto posible y el tema era que “lo más pronto posible” se reducía a poco más de 24h.

Así que durante casí todo el día del sábado decidí permanecer en la cama, tomando mucho líquido y a tratamiento con una medicamento que a mí me suele ir bastante bien cuando me da la gripe o veo que me quiere dar, como es el Efferalgán.

El viernes había cenado pizza y aún así me notaba débil con la sensación de vacío en el estómago, así que durante el sábado, tanto para la comida como para la cena lo que comí fue básicamente pasta para ver si llenaba algo el organismo de hidratos de carbono, tan necesarios para correr.

Al final salí de la cama el sábado en torno a las 19h, notándome en esos momentos bastante mejor que un día antes cuando decidí acostarme, así que por lo menos estaba mejor a nivel físico y también más animado que la tarde anterior ya que veía mi participación muchísimo más clara que 24h antes.

La noche del sábado decir que no pegué mucho ojo ya que me había pasado bastantes horas del día anterior durmiendo y eso me estaba pasando factura.

Lo bueno era que me iba sintiendo con buenas sensaciones en cuando al dolor de cabeza, así que tras unos cuantos pigazos (esta vez sin correr ninguna otra carrera, gracias a Dios), me levánte a las 08h del Domingo dispuesto a prepararme para ir a correr la séptima edición de esta carrera.

Decir que para desayunar tomé un zumo de naranja y un plato de pasta con un plátano troceado y tras los oportunos preparativos, pillé el coche a las 09h15 y puse rumbo a Trevías llegando al pueblo sobre las 10h30 (esperé un cuarto de hora en la cuneta aparcado a que viniera en otro coche Raquel y una compañera llamada Mariane, la cual iba a disputar su primera carrera de 10Km).

Aparcamos sin problemas los coches muy cerca de la salida y tras recoger los tres los dorsales (el 203 me tocó), pusimos rumbo junto a mi mujer, a tomar en un bar el habitual café (en mi caso con bayles) para que me alterara un poco el organismo y así poder correr algo más rápido y con menos sensación de fatiga (jajajajajaja, me río yo de esto último que acabo de poner en cuanto a la disminución de la fatiga en este día….).

Tras el café, nos fuimos hasta los coches para poner los dorsales y ponernos en plan para calentar.
En esta ocasión no calenté mucho.
Trotamos, saliendo tras recorrer unos centenares de metros a la carretera general.
Un par de vueltas, parada en el baño de las chicas  y rápidamente nos fuimos a la salida ya que faltaban aproximadamente cinco minutos cuando nos aproximamos a dicha zona.

Foto de los tres antes de comenzar la carrera.

Nos situamos sobre la mitad del pelotón de corredores y se agradeció mucho la poca espera que tuvimos que hacer para que nos dieran la salida.

Pero antes de seguir con el relato, fotos del circuito de la prueba y del mapa de la zona de la salida.



En cuanto al tiempo ya que no he mencionado nada, decir que estaba un día con una temperatura muy buena para correr, en torno a los 15 grados y parcialmente soleado.

Pues estábamos en la salida y sonó el pistoletazo que daba vía verde para que empezáramos a correr.

Tras el disparo tardé unos 10 sg en cruzar la línea de salida, puse el crono y fui adelantando algunas unidades del grupo de corredores.
Tenía buenas sensaciones (acababa de empezar claro, cómo pa no…) y tras el corto repecho del puente sobre el rio Esva, que noté un poco en las piernas, la carrera daba un giro a la derecha para ir en ligero sentido ascendente en busca del primer km, a las afueras del pueblo.
Me notaba bien, iba ligero y a buen ritmo. No tenía mucha idea qué ritmo llevaba pero estaba a gusto con él, aunque quizás sabía que era un poco más elevado del que suelo emplear habitualmente al inicio de las carreras.
Pero aún así seguí corriendo al mismo ritmo y de repente cuando apareció el panel del 1º Km veo que llevaba un tiempo de 04:4O.

Foto con cara de velocidad de crucero en pleno esfuerzo.


Puffffffffffff, “demasiado alto para mí” pensé para lo que yo hubiera pretendido para ese primer km, pero yo seguía en mi plan de no aminorar la marcha.
Me encontraba bien  y nada más pasar ese primer km, tocaba cambio de dirección y tomar la carretera en sentido descendente que me iba a llevar hasta la zona donde estaba situado el panel del tercer km, previo paso por el del segundo km.
La carrera entraba de nuevo en el pueblo para salir del mismo por el norte y tras la última casa aparecía  el cartel del km 2.

Foto corriendo por el pueblo (el corredor que se ve en la foto que me precedía más que correr parecía que iba marchando)

Miré otra vez el crono por curiosidad y vi un tiempo de 09:25. Pensaba, “Hostiaaa, de seguir así y defender la ventaja que parecía estar ganando en esos dos primeros km y en los venideros, podría estar por 48 ó 49 minutos aproximadamente, tiempo en el que yo creo que podría correr actualmente.

Pero nada más lejos de la realidad.
El ritmo era bueno, muy alto para lo que estoy acostumbrado al empezar las carreras largas, así que iba con la sensación de que se me iban gastando las fuerzas más rápidamente de lo que me gustaría y pensaba “solo has hecho una quinta parte de la carrera y ya tienes una pequeña sensación de cierto cansancio y te quedan todavía 8 km para intentar defender este paso por km, así que no llegas ni de coña a meta como sigas así”.

Pero una cosa es lo que pensaba en el km 1, otra lo que pensaba en el km 2 y otra cosa, “la real”, que el cuerpo me iba marcando y vaya si me marcó a mi paso por el km 3.
No recuerdo muy bien del tiempo exacto de paso por el km 3, pero me parece que era un tiempo de 14:35 aprox.

Ahora en casa, estoy pensando que cualquier día me llevo papel y boli para ir apuntando los tiempos por km en alguna carrera que dispute y que me interese especialmente, ya que estando en carrera me suelo acordar pero luego cuando estoy en casa me viene el sindrome del Alzheimer y al quererlo plasmar en el texto se me acaban olvidando los tiempos de paso por Km.

Lo que sí recuerdo es que haciendo cálculos del tiempo de paso en los tres primeros km, en esos momentos estaba por dejabo de los 5 minutos por km, pero sabía ciertamente que el tercer km ya lo había realizado por encima de los 5 minutos y el tema no era que hubiera bajado a propósito el ritmo para controlarlo mejor, sino que era el propio el cuerpo el que me había bajado el ritmo producto ya del cansancio acumulado producto de los tres primeros km.

El siguiente paso que me esperaba era el del Km 4, situado en la recta de entrada al pueblo, la cual se volvía ahora en sentido ascendente.
Aquí, en este tramo, lo que más noté fue el viento en contra que hacía algo más lenta la carrera de lo que me hubiera gustado. Si a esto anterior se unía que ya iba justo de fuerzas, la conclusión estaba clara y corría plenamente consciente de que iba hacer otro km por encima de los 5 minutos.
Creo que la pancarta del cuarto km no la vi o si la vi ni me acuerdo ya que iba corriendo y mirando para el asfalto. No quería ver la larga recta de entrada al pueblo, así que supongo que igual se me pasó.
Iba pensando y calculando el tiempo que podía hacer a mitad de carrera, en el km 5 situado en la entrada al puente del Esva por el que había salido al inicio de la carrera.
Yo seguía con mi correr cansino y en el paso por mitad de carrera se agradecía la gente animando a los corredores agolpada en las aceras.
Miré el crono a mitad de carrera y llevaba unos segundos por encima de los 25 minutos.
En este momento y viendo el tiempo que llevaba ya sabía que no iba a mejorar la marca de unos 49:50 realizada hace dos años en esta misma carrera.

Si tengo que ser sincero, esto ya lo sabía desde hacía un par de km, pero sentía curiosidad por el tiempo de paso intermedio de carrera.
Así que entonces para motivarme un poco para el resto de la carrera y viendo que iba bastante jodidillo, lo que hice fue pensar en algún objetivo menor para motivarme como digo para los km venideros.
Primero, el objetivo que pensé fue bajar de 55 minutos ya que sentía que tal como iba, igual peligraba hasta el bajar de dicho tiempo.
Pero llegó entonces la siguiente reflexión (que conste en acta que todo esto iba pensando mientras iba corriendo) y era que iba a intentar mejorar la marca realizada en el año 2013 en Gijón en la distancia de 10 km homologados con un tiempo de 52:06.
Por lo menos era éste un objetivo que me motivaba bastante más que el anterior que había pensando, así que intenté en la medida de lo posible no ir perdiendo mucho tiempo a lo largo del paso por cada Km.

Tras el paso por el km 5 la carretera seguía en su línea ascendente hasta dar de nuevo con el cambio de dirección que ya había realizado en el inicio de la primera vuelta tras el paso por el primer km.

Si en la primera vuelta, el giro lo había dado con una cierta rapidez, incluso casi saliendo por la cuneta, en esta segunda vuelta, este giro se había vuelto muy cansino, ya que me iba simplemente dejándome llevar producto del cansancio de las piernas y del ya intento fallido de bajar de los 50 minutos.
Se agradecía este cambio de dirección ya que la carretera se volvía de nuevo en sentido descendente, aunque tengo que decir que yo en esos momentos apenas notaba si era ascendente o descendente el tramo por el que iba corriendo.

De nuevo rumbo hacia las casas del pueblo y me esperaba el siguiente tramo de un par de km en terreno que más favorable para las piernas.
Algunos aplausos sueltos por el paso por el pueblo y ya algunos centenares de metros cruzándome con parte del pelotón disgregado (unos volviendo ya y otros, que íbamos todavía).

Me acuerdo poco después de mi paso por el km 6, que a lo lejos se oía en la zona del campo de fútbol a través de la megafonía la entrada de los primeros y yo pensando “¡A mi me quedan todavía 4 km y los primeros ya están entrando”!.

Yo seguía corriendo con mi cansancio a nivel físico y con el objetivo, por decir algo, que me había propuesto para acabar la carrera con una cierta “satisfacción personal”.
Así que tocaba otra vez el tramo descendente que por lo menos no me castigaba tanto como el tramo de la carretera en el sentido opuesto ya que en este el viento no tiraba en contra de uno y “tan solo” había que lugar contra el desgaste de uno.

En seguida llegó la zona del km 7 y entonces no se cómo ocurrió pero aquí tuve una pequeña recuperación en mi carrera y noté como incrementaba algo el ritmo en relación con el ritmo que había llevado en los km anteriores.
Y así llegó la curva donde debía estar situada la pancarta del km 8, la cual no vi ya que supongo que debía estar tirada por el suelo debido al viento.
Aquí, por algunos centenares de metros, todavía mantuve el ritmo, pero enseguida llegó de nuevo la recta donde tiraba un viento en contra que me impidió “conservar” la velocidad a la que iba y encima me obligaba a desgastarme más en mi avance y en mi lucha contra el mismo.
Por lo menos sabía que era poco más de km y medio lo que me quedaba y pensaba que descontando esos últimos 300-400 metros previos a meta, bastante favorables, lo que me tocaba sufrir era solo otro km.

Con estos pensamientos me fui aproximando al desvió hacia el campo de fútbol del Trevías y mirando de vez en cuando el crono para ver cómo iba de tiempo.
Había momentos en los que mirando el reloj tenía dudas de si podría bajar el tiempo marcado, ya que el crono parecía avanzar más rápido de lo deseado, no así mis piernas que parecían ir a un paso cada vez más cansino y mi respiración que iba notando bastante fatigada.
Por lo menos me servía de liebre un corredor que iba unos 10-15 sg mas adelante que yo y así iba corriendo algo más entretenido en mis pensamientos sobre la carrera, sobre el cansancio y sobre las circunstancias y errores de la carrera cometidos.

Y así torcí a la derecha para ir en busca del puente y de la zona de la llegada.
Viendo el crono iba más que apurado por el tiempo, así que incrementé lo que pude el ritmo para intentar conseguir mejorar la marca del año pasado.
Pensaba que si por lo menos mejoraba dicha marca, la carrera me dejaría buen sabor de boca en cuanto al tiempo conseguido, aunque esto no fuera del todo cierto.
Y así enfoqué la recta de meta donde “sprinté” si se puede decir así, “a mi manera”, para ganar esos segundos al crono que llevaba y acabar con un tiempo oficial de 52:04, pero real de 51:54.

“Sprintando a la llegada”.


A meta no llegué  fatigado, sino lo siguiente. Cualquiera que me viera en mi estado hubiera podido pensar que había batido el record del mundo por el estado en el que había llegado.

Nada más cruzar la meta, a los pocos metros me paré, indicándome algún miembro de la organización que siguiera unos metros para no entorpecer la llegada del resto de corredores que quedaban por entrar.
Anduve esos metros y nada más que vi un banco, para allá me fui a sentarme y recuperarme del estado lamentable en el que había llegado.
Un día después y viendo el video de la llegada, he podido observar las condiciones renqueantes en los primeros pasos tras cruzar la línea de llegada.

Después de intercambiar unas palabras con algún corredor, fui a entregar el chip de la carrera, a recoger la bolsa de la carrera (que contenía una esterilla, un cepillo de dientes, un gorro, un vale descuento para un balneario y un actimel) y a por la bebida (acuarius) para reponer líquidos.


Aunque “sufrí” mucho más de lo que tenía pensando para estar carrera y a pesar del tiempo realizado, me prestó el participar de nuevo en la misma.
Unos minutos después llegarón Raquel y Mariane, ambas muy satisfechas con la carrera realizada y con Raquel muy entera de fuerzas según me comentaba.

Los tres a los pocos minutos de llegar a meta.


Como siempre, buen ambiente correndero en Trevías y agradecer el detalle por parte de la organización y de los vecinos el preparar bebidas calientes más toda la cantidad de comida (tortillas, empanadas, bollos preñaos, pastelillos diversos, embutido, queso…) con el que obsequieron a los corredores participantes y al público presente.

Foto del buffet mencionado que preparan los vecinos todos los años y el menda con el chocolate caliente que presta por la vida.




Como alguna otra nota curiosa, decir que a Mariane y a Raquel les hicieron una pequeña entrevista por parte de la organización y contestaron algunas preguntas que se oyeron a través de la megafonía por toda la zona de meta.

En cuanto a las conclusiones de esta carrera, decir un par de ellas como el haber tenido que calentar más tiempo de lo que lo hice en esta carrera y luego el error en la táctica de carrera al empezar con un ritmo demasiado elevado en los primeros km que luego se vio que me pasó factura el resto de la carrera.

Y como motivo principal para que la carrera no me hubiera salido tal como tenía planeado fue la gripe que me tumbó por un día en la cama, aunque es verdad que ya me tenía renqueante desde hacía algunos días.

En cuanto al ritmo, quizás me contagié un poco del ritmo que llevé en las últimas carreras del año pasado, como la de Castrillón, la S.Silvestre Angulera y la de Gijón, las cuales eran carreras más cortas y que se dejaban correr a un ritmo superior al de esta de los 10 Km.

En esta ocasión no me duché en las instalaciones habilitadas por la organización, ya que al ir a comer con mi hermana, decidí ducharme en la cabaña.
Como digo, comimos con mi hermana y tras alguna que otra hora de conversación, llegué a casa en torno a las 19h30.

Ahora a por la próxima que será dentro de siete días en Lugones, la I Edición de los 10 Km de dicha población y la siguiente, la tan esperada media maratón de Llanera, pero esa ya son palabras mayores.

Algunos datos numéricos de la carrera serían.
Estábamos apuntandos 359, de los cuales acabaron 326.
Quedé en el puesto 265 en la general y en categoría masculina en el 238.
En mi categoría, V40M, el puesto de 48 de 55.

Resultados:

Resultados de la carrera: VII CARRERA POPULAR ANA AMELIA MENENDEZ 2014









http://www.championchipnorte.com/resultados-externos/atleta/id/536/dorsal/203?c=PRUEBA ABSOLUTA. DISTANCIA: 10000 M

DorsalNombreApellidosLocalidad
203JOSE MANUELMARRAS RODRIGUEZOVIEDO
Puesto Gen.Tiempo OficialTiempo NetoClub
26500:52:0400:00:00
CategoríaSexo
VETERANOS 40-44 MASCMasculino
DISTANCIA10000 M
RITMO0:05:13
PUESTO SEXOM- 238
PUESTO CATEGORIA V40M- 48 (DE 55) 

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