Fecha: 11-08-2014.
Desnivel aproximado: +
600 metros.
Lugar de salida y
llegada: La Collada (Morcín).
Tiempo: 03h 55.
Comentario:
La idea de esta ruta fue
a partir de un día en el que estaba realizando un paseo a Mina Esperanza en el
concejo de Riosa y mientras iba disfrutando de las vistas que me ofrecía la
pista en dirección al Monsacro, me fijé en una canal que parecía bastante guapa
para subir, con un desnivel de los que me suelen gustar en las rutas que
realizo y viendo que la misma iba prácticamente directa a un pico que
sobradamente conocía por estar harto de subirlo una y otra vez, así que después
de año y medio desde aquel día y tras dejar de lado dicha canal durante todo
este tiempo, en este día 11 de Agosto y después de currar me decidí acercarme
en una escapada express a esta zona del Monsacro, zona de mis preferidas para
ir cogiendo forma todos los años.
La verdad esta ruta no
era la que inicialmente tenía prevista ya que me hubiera encaminado mejor hacia
la zona de San Isidro, pero viendo el tiempo “tan maravilloso” que estamos
teniendo en Asturias en este verano, decidí realizar una ruta cerca de Oviedo y
así pasar de meterme una hora de viaje ya que en casa había visto en torno a
las 15 h que la estación de Fuentes de Invierno estaba inmersa en la niebla.
Pero antes de seguir
con la ruta, un par de fotos de ese día en el que descubrí la canal objetivo
del día.
Vista del Monsacro con
la Foz de Morcín a sus pies desde la pista de la ruta a “Mina Esperanza”, ruta
ésta que es apta para todos los públicos (grandes y pequeñines…).
Canal de subida, corta
pero con buenísimo desnivel.
Tras el curro, dejé el
coche en el alto de La Collá (400 m), pequeño alto que separa la zona de Riosa
y de Morcín, empezando a caminar a las 15h 35.
La primera parte de la
ruta era muy conocida, ya que consistía básicamente en acercarme a las antenas
situadas por encima de La Foz de Morcín.
El día se presentaba
feo y lo peor es que parecía estar empeorando, pero aun así, esto no me
desanimó para empezar la ruta ya que pesaba más el mono de salir de montaña que
la siesta que me hubiera pegado en caso de haberme quedado en casa.
Primera vista a los
pocos metros de dejar el coche.
Tras caminar unos cien
metros llegué a las primeras casas del alto La Collá, viendo ya la dirección
que tenía que coger para llegar a la zona de las antenas (rojo), así que tomé
el tramo asfaltado que pasaba al lado de esa primera casa.
Tras superar un
ligerísimo descenso, me encaminé ya en suave ascenso a buscar la última cuadra,
lugar desde donde partía el sendero que a través de la espesura del bosque me
iría llevando a la verdadera subida a dichas antenas.
Foto de la cuadra que
dejaría a mi izda para pillar dicho sendero.
El sendero se dejaba
transitar cómodamente a pesar de todo lo que había llovido la jornada anterior,
sacándome tras caminar algunos centenares de metros por zona boscosa una zona abierta desde
donde pude apreciar algunas de las montañas de la zona y el primer destino de
la jornada, las antenas.
El tiempo se estaba
estropeando poco a poco y la nubosidad iba en aumento como se puede ver en esta
foto con el pico Garcillero (839 m) a la izda, Peña Manteca (782 m) en el
centro y el Llosorio (998 m) al fondo a la drcha.
Seguía caminando por el
sendero con abundante vegetación a los lados y llegué al desvío que me iba a
encaramar hacia la caseta de las antenas, tomando entonces el que salía a la
derecha, ya en clara ascensión.
Poco a poco fui
subiendo y echando de vez en cuando la mirada hacia atrás para observar el
tramo inicial recorrido desde el lugar donde había dejado el coche (rojo).
Tras unos diez minutos
de subida por este sendero, llegaría entonces al pequeño rellano con vistas a
la Foz de Morcín, localidad famosa por celebrarse en Enero el certamen del
Queso Afuega´l Pitu.
Cambiaría entonces de
vertiente, pero en todo momento iba acompañado a lo lejos de algunas de las
cumbres estrella de la zona y que había fotografiado momentos antes.
A partir de ahora ya venía
el tramo más interesante de la ruta del día para mí y que ya veía a lo lejos
con la zona del desvío que calculaba que tendría que tomar (rojo).
Lo malo era la
nubosidad que iba en aumento y también la aparición de algunas cortinas de agua
entre la niebla, que iban apareciendo a lo lejos por la zona de La Cobertoria,
pero de momento me mantenía seco por lo menos, así que eso me animaba a
continuar con ciertas dudas pero con la esperanza que aguantara una hora el
tiempo ya que la hora en cuestión era lo que había calculado para subir dicha
canal, hacer fotos, ver un poco el paisaje…
Luego si quería llover que me
lloviera todo lo que quisiera y que me pillara el chaparrón ya que me daba
igual la lluvia una vez que hubiera subido la canal y el pico.
Así que tras avanzar
algún centenar de metros en dirección al pueblo de Otura ya vi el comienzo de
la canal y el punto por donde dejaría el marcado sendero que me hubiera bajado
al pueblo.
Me salí entonces del
camino y buscando el mejor terreno para avanzar ascendí unos pocos metros para
pasar por debajo de una alambrada metálica y dar para mi asombro con un tímido
sendero con el que no contaba y que parecía ir sorteando la vegetación existente
en la ladera de la montaña rumbo al inicio de la canal.
Pensé en la suerte que
tenía de haber encontrado el sendero ya que tenía calculado en un principio ir
subiendo por el mejor terreno que pudiera encontrar paso a paso y el encontrar
un sendero aunque fuera tímido era señal que la ruta podía ser algo más fácil
de lo que había calculado.
Pero la alegría por
haber encontrado el tímido sendero se me convirtió en “jolgorio” cuando éste me conectó con un
claro sendero que parecía venir de la pista de Otura y que subía en dirección a
la canal.
¡Va a ser más fácil de
lo que había calculado!, pensé, así que muy animado a pesar del tiempo fui
ganando metros de subida a la canal.
El terreno era
desconocido para mí y no sabía a ciencia cierta si tendría fácil salida aunque
estaba casi seguro de que sí, pero viendo la nubosidad que parecía ir avanzando
poco a poco hacia el lugar donde estaba, el interrogante de si no me habría
equivocado en la ruta elegida en este día, alguna vez asaltaba mi cabeza y
sobre todo mi preocupación era si la lluvia se me echaba encima, que era lo que
más me preocupaba dado lo empinado del terreno y lo resbaladizo que se podía
volver en caso de caer agua por el mismo.
Foto del enlace del
sendero que encontré con el sendero principal que venía del pueblo de Otura.
Aunque el sendero
proveniente de la pista seguía todo directo para arriba el que llevaba algo más
pequeño, en este punto, se ensanchaba algo más e iba por terreno menos empinado
(rojo), así que decidí continuar por él sorteando alguna roca que me salía al
paso.
Iba ganando metros
rápidamente ya que la pendiente y el ritmo que me había impuesto, a pesar de
las paradas para el tema fotográfico, me hacían superar los metros con una
cierta facilidad, sumado ello también a la amenaza de agua y niebla que tenía viniendo
a pocos km de mí (sobre todo a esto último…).
Foto de la canal y en
la que como se puede ver no se veía el final de la misma, cosa que tampoco me
preocupaba ya que sabía que la canal era corta (unos 400 m de desnivel aprox…).
Iba subiendo en todo
momento por el sendero, con algunas revueltas incluidas y cuando pensaba que
iba a subir por el lado izdo de la canal (sentido de la marcha), veo como el
sendero cambia de rumbo para llevarme al lado drcho de la canal (s. marcha) para
aproximarme al murallón rocoso de esta zona del Monsacro.
Entonces me di cuenta
que el sendero y la zona era la que frecuentemente utilizan los escaladores
para subir por esas paredes.
Foto en la aproximación
a dicho murallón y acercándome al mismo.
El sendero me llevaba
muy pegado a la roca, cosa que no me gustaba ante la posible caídas de piedras,
así que después de pasar un árbol que había pegado a la roca, decidí sobre la
marcha hacer una pequeña travesía más o menos horizontal hacia el lado opuesto,
travesía que tuve que realizar por un terreno inestable dada la abundante
presencia de gravilla y piedras que me hicieron un poco dificultosa la travesía
aunque sí que es verdad que la misma no superaría los 150 metros de longitud
aproximadamente.
Foto de esta parte de
la canal y en la que se ve el árbol al que me refiero anteriormente y que tras
mi paso por él, decidí dejar dicha vertiente de la canal para pasar a la
contraria en mi ascenso.
Foto hacia atrás de una
pequeña parte de la canal en la que se ve el sendero con alguna revuelta
incluida.
Foto de la canal en mi
travesía hacia la otra vertiente y en la que se puede ver como toda la zona
estaba plagada de nubosidad y alguna cortina de agua.
Tras salir de la
pequeña riada de piedras en esta travesía que hice, el resto fue seguir
subiendo unos metros de desnivel que se dejaban subir bastante bien hasta
llegar a lo que pensaba que sería la parte superior de la canal.
Pero, pero... Aquí y
fijándome para la parte superior, vi que todavía no había acabado con la
ascensión y que todavía me quedaba unas decenas de metros de ascensión, así que
a por ellos me fui.
Me hubiera gustado
subir el pico realizando una pequeña trepada (azul) que la veía factible o por
lo menos haberla intentado, pero tampoco estaba el día para ello, dada la
abundante humedad en el terreno y la posible aparición de agua, así que decidí
ir hacia la salida de la canal (rojo) ya que por la pinta que tenía y por
conocer el pico, sabía que me iba a sacar la canal a escasos metros de la cima.
Pero antes de seguir
caminando, me desvié unos metros para asomarme a las caídas de esta zona del
Monsacro hacia el pueblo de Los Llanos, viendo en un primer momento la zona de
Viapará con el Aramo inmerso en la niebla.
Desde el punto anterior
saqué esta foto con la pista que baja de dicha montaña hacia Los Llanos y en la
que ya perdí la cuenta de las veces que la he subido y bajado.
Reanudé la marcha para
alcanzar la salida propia de la canal y sacando en un saliente una foto de la
canal con el pueblo de La Foz de Morcín abajo (buen sitio para hacer un trampolín
de saltos…y me río yo si un día hicieran el nuestro, del trampolín de saltos de
Garmisch).
Saliendo ya a zona más
abierta y conocida.
Quedé a unos 30 ó 40
metros de desnivel del pico Entrefuertes (916 m), así que ya que había llegado
hasta allí decidí acercarme hasta su cima.
En estos últimos metros
de ascensión pude ver desde las alturas el itinerario más o menos realizado en
la canal.
¡Qué feo estaba el
día!...
Y para la zona de las
capillas la niebla estaba bajando.
No estuve ni cinco
minutos en la cumbre, así que decidí tirar para abajo y no entretenerme más.
Ahora tocaba decidir
por dónde regresar al coche, si por la zona de Otura o por la canal directa de
las capillas a la Collá, aunque esta última opción me atraía algo menos ya que
sabía que me encontraría un tanto resbaladizo el terreno, decidí tirar para el
coche por esta última opción.
Descendí y fui
recuperando metros de desnivel y mirando para el pico en el que había estado un
cuarto de hora antes, vi como el mismo estaba empezando a ser invadido por la
niebla.
Y el menda iba directo
hacía ella.
Aquí ya me estaba empapando con el agua que traía la misma y yo
todavía iba de camiseta de manga corta, así que decidí parar a ponerme el
chubasquero y bajar puesto con él.
Después de pasar las capillas
y ya en el descenso me adelantó un chaval que estaba entrenando para el tema de
carreras de montaña y ¡Vaya manera de bajar que tenía el tío a pesar del
terreno sumamente resbaladizo que había!.
Foto de la bajada a La Collá por estar parte.
Y ¡Zasss!, llegó la
nota negativa de la jornada, a escasos 25 minutos del coche y fue que pisé una
roca que estaba húmeda y retorcí la pierna izda, llevándome la culera al suelo.
Por cómo se me retorció
la rodilla pensé que me podía haber pasado algo serio ya que cuando todavía
estaba puesto en el suelo, la postura de la rodilla no era la habitual en estos
resbalones que tengo en ocasiones en montaña al descender las canales.
Me levanté y por lo
menos, ni sentía pinchazos y la pierna la movía bien en todos los sentidos, así
que empecé a caminar muy despacio y al ver que no tenía ningún impedimento
seguí con el descenso, pausado como el que suelo hacer habitualmente, llegando
al coche sin novedad de ningún tipo a nivel físico.
Durante la bajada sabía
que no tenía molestias por estar la pierna caliente y que al siguiente día, en
frío, ésta se me quejaría fijo, pero por lo menos estaba casi seguro que no era
ninguna rotura y que seguramente era más bien una torsión de rodilla.
De hecho y tras llegar
al coche y cambiarme, hice algunos estiramientos y troté unos cien metros para
comprobar el estado de la piernas, notando que iba bien la pierna, pero que
tampoco estaba como hubiera tenido que estar de no haber caído.
Así que para casa y a
ponerme frío tocaba y por si acaso a tomar un Neobrufen para dormir.
Al día siguiente he
caminado más o menos normal. Lo único que estando sentado currando y cuando me
quería levantar la notaba en esos primeros momentos agarrotada pero enseguida
caminaba sin cojera alguna, pero la pierna no está bien del todo después de la
caída, así que tocan unos días de reposo en el tema deportivo, así que al final
la alegría de la excursión más que por la canal conocida ha quedado relegada a
no haberme roto ligamentos o haber sufrido algún esguince de rodilla que me
hubiera impedido continuar bajando por la canal.
Foto del menda al
escribir esta tarde del 12 de Agosto el relato del blog y con la “pata con
rodillera estirada más bien por precaución”.
Buena ruta en un día
feo como los que suelen hacer últimamente en Asturias en este verano, pero
estuvo bien y por lo menos me quité el mono de salir ya que tampoco tengo
muchos días en este año para disfrutar de la montaña.
Como bien dices Jose Manuel,pudo haber sido peor asi que tampoco salio tan cara esa gran subida y es que es el riesgo que tiene eso de subir montañas pero si disfrutas a seguir¡¡¡.Y corre un poco no subas tanta montaña.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy intentando compaginar las dos actividades, running y montaña, aunque si que es verdad que la que me proporciona más alegrías sea la última,jeje...Tendré que ponerme las pilas y hacerte caso y empezar a correr algo más de lo que lo hago últimamente.
ResponderEliminarUn abrazo.