martes, 12 de mayo de 2015

SUBIDA AL JULTAYU DESDE LOS LAGOS DE COVADONGA (1ª PARTE).


Día: 09-05-2015.

Lugar: Picos de Europa (Macizo Occidental).

Desnivel: 1.175 m.

Duración total: 08h15.

Comentario:
Por fin pude salir, tras la Maratón de Madrid, a practicar mi afición favorita como es el andar por senderos, peñascos, subir altas montañas y alejarme del bullicio de mi entorno y sobre todo el estar muchas horas en soledad disfrutando de buen tiempo y de las panorámicas que en cada excursión me pueda ofrecer la ruta de turno.

Tengo que reconocer que la noche anterior la pasé con un cierto nerviosismo (como un guaje en la noche de reyes…)  despertándome varias veces en la noche pendiente del reloj y de la hora en la que me levantaría.

Es raro en mí pero por primera vez (espero que no sea la única…) voy a poner una ruta dividida en dos partes debido a la gran cantidad de fotos escogidas y que reflejan bastante bien todo el itinerario de la ruta, así que ya sin más empiezo con el relato de esta primera ruta que me iba abarcar un día entero y que era muy esperada por este menda después de unos meses de running en la que he acabado un poco saturado de tanta zancada, aunque sí que es verdad que me ha venido bastante bien para pillar algo de forma.

Así que con este primer post empiezo en el que a su vez lo he dividido en tres partes (parece un poco lío pero se verá claramente a medida que se vaya leyendo), así que...

 ¡EMPEZAMOS…!.


1. Lago Ercina (1.106 m) – Majada Las Bobias (1.230 m).

Pues en este Sábado y ya que daban buen tiempo me dirigí (después de pensar varios destinos) a la zona de Los Lagos de Covadonga ya que dicho lugar se puede decir que está un poco vetado para hacer excursiones en cuanto llegan los meses veraniegos y con ellos los turistas y el restringido acceso a dichos lagos por parte de la administración asturiana.

Salí de Oviedo con el cielo completamente nublado y con la esperanza que a medida que fuera subiendo por la carretera de los lagos pudiera ir dejando la niebla atrás, pero nada de esto sucedió ya que cuando aparqué el coche en el aparcamiento habilitado en la zona del Lago Ercina, el cielo estaba igual de nublado, aunque sí que es verdad que con la niebla en cotas bajas.

La ruta que había pensado era ir a conocer un pico que nunca había subido, el Pico Jascal (1.725 m) pero con la niebla metida en una zona en la que solo conocía la ruta durante la primera media hora de su recorrido tenía serias dudas de si este día sería un día adecuado para meterme por dicha zona.

Así que lo que hice, tras llegar a las 09h45 al aparcamiento, fue esperar dentro del coche a ver si levantaba el día y la niebla se quitaba, pero a medida que iban pasando los minutos, nada de esto sucedía.

Para hacer algo más de tiempo, me metí en el bar de la zona a tomar un café con bayles, pero al salir el tiempo seguía igual.

¿Qué hago?...
Opciones que tengo sin mover el coche de dicho lugar...
Mmmmmmmmmm, pues a pensar tocaba.

Descartada finalmente la subida prevista ya que en montaña, si hay una cosa que tengo clara, es que vale más ser cobarde que pecar de atrevido con los itinerarios con mal tiempo, pensé en otra zona que ya conocía pero que hacía ya bastantes años en la que no me dejaba caer como era la zona de Vega de Ario.

Pues decidido, a Vega de Ario y aunque la niebla estaba muy metida no era problema ya que prácticamente todo el itinerario estaba claro por estar marcado por un buen sendero y ante la aparición de dudas o de peor tiempo me daría la vuelta y ya estaba.

A esto se añadía y era un segundo punto muy importante, que dada la orientación y la altitud de dicha Vega de Ario esperaba que la ruta me sacara, con bastantes probabilidades de tener éxito, a zona soleada.

La ruta en sí no me motivaba mucho por ser ruta ya conocida y porque no tenía previsto subir pico alguno, así que me la planteé como un tranquilo paseo en la que me iría fijando en cosas que otras veces no me había detenido a observar o a fotografiar.

Con este panorama empecé a caminar y con la niebla de fiel compañera.


La niebla en cuestión de segundos se quitaba y volvía, así que cuando salí de los Campos de la Tiese (1.106 m) que es así como se llama a la verde campa que está en el entorno del Lago de la Ercina eran aproximadamente las 10h45.

Caminaría cerca de medio kilómetro hasta coger el inicio del sendero que me llevaría hasta el refugio de la Vega de Ario como punto más lejano del itinerario de este día y en estos momentos la niebla me había dado un respiro y por lo menos me dejaba ver el principio de la ruta.


Fui tranquilamente ascendiendo por dicho sendero y observando las guapas y misteriosas vistas que me iba ofreciendo el lago con la niebla yendo y viniendo.


Vista hacia atrás y el aparcamiento en algún punto ya lejano y tapado por la niebla.


Seguía con la ruta y viendo el verde cercano a esta mancha de agua cuando la niebla me lo permitía.


A los pocos minutos de haber iniciado la marcha iba a llegar a las majadas de la Veguina y del Brazu en la que estaría un raro entretenido fotografiando alguna de sus cabañas.

Algunas imágenes de estas cabañas.






La marcha continuaba y en tranquilo ascenso me iría alejando de las dos majadas anteriores mientras iba yo pensando que debía estar haciéndome mayor en mi mentalidad ya que iba disfrutando con el pausado ascenso que estaba haciendo con bastantes paradas para sacar fotos de imágenes que no recordaba.

En algún momento de este ascenso me dio por mirar hacia atrás y viendo la niebla que cubría en esos instantes el lago y que me estaba despidiendo.


Pero si la niebla por detrás me despedía, más niebla por delante me esperaba.


El sendero ganaba desnivel por momentos pero tampoco es que me ofreciera muchas dificultades dado el ritmo al que iba.


Tras el ascenso desde el Lago Ercina llegué a la zona del Jou del Beduyal y ¡la niebla que no se me quitaba!.


Tras llanear un corto tramo enseguida emprendí el descenso para encontrar la Majada de las Bobias (1.230 m) y en ella sus habitantes que me estaban esperando.




Estaría un cuarto de hora por dicha majada fotografiando algunas de las cabañas de la misma.

Majada de las Bobias.












Me llamó la atención una pila de maderos que desconozco el fin para el que estaban destinados.


Hasta este momento la niebla no parecía querer quitarse pero seguía en mis convicciones que tarde o temprano saldría a zona despejada, así con estos pensamientos seguí caminando.


2. Majada de las Bobias (1.230 m) – Collado El Jito (1.619 m).

Abandoné las cabañas de esta majada (1.230 m), con la niebla muy metida en la misma, en busca del sendero que por algunas decenas de metros desaparecería y que recuperaría rápidamente unos metros antes de la fuente de esta majada y en donde se encontraban tres montañeros extranjeros que ante mi parada para sacar fotos me habían adelantado.

Así, entre la niebla, fui en busca del sendero. 
Se puede intuir entre la niebla una pequeña mancha (en el centro inferior de la foto) que es la piedra que alberga la fuente de dicha majada y donde se encontraban dichos montañeros.


Pillé de nuevo las trazas del sendero y rodeando la fuente por su derecha, dí con el marcado sendero (flecha roja) que tendría que pillar para continuar con la ruta que tenía la intención de hacer en este día.


Nada más pillar este sendero me dio por darme la vuelta y vigilar si me seguían el grupo de tres, observando al grupo que todavía permanecía en la fuente metidos entre la niebla.


El sendero en ascenso me llevaría entonces a cruzar un pequeño tramo boscoso por el cual se caminaba sin problemas.


El sol seguía sin hacer acto de presencia pero tampoco esto me preocupaba ya que tenía muchas esperanzas que me diera la bienvenida algún kilómetro después a medida que fuera ganando metros de ascensión a la ruta.

La niebla seguía yendo y viniendo y en ocasiones los tramos que me iban viniendo a continuación se dejaban ver con una cierta nitidez.


Tras este tramo de subida y posterior llaneo, iba a descender unos metros para ir en busca de una canal que se intuía en este día entre la niebla, así que tras dicho descenso me tuve que desviar a la izda para pillar el inicio de esta subida (este tramo me había llevado unos quince minutos aprox.).

Vista del desvío que iba a pillar cinco minutos más tarde para iniciar la pronunciada aunque corta subida de la canal.


Desde la anterior foto a esta que sigue habían pasado solamente esos cinco minutos que he dicho anteriormente y en esos minutos la niebla se había despejado bastante dejándome ver el tramo inicial del ascenso.


Todo esto sucedía prácticamente metido entre la niebla por momentos aunque sí que es cierto que dicha seguía empeñada en no dejarme ver el sol.

Dicha subida es conocida por el nombre de Las Reblagas y hay que señalar que en este tramo (cuando se viene en la vuelta en descenso) hay un par de puntos clave (que luego señalaré) para evitar el meterse en marrones y perderse con muchísima facilidad.

Vista de uno de los tramos de ascenso de dicha cuesta.


A medida que fui ganando algunas decenas de metros, la niebla por fin, parecía que me iba a dejar en paz, así que a partir de este punto donde tomé esta foto y viendo el tramo superado en ascenso, seguiría caminando todo el día con un sol esplendido y el mar de nubes por debajo.

¡Al final lo había conseguido!, ¡El sol…!.


A medida que seguía caminando el día se presentaba cada vez más radiante, así que por lo que veía no me había equivocado para nada en mi decisión de decidir hacer esta ruta hacia Vega de Ario.

Un par de fotos de lo que se me presentaba por delante.




¡Primer punto donde uno puede meterse en un marrón en esta ruta!.

Decir que la foto está tomada echando la vista hacia atrás una vez superado dicho tramo.
Hay que imaginarse que si uno va embalado en descenso en este tramo y sobre todo cuando hay niebla, la tendencia es seguir de frente (x en rojo) ya que el sendero parece que continua, cuando lo correcto es tirar hacia la derecha a pillar el descenso marcado de esta canal.

En esta foto y con el día soleado que hacía se ve claramente el desvío que hay que pillar en este punto, pero en condiciones de niebla, la cosa cambia por completo.


El tramo fuerte del ascenso había acabado (15 – 20 minutos) y a partir de este momento la ruta continuaba con subes y bajas en bastantes tramos, aunque lo peor ya había pasado.

Foto del siguiente tramo.


Llegaría a una especie de pequeño collado, donde tendría que perder metros para seguir transitando en el día de hoy en busca del Collado El Jito.

Un par de fotos de lo que me esperaba y una vez metido ya en faena.




Aunque la niebla parecía haberme dejado tranquilo, en algunos momentos tan pronto aparecía como desaparecía.

A la derecha, en el sentido de la marcha, me llamó la atención una fuente que no me acordaba de ella en las veces que había pasado por esta zona.


A lo largo del trayecto ya me iban a ir apareciendo algunos neveros que tuve que atravesar para proseguir con la marcha. 

Vista hacia atrás de algunos de ellos.


Y lo mismo que me aparecían neveros, ya asomaban a mi derecha algunas de las altas cumbres de la zona con un buen paquete de nieve.




Llegué prácticamente al final de la subida hasta este Collado El Jito y me dio por mirar hacia atrás y ver si la niebla me venía siguiendo sigilosamente o podría estar tranquilo por algunas horas, comprobando entonces como la niebla se había quedado bien quieta en la zona por donde la había dejado atrás.

¡Tranquilina y ni se te ocurra venir a verme!.


Metros antes de este famoso collado de Picos de Europa pude apreciar la vista estrella de la ruta, el Macizo Central de los Picos de Europa y a la derecha un pico que ya había subido una vez en compañía de un colega, el Pico Jultayu (1.940 m).


Tras algún centenar de metros ya llegaría sin problemas al Collado El Jito (1.619 m), espectacular mirador sobre las canales que caen al río Cares desde el Macizo Central de Picos, pero en cuanto llegué a este collado, una posibilidad se me vino entonces a la mente y que haría realidad por “algún motivo extra”...


3. Collado El Jito (1.619 m) – Pico Jultayu (1.940 m).

Pues en dicho collado estuve unos minutos disfrutando de las extraordinarias e incansables vistas y entonces la pregunta que me hacía ahora era ¿Qué hacía ahora…?.

La opción más fácil era continuar unos 10 – 15 minutos hasta el refugio de la zona, pero resulta que disfrutando del panorama que se me abría ante mis ojos me dije..”Creo que el Jultayu parece una buena opción para alargar la ruta y encima parece estar retándome con sus neveros a que no me atrevo a pisar su cima otra vez” y luego otra razón que pesaba más que la primera aparecía ante mi en esta ocasión y era el intentar fotografiar el pueblo de Caín, pero a vista de pájaro desde la cima de este pico o lo que es lo mismo, desde 1.500 m por encima de él.

Como me sentía bastante bien a nivel físico ya que hasta esos momentos debía llevar más de tres horas y tampoco es que me hubiera apurado mucho, que digamos, en hacer la ruta, decidí el ir a subir el Jultayu y sacar fotos desde la cumbre del pueblo leonés de Caín, así que para allá “directo” me fui.

Pero antes de marchar me fui imposible no sacar fotos de las extraordinarias vistas desde este lugar y con la piedra redonda que sirve de indicador para lo que se está viendo desde dicho collado.

Macizo Central de Picos de Europa con la cumbre más alta de Picos asomando en el centro, el Torrecerredo (2.648 m).


El Jultayu (1.940 m), pico que subiría y a su derecha otro que siempre quise subir y para el que se requiere una corta trepada con algo de patio, el Cuvicente (2.014 m).


Decidí irme a por la subida directamente sin pasar por el refugio, así ganaría algo de tiempo, así que viendo el pico objetivo ya me pude trazar más o menos en mi cabeza el itinerario de ascenso que llevaría intentando evitar el mayor número de neveros posibles.


Con algo de zoom el Macizo Central.


Y con más zoom si cabe, la parte más alta de dicho macizo.


Reanude la marcha (eran las 13h30) desde el collado, yendo entonces directo en descenso a intentar pillar el tramo en el que no hubiera ningún nevero, cosa que logré a medias ya que aunque estemos en Mayo y dadas las buenas nevadas que ha habido este año, los neveros hacen todavía acto de abundante presencia en la zona.

Algún tramo en descenso que superé.


Con algún pequeño sube y baja por terreno bastante engorroso a la hora de avanzar seguí caminando y evitando en lo posible algún nevero de buen grosor que me quería salir al paso.


Llegó un momento en que este tramo anterior prácticamente se había quedado atrás y tan solo me iba a quedar ya a bajar hasta una zona de pradería y en la que a partir de ella solo me iba a quedar hacer una cosa, ¡Subir, subir y subir…!.

Un par de imágenes del tramo inicial de la verdadera subida al pico Jultayu.





Fui ascendiendo tranquilamente y hubo un momento en el que pude localizar (a mi izda) el sendero principal de subida a este pico, así que tras atravesar un pequeño nevero iba a pillar dicho sendero que me llevaría directamente a la cumbre, aunque lo que veía por delante parecía meter miedo.




Directo ya hacia la cumbre fui ascendiendo y sorteando los diversos obstáculos que me saldrían al paso y fijándome en todo momento en el itinerario del sendero ya que estaba muy bien señalizado por los abundantes jitos presentes a lo largo de la subida.

En el sentido de la marcha y a mi derecha podía ver que la niebla me amenazaba a lo lejos con acercarse a la zona por donde yo estaba transitando en esos momentos.


Tramo final de la subida y siempre yendo por la izd y evitando los neveros.


Observando a la derecha en esta foto se puede apreciar, creo yo, el desnivel que poco a poco iba superando y con guapas vistas del Pico Cuvicente (2.014 m) en el centro de la imagen.


El Cuvicente con algo de zoom y con algún buen nevero.


Llegaría sin problemas a la cumbre del Jultayu (1.940 m) y en donde iba a estar un buen rato sacando fotos y disfrutando del paisaje, pero eso mejor para el siguiente post.


….. CONTINUARA …..

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