martes, 12 de agosto de 2014

PICO ENTREFUERTES POR LA CANAL SIN NOMBRE. (SIN TREPADA).


Fecha: 11-08-2014.

Desnivel aproximado: + 600 metros.

Lugar de salida y llegada: La Collada (Morcín).

Tiempo: 03h 55.

Comentario:
La idea de esta ruta fue a partir de un día en el que estaba realizando un paseo a Mina Esperanza en el concejo de Riosa y mientras iba disfrutando de las vistas que me ofrecía la pista en dirección al Monsacro, me fijé en una canal que parecía bastante guapa para subir, con un desnivel de los que me suelen gustar en las rutas que realizo y viendo que la misma iba prácticamente directa a un pico que sobradamente conocía por estar harto de subirlo una y otra vez, así que después de año y medio desde aquel día y tras dejar de lado dicha canal durante todo este tiempo, en este día 11 de Agosto y después de currar me decidí acercarme en una escapada express a esta zona del Monsacro, zona de mis preferidas para ir cogiendo forma todos los años.

La verdad esta ruta no era la que inicialmente tenía prevista ya que me hubiera encaminado mejor hacia la zona de San Isidro, pero viendo el tiempo “tan maravilloso” que estamos teniendo en Asturias en este verano, decidí realizar una ruta cerca de Oviedo y así pasar de meterme una hora de viaje ya que en casa había visto en torno a las 15 h que la estación de Fuentes de Invierno estaba inmersa en la niebla.

Pero antes de seguir con la ruta, un par de fotos de ese día en el que descubrí la canal objetivo del día.

Vista del Monsacro con la Foz de Morcín a sus pies desde la pista de la ruta a “Mina Esperanza”, ruta ésta que es apta para todos los públicos (grandes y pequeñines…).


Canal de subida, corta pero con buenísimo desnivel.


Tras el curro, dejé el coche en el alto de La Collá (400 m), pequeño alto que separa la zona de Riosa y de Morcín, empezando a caminar a las 15h 35.

La primera parte de la ruta era muy conocida, ya que consistía básicamente en acercarme a las antenas situadas por encima de La Foz de Morcín.

El día se presentaba feo y lo peor es que parecía estar empeorando, pero aun así, esto no me desanimó para empezar la ruta ya que pesaba más el mono de salir de montaña que la siesta que me hubiera pegado en caso de haberme quedado en casa.

Primera vista a los pocos metros de dejar el coche.


Tras caminar unos cien metros llegué a las primeras casas del alto La Collá, viendo ya la dirección que tenía que coger para llegar a la zona de las antenas (rojo), así que tomé el tramo asfaltado que pasaba al lado de esa primera casa.


Tras superar un ligerísimo descenso, me encaminé ya en suave ascenso a buscar la última cuadra, lugar desde donde partía el sendero que a través de la espesura del bosque me iría llevando a la verdadera subida a dichas antenas.

Foto de la cuadra que dejaría a mi izda para pillar dicho sendero.


El sendero se dejaba transitar cómodamente a pesar de todo lo que había llovido la jornada anterior, sacándome tras caminar algunos centenares de metros por zona boscosa una zona abierta desde donde pude apreciar algunas de las montañas de la zona y el primer destino de la jornada, las antenas.





El tiempo se estaba estropeando poco a poco y la nubosidad iba en aumento como se puede ver en esta foto con el pico Garcillero (839 m) a la izda, Peña Manteca (782 m) en el centro y el Llosorio (998 m) al fondo a la drcha.


Seguía caminando por el sendero con abundante vegetación a los lados y llegué al desvío que me iba a encaramar hacia la caseta de las antenas, tomando entonces el que salía a la derecha, ya en clara ascensión.


Poco a poco fui subiendo y echando de vez en cuando la mirada hacia atrás para observar el tramo inicial recorrido desde el lugar donde había dejado el coche (rojo).


Tras unos diez minutos de subida por este sendero, llegaría entonces al pequeño rellano con vistas a la Foz de Morcín, localidad famosa por celebrarse en Enero el certamen del Queso Afuega´l Pitu.


Cambiaría entonces de vertiente, pero en todo momento iba acompañado a lo lejos de algunas de las cumbres estrella de la zona y que había fotografiado momentos antes.


A partir de ahora ya venía el tramo más interesante de la ruta del día para mí y que ya veía a lo lejos con la zona del desvío que calculaba que tendría que tomar (rojo).


Lo malo era la nubosidad que iba en aumento y también la aparición de algunas cortinas de agua entre la niebla, que iban apareciendo a lo lejos por la zona de La Cobertoria, pero de momento me mantenía seco por lo menos, así que eso me animaba a continuar con ciertas dudas pero con la esperanza que aguantara una hora el tiempo ya que la hora en cuestión era lo que había calculado para subir dicha canal, hacer fotos, ver un poco el paisaje…
Luego si quería llover que me lloviera todo lo que quisiera y que me pillara el chaparrón ya que me daba igual la lluvia una vez que hubiera subido la canal y el pico.

Así que tras avanzar algún centenar de metros en dirección al pueblo de Otura ya vi el comienzo de la canal y el punto por donde dejaría el marcado sendero que me hubiera bajado al pueblo.


Me salí entonces del camino y buscando el mejor terreno para avanzar ascendí unos pocos metros para pasar por debajo de una alambrada metálica y dar para mi asombro con un tímido sendero con el que no contaba y que parecía ir sorteando la vegetación existente en la ladera de la montaña rumbo al inicio de la canal.

Pensé en la suerte que tenía de haber encontrado el sendero ya que tenía calculado en un principio ir subiendo por el mejor terreno que pudiera encontrar paso a paso y el encontrar un sendero aunque fuera tímido era señal que la ruta podía ser algo más fácil de lo que había calculado.

Pero la alegría por haber encontrado el tímido sendero se me convirtió  en “jolgorio” cuando éste me conectó con un claro sendero que parecía venir de la pista de Otura y que subía en dirección a la canal.

¡Va a ser más fácil de lo que había calculado!, pensé, así que muy animado a pesar del tiempo fui ganando metros de subida a la canal.

El terreno era desconocido para mí y no sabía a ciencia cierta si tendría fácil salida aunque estaba casi seguro de que sí, pero viendo la nubosidad que parecía ir avanzando poco a poco hacia el lugar donde estaba, el interrogante de si no me habría equivocado en la ruta elegida en este día, alguna vez asaltaba mi cabeza y sobre todo mi preocupación era si la lluvia se me echaba encima, que era lo que más me preocupaba dado lo empinado del terreno y lo resbaladizo que se podía volver en caso de caer agua por el mismo.

Foto del enlace del sendero que encontré con el sendero principal que venía del pueblo de Otura.


Aunque el sendero proveniente de la pista seguía todo directo para arriba el que llevaba algo más pequeño, en este punto, se ensanchaba algo más e iba por terreno menos empinado (rojo), así que decidí continuar por él sorteando alguna roca que me salía al paso.

Iba ganando metros rápidamente ya que la pendiente y el ritmo que me había impuesto, a pesar de las paradas para el tema fotográfico, me hacían superar los metros con una cierta facilidad, sumado ello también a la amenaza de agua y niebla que tenía viniendo a pocos km de mí (sobre todo a esto último…).

Foto de la canal y en la que como se puede ver no se veía el final de la misma, cosa que tampoco me preocupaba ya que sabía que la canal era corta (unos 400 m de desnivel aprox…).


Iba subiendo en todo momento por el sendero, con algunas revueltas incluidas y cuando pensaba que iba a subir por el lado izdo de la canal (sentido de la marcha), veo como el sendero cambia de rumbo para llevarme al lado drcho de la canal (s. marcha) para aproximarme al murallón rocoso de esta zona del Monsacro.
Entonces me di cuenta que el sendero y la zona era la que frecuentemente utilizan los escaladores para subir por esas paredes.

Foto en la aproximación a dicho murallón y acercándome al mismo.


El sendero me llevaba muy pegado a la roca, cosa que no me gustaba ante la posible caídas de piedras, así que después de pasar un árbol que había pegado a la roca, decidí sobre la marcha hacer una pequeña travesía más o menos horizontal hacia el lado opuesto, travesía que tuve que realizar por un terreno inestable dada la abundante presencia de gravilla y piedras que me hicieron un poco dificultosa la travesía aunque sí que es verdad que la misma no superaría los 150 metros de longitud aproximadamente.

Foto de esta parte de la canal y en la que se ve el árbol al que me refiero anteriormente y que tras mi paso por él, decidí dejar dicha vertiente de la canal para pasar a la contraria en mi ascenso.


Foto hacia atrás de una pequeña parte de la canal en la que se ve el sendero con alguna revuelta incluida.


Foto de la canal en mi travesía hacia la otra vertiente y en la que se puede ver como toda la zona estaba plagada de nubosidad y alguna cortina de agua.


Tras salir de la pequeña riada de piedras en esta travesía que hice, el resto fue seguir subiendo unos metros de desnivel que se dejaban subir bastante bien hasta llegar a lo que pensaba que sería la parte superior de la canal.

Pero, pero... Aquí y fijándome para la parte superior, vi que todavía no había acabado con la ascensión y que todavía me quedaba unas decenas de metros de ascensión, así que a por ellos me fui.
Me hubiera gustado subir el pico realizando una pequeña trepada (azul) que la veía factible o por lo menos haberla intentado, pero tampoco estaba el día para ello, dada la abundante humedad en el terreno y la posible aparición de agua, así que decidí ir hacia la salida de la canal (rojo) ya que por la pinta que tenía y por conocer el pico, sabía que me iba a sacar la canal a escasos metros de la cima.


Pero antes de seguir caminando, me desvié unos metros para asomarme a las caídas de esta zona del Monsacro hacia el pueblo de Los Llanos, viendo en un primer momento la zona de Viapará con el Aramo inmerso en la niebla.


Desde el punto anterior saqué esta foto con la pista que baja de dicha montaña hacia Los Llanos y en la que ya perdí la cuenta de las veces que la he subido y bajado.


Reanudé la marcha para alcanzar la salida propia de la canal y sacando en un saliente una foto de la canal con el pueblo de La Foz de Morcín abajo (buen sitio para hacer un trampolín de saltos…y me río yo si un día hicieran el nuestro, del trampolín de saltos de Garmisch).


Saliendo ya a zona más abierta y conocida.


Quedé a unos 30 ó 40 metros de desnivel del pico Entrefuertes (916 m), así que ya que había llegado hasta allí decidí acercarme hasta su cima.

En estos últimos metros de ascensión pude ver desde las alturas el itinerario más o menos realizado en la canal.


¡Qué feo estaba el día!...


Y para la zona de las capillas la niebla estaba bajando.


No estuve ni cinco minutos en la cumbre, así que decidí tirar para abajo y no entretenerme más.

Ahora tocaba decidir por dónde regresar al coche, si por la zona de Otura o por la canal directa de las capillas a la Collá, aunque esta última opción me atraía algo menos ya que sabía que me encontraría un tanto resbaladizo el terreno, decidí tirar para el coche por esta última opción.

Descendí y fui recuperando metros de desnivel y mirando para el pico en el que había estado un cuarto de hora antes, vi como el mismo estaba empezando a ser invadido por la niebla.


Y el menda iba directo hacía ella. 
Aquí ya me estaba empapando con el agua que traía la misma y yo todavía iba de camiseta de manga corta, así que decidí parar a ponerme el chubasquero y bajar puesto con él.


Después de pasar las capillas y ya en el descenso me adelantó un chaval que estaba entrenando para el tema de carreras de montaña y ¡Vaya manera de bajar que tenía el tío a pesar del terreno sumamente resbaladizo que había!.

Foto de la bajada a La Collá por estar parte.


Y ¡Zasss!, llegó la nota negativa de la jornada, a escasos 25 minutos del coche y fue que pisé una roca que estaba húmeda y retorcí la pierna izda, llevándome la culera al suelo.
Por cómo se me retorció la rodilla pensé que me podía haber pasado algo serio ya que cuando todavía estaba puesto en el suelo, la postura de la rodilla no era la habitual en estos resbalones que tengo en ocasiones en montaña al descender las canales.
Me levanté y por lo menos, ni sentía pinchazos y la pierna la movía bien en todos los sentidos, así que empecé a caminar muy despacio y al ver que no tenía ningún impedimento seguí con el descenso, pausado como el que suelo hacer habitualmente, llegando al coche sin novedad de ningún tipo a nivel físico.

Durante la bajada sabía que no tenía molestias por estar la pierna caliente y que al siguiente día, en frío, ésta se me quejaría fijo, pero por lo menos estaba casi seguro que no era ninguna rotura y que seguramente era más bien una torsión de rodilla.

De hecho y tras llegar al coche y cambiarme, hice algunos estiramientos y troté unos cien metros para comprobar el estado de la piernas, notando que iba bien la pierna, pero que tampoco estaba como hubiera tenido que estar de no haber caído.

Así que para casa y a ponerme frío tocaba y por si acaso a tomar un Neobrufen para dormir.

Al día siguiente he caminado más o menos normal. Lo único que estando sentado currando y cuando me quería levantar la notaba en esos primeros momentos agarrotada pero enseguida caminaba sin cojera alguna, pero la pierna no está bien del todo después de la caída, así que tocan unos días de reposo en el tema deportivo, así que al final la alegría de la excursión más que por la canal conocida ha quedado relegada a no haberme roto ligamentos o haber sufrido algún esguince de rodilla que me hubiera impedido continuar bajando por la canal.

Foto del menda al escribir esta tarde del 12 de Agosto el relato del blog y con la “pata con rodillera estirada más bien por precaución”.


Buena ruta en un día feo como los que suelen hacer últimamente en Asturias en este verano, pero estuvo bien y por lo menos me quité el mono de salir ya que tampoco tengo muchos días en este año para disfrutar de la montaña.



2 comentarios:

  1. Como bien dices Jose Manuel,pudo haber sido peor asi que tampoco salio tan cara esa gran subida y es que es el riesgo que tiene eso de subir montañas pero si disfrutas a seguir¡¡¡.Y corre un poco no subas tanta montaña.
    Un abrazo.

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  2. Estoy intentando compaginar las dos actividades, running y montaña, aunque si que es verdad que la que me proporciona más alegrías sea la última,jeje...Tendré que ponerme las pilas y hacerte caso y empezar a correr algo más de lo que lo hago últimamente.
    Un abrazo.

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