Fecha: 25 al 27 de
Abril.
Lugar: Madrid.
Distancia: Maratón (42,195 km ). Homologada.
Tiempo: Oficial: 5h:18:03.
Real: 5h:07:51.
Precio: 70 Euros.
Comentario:
Por fin llegaba el
último fin de semana del mes de Abril, fin de semana que significaría mi debut
en una prueba de larga distancia como iba a ser la Maratón de Madrid o
también llamada Rock and Roll Madrid Maratón 2015, pero como todas las
historias esta historia también tiene un principio y un final que iré
desgranando a través de diferentes partes en la que dividiré mi estancia en
Madrid durante esos días.
1. La prueba.
¡Qué decir de la Maratón de
Madrid!...Quizás la maratón más importante de España junto a la de Barcelona y
ahora la cada vez más reconocida maratón de Valencia por el recorrido llano que
tiene esta última.
Indagando un poco en la
historia previa de esta maratón decir que la maratón objeto de este post nace
en 1977 conocida con el nombre de MAPOMA (Maratón Popular de Madrid), entidad
deportiva responsable de la creación, organización y celebración del Maratón de
Madrid y que organizó la misma desde su primera edición el 21 de Mayo de 1978
hasta la edición del 2011.
En su primera edición
participaron más de 7.500 corredores que para ser en el año 1978 y sin la
fiebre del running que actualmente estamos viviendo me parece un número muy
grande de corredores para aquellos años, de los cuales más de 3.000 personas
fueron capaces de llegar a la meta situada en el Paseo de Coches del Retiro.
En esta edición de 1978
hubo categoría infantil, la cual la ganó un chico de 15 años (personalmente me
parece increíble que permitieran dicha categoría en aquellos años).
En esta primera edición
el ganador (Juan Manuel Sánchez) realizó un tiempo de 2h:24:49 y la ganadora
(Matilde Gómez) un tiempo de 3:35:47.
En la Quinta edición se instauró
la costumbre de premiar a todos los corredores que acabaran la prueba con la
entrega de una medalla conmemorativa.
En 1982 los dorsales se
adjudicaron por primera vez por ordenador según la marca del corredor inscrito
y en la Meta se
instaló un reloj digital.
En 1985, la
organización dio como vencedores a dos atletas a la vez, Antonio Cánovas y
Fernando Días, ya que entraron juntos después de que este último se detuviera a
ayudar a su compañero.
Las duchas comenzaron a
hacer acto de presencia a partir de 1985, así como la Comida de la Pasta.
La edición de 1990 fue
de las más frías ya que la salida se dio con 4 grados y en la llegada se
registraron 6 grados (unos grados menos que en la de este año del 2015).
El chip de control
acoplado a la zapatilla se usó por primera vez en 1996.
En el 2001 se alcanza
por primera vez la cifra de 10.000 inscritos.
En 2008, tras 6 años de
reinado absoluto de keniatas se hace con la victoria el gran Chema Martínez
(2h:12:42).
Hay que decir por otra
parte que el recorrido por Madrid no es muy propicio para hacer grandes marcas,
razón por la que los primeros figuras mundiales de la maratón han evitado normalmente
la participación en la misma de esta ciudad.
En los primeros años de
la década del 2010, la maratón pasó a denominarse Rock and Roll Maratón de
Madrid ya que la misma se integra en el circuito de running más grande del
mundo en la que participan 27 ciudades del norte de América junto a 6 ciudades
de Europa, entre ellas claro está, Madrid.
La idea de este
circuito era combinar el running con la música en vivo en las calles.
Pues después de esta
pequeña parrafada con algunas anécdotas, llegamos a este año del 2015 y en la
que reflejo un par de carteles de la edición del presente año.
Recorrido de la prueba de
este año 2015 en un par de imágenes.
2. El por qué
o lo que es lo mismo: Razones y Motivaciones para correr una maratón en mi
caso.
No sabría muy bien
(después de haberlo pensado mucho) decir el por qué me dio por apuntarme a esta
maratón o mejor dicho el por qué participar en una maratón.
Supongo que quizás uno
de los motivos habrá sido un poco llevado por la inercia después de un par de
años metido en esto del running y en la uno se va motivando día a día con cotas
mayores, por ejplo en la distancia, cuyo resultado final ha sido la maratón
fruto de este viaje a Madrid.
Otra razón era para
pasar un fin de semana fuera de casa y corriendo una prueba popular de larga
distancia en una región que no fuera la mía.
En un principio mi
debut iba a ser en La Coruña ,
pero por otra parte había leído en algún foro que como carrera de maratón para
debutar en cuanto ambiente como Madrid no había ninguna y tras comentárselo a
Raquel y a Luis esta segunda opción que se me había ocurrido, decidimos cambiar
las tierras gallegas por las tierras del interior.
Aparte del ambiente,
otra cosa que me atraía de la carrera era el perfil duro que tenía la misma y
las opiniones generalizadas que había leído en internet y que me habían
comentado en persona algún conocido que ya había participado en esta prueba.
Por otra parte, en el
plano personal, aparecía la motivación que voy a señalar a continuación y era
el acercarme junto a mi mujer a la carrera de este fin de semana en Madrid
acompañados de Raquel y Luis, así que por decirlo así, el buen ambiente y las
risas estaban garantizadas en el viaje.
Y por último…..La
motivación más importante la prefiero reflejar en esta imagen.
Tras la defunción de mi
padre en Diciembre del pasado año, se me ocurrió de forma “virtual” realizar
una actividad acompañado de mi progenitor y así poder hacerle un pequeño
homenaje a mi manera y qué mejor forma de debutar en la Maratón que con su nombre
inscrito en mi dorsal y así poder sentirlo de alguna manera durante la carrera
y durante los meses previos a esta carrera.
Impresión que tuve que
realizar con el número de dorsal que me dieron para la carrera y con el nombre
de mi padre inscrito en el mismo.
Si en la anterior foto
puse al protagonista y motivador principal de la carrera de este día, ahora
pongo a los protagonistas de la carrera, mi padre y el menda cuando era
pequeñín, pequeñín…
3. Plan de
preparación de 16 semanas.
Primeras ocho semanas…
Segunda mitad………….
4. La ida,
Sábado 25-04-2015.
Tocaba madrugar este
día, así que eso fue lo que hicimos, levantarnos a las 05h30 de la madrugada ya
que teníamos previsto pasar a recoger con el coche a Raquel y Luís a eso de las
06h30 y poner así rumbo al aeropuerto donde tenía previsto salir el avión
(08h30) que nos llevaría en una hora a Madrid.
Maletas listas para
viajar.
En cuanto a las sensaciones
señalar que me levanté ilusionado por el viaje (tenía bastantes ganas de
cambiar de aires por un par de días) pero sin sentir ningún tipo de nervios por
el hecho de debutar en una Maratón.
Pues lo dicho, tras prepararnos
y recoger a la pareja, pusimos rumbo a Ranón y en cuestión de media hora ya
estábamos entrando en la zona del parking ya que habíamos reservado plaza (20
euros en total para los tres días) para el coche para los días que iba a
permanecer en el mismo a la espera de nuestra vuelta.
En este viaje de ida
ocurrió una anécdota y fue que casi renuncio a pillar el desvío al aeropuerto
(debido a estar enfrascado en las conversaciones y a la inercia del trayecto) y
fue gracias a que me avisaron, que este menda tuvo que pegar un pequeño
volantazo para pillar la salida a tiempo y así no seguir camino a tierras
gallegas, por lo cual hubo un pequeño cachondeo a mi costa en ese momento.
Tras aparcar el coche y
tomarnos un café, embarcamos sin novedad, salvo que a Noelia le obligaron a
abrir la maleta.
En el aeropuerto.
El viaje se me hizo
cortísimo ya que al poco de despegar ya estábamos aterrizando en Madrid y lo
mejor de todo era que estábamos descansados (era lo bueno de evitar el trayecto
de cuatro horas en coche).
Tras desembarcar nos
dirigimos a pillar el metro que nos iba a dejar a cada pareja en los hoteles
escogidos para la estancia en Madrid ya que teníamos la intención de pasar
primero por los hoteles antes de ir a recoger los dorsales correspondientes,
así que tocaba separarse por alguna hora para acercarnos hasta los hoteles.
El día se presentaba
con sol y nubes aunque el pronóstico para la tarde y para el día siguiente era
de lluvia, así que estábamos a la expectativa de ver lo que pasaba con el aspecto
climatológico del viaje.
El hotel que en nuestro
caso habíamos escogido era el “Hotel Catalonia Gran Vía”, hotel que habíamos
elegido por su situación céntrica y cercana, dentro de lo que cabe, al inicio y
final de la carrera.
Tras dejar las maletas
en recepción ya que todavía no se podía subir a la habitación (eran cerca de
las 11h cuando llegamos), fuimos a dar una vuelta y hacer algo de tiempo antes
de irnos a la zona de la Casa de Campo para reunirnos con Raquel y Luis y
recoger todos juntos los dorsales para la carrera.
En concreto, nos
dirigimos hasta la Plaza de Callao donde paramos a tomar un café y a disfrutar
de esos primeros momentos en Madrid.
Era inevitable hacer
algunas fotos en dicha plaza aunque no hubiera llevado para este viaje la
cámara buena, así también como asomarnos a una de las calles más transitadas de
Europa, la calle Preciados y calle por la que bajaríamos corriendo al día
siguiente.
En Callao.
Gente por Preciados.
Pues nos dirigimos
entonces a pillar el metro para reunirnos un rato después en otra estación con
Raquel y Luis y tras hacer un trasbordo todos juntos acabaríamos llegando al
Recinto Ferial de la Casa de Campo, en concreto a la zona del Pabellón de
Cristal, lugar donde entregaban los dorsales para la carrera y donde estaba
situada la Feria del corredor.
Tras subir un primer
repecho ya no nos gustó mucho lo que vimos ya que eran cerca de las 13h y
aparecía ante nosotros una buena cola de gente esperando a entrar para pillar
el dorsal.
Fuimos los cuatro
caminando y caminando para ver el final de la cola y el final que no aparecía.
Incluso preguntamos a
un señor por dicho final y nos dijo que lo mejor que hacíamos era ir por el
sentido contrario que llevábamos ya que seguramente llegaríamos primero.
Hicimos caso omiso a
las recomendaciones del señor y seguimos caminando en el sentido que
llevábamos.
Gente y más gente aparecía
y el final de la cola que no asomaba por ninguna parte.
¡Cagunross!...¿Cuanto
tiempo íbamos a tener que estar en la cola para entrar al pabellón de Cristal y
recoger los dorsales?...
La cosa no pintaba
bien, así que cuando dimos con el extremo de la cola, rápidamente nos situamos en
la misma esperando que se moviera lo más rápido posible ya que habíamos dado
una buena vuelta a la manzana, aunque el grado de indignación se respiraba en
el ambiente.
Encima, nos acompañaba
Noelia que había decidido acompañarnos y no le iba nada en la historia por lo
que se estaba perdiendo por estar con nosotros unas buenas horas de paseo por
las calles céntricas de Madrid.
Al poco de ponernos en
la cola, foto de los tres.
Mucha cara de
cachondeo, pero la verdad no nos hizo mucha gracia el rodeo que teníamos que hacer.
Por lo menos la cola se
iba moviendo más o menos rápido, así que hablando y viendo el ambiente de la
misma, en mi caso no se me hizo pesado el tiempo de espera en la misma.
Un par de imágenes de
la gente respetando cívicamente el orden de la cola.
¡Se nota que había
mucho extranjero ya que de ser españolitos todos los que estábamos seguro que
más de un jaleo hubiera habido!.
Enfocando los últimos
300-400 m de cola.
La verdad no entiendo
que la organización de esta maratón pusiera tan solo un par de días para que
pilláramos los dorsales las 30.000 personas que estábamos apuntadas a
cualquiera de las tres carreras que se iban a celebrar el Domingo (10 Km, Media Maratón y Maratón).
Se nota que estábamos en
España porque seguro que esto no pasa en otras ciudades y creo que todos los
que estábamos allí eran de mi misma opinión.
Incluso Noe estaba
altamente indignada y la muestra de esto que digo fue que cuando estábamos a
punto de terminar de estar en la cola va y nos suelta a los tres que lo que
estaba pasando era denunciable.
Cual sería mi sorpresa
que cuando nos dejaron entrar y subimos a la primera planta del Pabellón de
Cristal, resulta que estaba medio vacío y sino, estas fotos de muestra de su
interior.
Incomprensible, por lo
menos para mí, pero ya había leído algunas críticas negativas de la
organización y en este aspecto fueron bastante acertadas.
Pillé sin problemas, la
bolsa del corredor, el dorsal con el nombre de mi padre (10790) así como la
guapa camiseta conmemorativa de la carrera.
Bolsa del corredor.
Dorsal 10790.
Camiseta de la prueba.
El menda con dicho
dorsal.
Acto seguido dimos una
pequeña vuelta por la feria del corredor, feria que me sorprendió por la gran
cantidad de stand que había y en la que compré una taza de desayuno de
recuerdo.
Como los otros tres
estaban cansados decidimos ir regresando en metro para los hoteles aunque yo me
hubiera quedado más tiempo ya que no me dio tiempo de ver la feria en su
totalidad.
Acabaríamos llegando al
hotel sobre las 17h, así que el resto de la tarde estuvimos descansando en la
habitación antes de salir a cenar.
Foto de la Gran Vía
desde el balcón de la habitación.
Sobre las 19h saldría del hotel camino de una pequeña tienda del Carrefour para comprar
algunas cosas para desayunar al día siguiente en la habitación ya que cuando
habíamos estuvimos con la chica de recepción resulta que ésta nos había dicho
que el desayuno empezaba a las 07h30, horario bastante tardío para mí.
A las 20h salimos del
hotel camino de la zona de la Cava Baja ya que habíamos reservado en “La
Tiaglatella”, un restaurante italiano en el que nos vendría muy bien cenar y
cargarnos de hidratos de cara a la carrera del día siguiente.
Aunque antes de cenar
íbamos a pasar por “La Txacolina” donde sacamos algunas fotos.
Tras la cena, cada uno
ya nos dirigimos a los hoteles respectivos a descansar para el día siguiente,
así que de este primer día en Madrid poco más que contar.
5. Día de la
carrera, Domingo 26-04-2015.
Dormí bastante bien
esta noche ya que tengo que reconocer que al no tener grandes expectativas de
tiempos a conseguir supongo que me haría estar bastante tranquilo por estar
prácticamente seguro que la terminaría sin problemas graves a nivel físico.
Me levanté a las 06h o
lo que es lo mismo unas 3h antes del comienzo de la prueba y nada más
levantarme ya pude comprobar que los pronósticos del tiempo no se habían
equivocado para este día y estaba lloviendo.
Lo que sí que tuve
fueron dudas sobre el vestuario a poner para la carrera ya que tenía varias
opciones en mente pero al final me decidiría por poner pantalón corto y
camiseta de manga corta.
Hice, a su vez, la
bolsa que dejaría alguna hora después en el guardarropa, bolsa que nadie se imagina
lo que me alegró verla y poder abrazarla tras finalizar la maratón.
Bolsa que dejaría en el
guardarropa.
Desayuné en el baño
para no molestar a la señora y dicho desayuno consistió en bebida isotónica, un
plátano, algunas galletas y algo de mermelada sobre tostadas.
Aparte de todo esto que
he dicho, iba a salir a la calle protegido por una bolsa grande de basura que
me había dejado una compañera del curro en vez de ir protegido por el
chubasquero ya que lo había metido en la bolsa para cuando acabara la carrera y
aunque en esos momentos no llovía mucho, la verdad sí que me ofrecía una buena
protección ante la lluvia.
Lo malo era que me
quedaba algo largo, problema que solucionaría después rompiéndolo por abajo
hasta que me quedó estilo “minifalda”.
Pues lo dicho, tocaba
salir a la calle (07h10) y poca gente había en esos momentos en la misma.
Descendí por la Gran
Vía hasta dar con la C/Alcalá, Plaza de la Cibeles, Puerta de Alcalá y aquí iba
a entrar en el Parque del Retiro que era donde estaba instalada la llegada y
todos los servicios que ofrecía la organización de la prueba como era el
destino de este primer viaje matinal, "El Guardarropa".
A medida que me iba
acercando a la zona de meta ya se notaba afluencia de corredores para dejar las
bolsas en el guardarropa.
Buen tinglado tenían
montado en meta, incluso con la televisión ya que la carrera la iban a
retransmitir por Teledeporte.
Unos centenares de
metros después se encontraba la zona del guardarropa donde tras esperar unos
minutos a ver si veía aparecer a Raquel y Luis, decidí dejar la bolsa con la
ropa seca que pondría al finalizar el debut de este día.
Tranquilamente fui
caminando por el Retiro (con paradita previa) y por la C/ Felipe IV, acompañado
de una buena marabunta de corredores a la zona del Paseo del Prado, lugar de
donde salía la carrera.
Al realizar la
inscripción me habían pedido un tiempo de referencia y como había puesto 04h30,
tiempo en el que tenía previsto acabar la maratón, me asignaron el cajón 5,
cajón al que me dirigí y donde ya había bastante gente merodeando por el mismo.
Llegué a dicha zona
sobre 25 minutos antes del comienzo y ya pude observar que dicho cajón estaba
muy alejado de la zona de la Pl de la Cibeles, así que antes que pasara por la
pancarta de salida creo que iba a tener que caminar unos 500 m por lo menos.
Se me hizo corto el
tiempo de espera ya que en el ambiente sonaba música y junto con el animador de
la prueba hacía que no me impacientara por empezar.
Mirando el pulsómetro
en esos momentos, el mismo marcaba unas 78 pulsaciones en el par de ocasiones
que lo miré mientras cuando trotaba marcaba unas 88.
Poco a poco empezamos todos
a caminar en dirección a la salida y cuando crucé por dicho arco ya había
pasado 10 min 12 sg desde que habían salido los favoritos al triunfo.
¡Ahora es cuando
empezaba la carrera, así que solo quedaba decir: Preparados, listos y ….YA!.
6. La madre
de todas las carreras, LA MARATÓN.
- km 0 a 5. Parcial: 34:41 Ritmo:
6:57 / Km.
Total 34:41 Ritmo: 6:57 / Km.
Pues tras poner el
crono del pulsómetro, crucé la alfombra de la salida y empecé a correr entre
los corredores sin demasiados problemas atravesando la Plaza de Cibeles y dando
al Paseo de Recoletos.
Tengo que decir que
todavía aguantaba con la bolsa de basura recortada momentos antes en el panel
del cajón nº 5, aunque en esos momentos no llovía.
Este primer tramo de la
carrera sabía que había que tomárselo con muchísima tranquilidad, debido sobre
todo a que era en ascenso continuo durante 7 km nada más y nada menos.
Para ayudarme a no
meterme más caña debido a la emoción de esos primeros km, contaba con la ayuda
inestimable del pulsómetro, pulsómetro que me iba en todo momento a ayudar a
controlar el tema del corazón durante la mayor parte de la carrera.
Se dejaban sentir esos
primeros centenares de metros en las piernas por el sentido ascendente que
tenían, pero como era lógico, no iba a tener problemas para ir poco a poco
superando estos primeros km iniciales aunque tengo que decir que a un ritmo
bastante lento.
En el paso por el km 1
marqué un tiempo de 06:49, más o menos como en las tiradas que había realizado
en los meses previos.
Subía ahora por el
Paseo de la Castellana y casi sin darme cuenta ya estaba pasando por el segundo
km del día y marcando un tiempo de 13:25.
En estos momentos
decidí tirar para un lado de la calle la bolsa que me había servido de
protección para el agua ya que ni llovía, el plástico me estaba empezando a dar
calor y observando el cielo me parecía que éste iba aguantar el resto de la
jornada (a este menda creo que a adivino no le gana nadie como se verá luego…),
así que me iba a quedar ya de atuendo deportivo de verano para el resto de la
carrera.
En cuanto a las pulsaciones
iba subiendo con unas 144.
Me había marcado un rango cómodo entre 135 y 153,
rango en el que intenté permanecer el mayor tiempo posible.
Iba bastante
entretenido y disfrutando en medio de todos los corredores.
Me sentía muy bien
yendo a mi bola, sin presiones de tiempo y simplemente con ese objetivo que me
había marcado de finalizar mi primera maratón.
Se agradecía en este
primer tramo el ir corriendo por el Paseo de la Castellana dado el buen número
de corredores que íbamos transitando por el mismo.
Tengo que decir que la
carrera de 10 km había comenzado a las 08h30 y con un límite de participantes
de 7.000 y a las 09h habíamos comenzado los de la maratón (15.000) junto a los
de la media maratón (9.000), así que estaba claro que una parte importante de
la prueba para que resultara fluida iba a ser el meternos por grandes avenidas
de Madrid.
Pues yo seguía con mis
zancadas, pensando en el “poquito a
poquito se hace el caminito” como me suelo decir yo cuando me pego larguísimas
caminatas por el monte y controlando el tema pulsaciones, así que cuando me di
cuenta ya estaba pasando al lado del Estadio Santiago Bernabeu situado en el km
4.
Iba cómodo (aunque con
el ritmo con el que iba corriendo como para no ir así) y mientras tanto el
asfalto no cedía en sus metros de ascenso y yo tampoco cedía en mis zancadas.
A partir de esta zona
del estadio iba a entrar en un Madrid desconocido para mí, así que lo que hice
mientras corría fue ir controlando los diferentes edificios que iban
apareciendo a los márgenes del Paseo de la Castellana.
Iba camino ya del
avituallamiento del km 5 y de momento los km me parecían pasar bastante deprisa
para el ritmo que llevaba.
En el paso por este
primer punto de control iba a marcar un tiempo neto de 34:41 a una media de
06:57 / km.
La media yo creo que
había subido respecto a los dos primeros km por mis intentos en controlar las
pulsaciones a niveles bajos ya que en cuanto me descuidaba se querían alzar por
encima de 155 puls x min dado el tramo ascendente por el que iba transitando y
encima había tenido que parar solidariamente como otros muchos corredores para
aligerar peso.
El tiempo ni me
preocupaba a diferencia de otras carreras y seguramente por esto que digo iba
disfrutando más que en otras ocasiones.
- Km 5 a 10. Parcial: 32:43 Ritmo:
6:33 / Km.
Total:
1h:07:24 Ritmo: 6:45 / Km.
Poco después del Km 5
pillé agua en el primer puesto de avituallamiento, el cual parecía que había
sido arrasado en sus primeras mesas por los hunos de Atila.
Alguna decena de metros
después de lo que parecía ser el lugar
principal de este primer punto de recogida de bebida seguía habiendo
mesas y voluntarios ofreciéndonos agua a los corredores, así que lo dicho,
pillé agua ya que aunque no tenía sed era importante que no me quedara sin
recoger botellín en los múltiples avituallamientos que había en la carrera (más
bien por el tema de la hidratación y esas cosas que se dicen…).
La carrera seguía
subiendo por el Paseo de la Castellana y obligándonos a todos los corredores a
pasar por las Torres Kio que parecían querer caerse sobre nosotros.
Después del km 5 me
pareció que la pendiente bajaba ligeramente aunque seguíamos todos en ascenso y
tengo que reconocer que aunque el terreno se dejaba notar ligeramente en las
piernas me había hecho la idea en casa de que sería más duro de lo que era en
realidad.
Supongo que estaba en
los típicos kilómetros que aunque no se notan mucho en el desgaste a nivel
físico por estar situados en el inicio de la carrera, en caso de pasarse con el
ritmo en los mismos, al final de la carrera es cuando contribuyen muy mucho a
dejar baldado a uno en carrera.
La verdad iba muy
cómodo disfrutando de la carrera y conociendo esta parte de Madrid la cual
supongo que debe ser de negocios dados algunos “rascacielos” que se veían a lo
lejos así como las torres antes mencionadas.
Poco después del km 6
tocaba giro a la izda en las cercanías de la Torre Cepsa y resulta que …¡Otra
vez notaba que tenía que parar!..
¡Qué incordio, resulta
que todo lo que voy ganando en tiempo en este primer tramo del día (quería
bajar de los 7 min / km en estos primeros km para luego ir recuperando el
tiempo perdido), lo voy a perder por las dichosas paraditas de los…!, pensaba…
¡Así no hay manera,
pero bueno, hay que parar pues a parar toca…! o ¡Mientras no llegue la parada
larga, larga en el centro de Madrid me doy por contento…!, eran pensamientos que tenía en
aquellos momentos mientras corría.
Así que nada más dar la
vuelta a una rotonda y casi delante de un coche de la polícía local de Madrid
me aparté unos metros a una pequeña zona verde y realicé mi parada técnica en
compañía de algún otro corredor que parecía tener el mismo problema.
Reanudé la marcha de
nuevo y mirando el reloj las pulsaciones habían bajado de lo lindo, por lo
rápidamente empezaron a subir mientras incrementaba el ritmo hasta quedar en la
zona de 145 puls x min, zona que iba intentando controlar en todo momento, unas
veces mirando el reloj y otras por sensaciones.
Unas veces mirando el
reloj, otras los edificios como si de un provinciano se tratara, otras veces observando a
los corredores con los que iba coincidiendo en carrera iba muy entretenido
mientras dejaba atrás (sin prisa pero sin pausa) los km 7º, 8º, 9º y
aproximándome ya al punto del km 10, punto donde había un puesto de
avituallamiento donde me iban a dar bebida isotónica y agua.
En dicho punto
kilométrico, el 10º km, marcaría al final un tiempo de 01h:07:24, un tiempo muy
por debajo de mi mejor marca situada en unos 50:50, así que esto da una idea de
lo relajado que iba corriendo y sobre todo precavido para lo que me pudiera
venir dos o tres horas después.
- Km 10 a 15. Parcial: 33:15 Ritmo:
6:39 / Km.
Total: 01:40:39 Ritmo:
6:43 / Km.
En este punto como digo
pillé bebida isotónica y agua y poco después nos torcía la carrera para pillar
la Calle de Raimundo Fdez Villaverde.
Anteriormente habíamos
estado corriendo por la larga Calle de Bravo Murillo ya que a la vuelta y al
pasar de nuevo por la Plaza Castilla el itinerario había tomado esta calle que
he mencionado de Bravo Murillo.
Pues…¿Qué pasó…?...
Respuesta fácil…Otra
vez a parar, así que me eché a un lado y me acerqué a un pequeño parque que
había en esta calle a realizar otra parada técnica y… ¡Ya iban tres paradas en
cuestión de algo menos de 11 km!...¡Todo un récord…!.
Otra vez a reanudar la
marcha y otra vez a intentar recuperar algo del tiempo perdido que calculo yo
serían unos 30 sg por cada parada.
Pasado el km 13 se iba
a producir una de las escenas guapas del día ya que la carrera nos separaba a
los de la maratón de los que participaban en la media y estos últimos nos
despedían aplaudiéndonos y deseándonos suerte para el largo trayecto que
todavía nos quedaba.
Anteriormente a este km
13 ya había empezado a ver algunos corredores ponerse a caminar, cosa que no
entiendo a no ser que tuvieran algún problema físico ya que cada vez estoy más
convencido que la gente se mete a realizar carreras largas en algunos casos
“muy alegremente” y sin estar lo mínimamente preparados que debieran estar.
En este parcial poco
más que contar ya que seguía con las mismas sensaciones que el parcial
anterior, no sintiendo síntomas de cansancio alguno así como tampoco molestias
a nivel físico, así que parecía que la carrera se estaba desarrollando
positivamente, así que “piano piano” ya me iba aproximando al km 15, en el cual
tenía previsto tomar el gel de glucosa que llevaba en el pantalón más lo que me
dieran para beber en el avituallamiento de dicho km.
Llegaría entonces al km
15 marcando un crono en carrera de 1h:40:39 cuando normalmente en algún entreno
realizado semanas después había marcado 1h 32 aproximadamente.
- Km 15 al 20. Parcial: 34:22 Ritmo:
6:52 / Km.
Total:
2h15:01 Ritmo: 6:46 / Km.
Tras pasar este km 15
iba a coger el gel del bolsillo y enseguida iba a ver a los voluntarios dando
el agua y el Powerade, así que rápidamente pillé la bebida y tengo que
reconocer que casi no daba abasto entre el gel y el agua en una mano y el vaso
con Powerade en la otra.
Seguía corriendo por
calles de perfil llano e incluso descendente aunque sí que es verdad que algún
corto repecho había aparecido en el camino pero sin problemas para superarlo.
Poco después del km 15
iba a comenzar a llover y lo peor era que parecía que iba a más ya que el cielo
estaba completando cubierto de nubes de agua preparadas para descargar o mejor
dicho descargando en el centro de Madrid.
Durante los km 17 y 18
transitaría por la C/ S. Bernardo en busca de la Gran Vía que en corto ascenso
me iba a subir a Callao.
Al llegar a Callao el
tiempo lluvioso se había convertido en diluvio y mientras iba corriendo iba
pensando…“¡Más épica para mi primera maratón!”.
Aunque la lluvia era
molesta en mi caso por el tema de las gafas,
tampoco ésta me impedía avanzar con una cierta soltura dentro del ritmo
lento que llevaba y en cuanto a las fuerzas parecían seguir más o menos
intactas.
Después de Callao
tocaba bajar por la C/Preciados donde había algo de público amontonado animando
a los corredores que se hacía algo más numeroso al llegar a la Puerta del Sol.
Guapo y chulo el correr
por la Puerta del Sol y el menda que seguía sin problemas.
La verdad me prestó
dicho paso por dicha plaza y entonces, bajo la lluvia que seguía cayendo
fuerte, di con la C/Mayor que primero en llano y luego en descenso que se
dejaba notar para bien en las piernas, me iba a sacar a la zona de la Catedral
de la Almudena y del Palacio Real, lugar donde estaba el panel del km 20 y en
el que llevaría un tiempo de paso de 2h15:01.
- Km 20 al 25. Parcial:
33:25 Ritmo: 6:41 / Km.
Total: 2h:48:26 Ritmo:
6:45 / Km.
Seguía con un ritmo
continuo en todo momento y controlando también las pulsaciones que nunca
excedían de 150, así que por lo menos en cuanto a las fuerzas iba bastante
intacto dentro de lo que cabe o eso me parecía a mí.
En esta zona pillaría
algo de bebida en otro avituallamiento que estaba situado en esta zona.
Iba en busca del paso
de la Media Maratón, marcado con una pancarta y en el mismo iba a llevar un
tiempo de 02h21:44, tiempo de paso lentísimo si se piensa que hacía un mes y
una semana había realizado en la media de León una marca de algo más de
01h50:10.
En este tramo
ascendente hasta la pancarta iba a intentar pillar un vaso de bebida isotónica
cuando de repente un corredor extranjero va y me pilla dicho vaso, ante lo que
el corredor ante dicha acción por su parte se dio cuenta que lo había hecho mal
y me soltó un “Sorry”, pero lo que es cederme el vaso ni me lo cedió ni me
ofreció bebida del mismo.
Anteriormente ya me
había pillado un par de trozos de plátano y agua que me tomaría en este tramo
del itinerario.
Seguí corriendo ahora
por un tramo llano después del breve ascenso que tuve que hacer para pasar por
debajo del punto intermedio de la carrera y después de un km la carrera torcía
un par de veces y me iba a meter por una especie de parque.
Ya había pasado el
ecuador de la carrera y mirando mi crono había visto que había hecho un tiempo
aproximado de 02h22, así que todavía estaba a tiempo de poder hacer 04h30 ya
que suponía que la segunda mitad de la carrera iba a mejorar el tiempo de la
primera media.
Llegaría entonces el km
25 donde marcaría en la alfombrilla de control un tiempo de 2h48:26, así que tan solo ya me quedaban 17
km, algo más del paseo de Oviedo a Fuso la Reina, lugar de algunas tiradas de
las mías.
- Km 25 al 30. Parcial: 38:20 Ritmo: 7:40 / Km.
Total: 03h26:46 Ritmo: 6:54 / Km.
En este tramo ya
empezaría a notar los primeros síntomas de cansancio, aunque todavía parecía
que podía aguantar unos cuantos km más sin problemas.
Era raro que se me
presentaran tan pronto ya que en las tiradas realizadas en Asturias me había
encontrado bastante bien sin las sensaciones que estaba teniendo en esos
momentos.
Decir que las
sensaciones eran solamente a nivel físico de las piernas, estando el resto del
cuerpo bastante bien para ir llevando ya 25 Km.
De todas formas ni
estaba agobiado por esto que parecía que se me estaba presentando a nivel de
cansancio y por otra parte seguía disfrutando (aunque parezca mentira) de la
experiencia de estar corriendo mi primera maratón y ni los km que había corrido
anteriormente se me habían hecho pesados en mi cabeza así como tampoco los que todavía restaban.
En todo este tramo iba
a correr prácticamente por la zona de la Casa de Campo (km 26 al 30), tramo que
habían dicho en el foro de la maratón de Madrid que era de una cierta dureza,
así con estas expectativas de certificar dicha dureza, seguí corriendo por esta
famosa zona de actividades deportivas de Madrid y viendo ya a algunos
corredores que se empezaban a parar y a continuar caminando.
Recorrido por la Casa de Campo.
En este tramo ya fui
consciente que no llegaría en el tiempo que me había marcado en casa de 04h30,
pero no pasaba nada ya que lo importante era acabar y de eso estaba seguro.
Me pareció guapo el
entorno de dicho lugar para hacer deporte y mientras corría intentaba fijarme
también en las diferentes zonas verdes que tenían estos 4 km por los que
corríamos en esta zona de Madrid.
Sobre el km 26 o km 27
tuve que parar a realizar otra parada técnica y la verdad era un poco rollo
estar corriendo y tener que pararse.
No es que me cortara mucho el ritmo las
paradas técnicas (ya que decir que
llevaba ritmo es un poco exagerado), pero esto de pararse y volver a correr me
parecía bastante incordio.
Aquí viendo que cada
vez aparecían ante mí, en la parte final de este tramo corredores que caminaban
y sus compañeros que los esperaban, me planteé el intentar acabar todo el
recorrido corriendo, dado el cansancio a nivel muscular de piernas que me parecía
ir viniendo poco a poco, aunque sentía que me iba a ser difícil cumplir esto
que digo.
A pesar de todo esto
que digo, la dureza de este tramo de 4 km por la Casa de Campo no me pareció
tanta como decían en el foro, pero esto de la dureza muchas veces se vuelve más
como interpretación de cada uno o según el estado de forma con el que se llegue
al tramo en cuestión.
Llegaría a la salida de
la Casa de Campo al panel del km 30 donde marcaría un tiempo de 3h26:46, así
que ya quedaban poco más de 12 km para finalizar o lo que era lo mismo e iba
pensando en esos momentos (menos de los 15 Km del paseo de Fuso…).
- Km 30 al 35. Parcial: 39:34 Ritmo: 07:54 / Km.
Total: 4h:06:20 Ritmo: 07:03 / Km.
En carrera tenía muchas
ganas de llegar a este parcial ya que por primera vez iba a superar los 31 km
de mi mayor tirada en entrenamientos, así que era una motivación extra para
llegar a este tramo de carrera.
Tras cruzar el panel
del 30, me encontré con el avituallamiento que además de agua iba a tener
bebida isotónica más la fruta con más contenido en magnesio y que contiene también mucho
potasio, el plátano.
Yo corriendo a mi paso
parecía el caballo de Atila, ya que todo lo que podía pillar, lo pillaba.
Tanto que cuando vi a una
chica que me ofrecía un plátano a lo lejos me fui acercando progresivamente a
ella y gritándole que si tenía media docena de ellos, ante lo cual la chica se
sonrió.
Ya me veía más cansado
al inicio de este tramo y después del avituallamiento había una buena cuesta
con buena pendiente o así por lo menos me lo decían las piernas.
En dicha cuesta había
algunos caminando y tomando el avituallamiento, pero el menda seguía igual en
su empeño de no caminar e ingirió tranquilamente lo que había recogido metros
atrás.
Aquí ya se volvía a
correr por ciudad y me sorprendió en este tramo de los km 31 y 32 lo mal, mal
que estaban asfaltadas algunas calles de Madrid.
¡Qué desastre de
calles, por lo menos cuando llueve a cántaros!...
Me encontré o mejor
dicho nos encontramos todos los corredores con unos charcos como pocas veces
había visto.
Tan grande eran que de
repente vi que los me precedían tenían que ir corriendo o andando (según las
fuerzas que tenían) por las aceras, así que eso fue lo que hice, a montar en la
acera y a empezar a moverme por la misma.
Y así fue como llegue
al puente sobre el Río Manzanares y con guapas vistas del Estadio Vicente
Calderón.
Tras cruzar dicho
puente, la carrera torcía y nos obligaba a ir a los corredores en paralelo al
Manzanares.
En estos momentos
circulaba por el km 33 aprox y aunque por momentos no sabía en qué km exacto me
encontraba, en ningún momento me agobié por los km que tendría que recorrer
hasta entrar en el Parque del Retiro.
Lo que sí que ya me iba
planteando era intentar bajar de las 05h, dado el cansancio que ya tenía en las
piernas y que iba notando, pero este cansancio era solo en las piernas, porque
a nivel de pulsaciones iba donde yo quería ir (por debajo de 155 en muchos
tramos de esta parte del recorrido).
Poco antes del km 34 me
encontré con la imagen de un corredor que me quedó grabada ya que dicho
corredor se había detenido en la acera y con la cabeza apoyada en un muro se
quejaba de dolores en las piernas.
Dicho corredor estaba acompañado de otro que
le preguntaba que por dónde tenía los dolores, ante lo que el primer corredor
quejándose fuertemente le decía que le dolía todo el cuerpo.
Me dirigía hacia el
Campo del Moro, zona aledaña de la Almudena y del Palacio Real y aquí, en el km
34, me encontré con un repecho, pero repecho de verdad como digo yo, el cual
superé lentamente pero sin pararme a caminar.
Del km 34 al 35 me paré
por primera vez (si no me equivoco) para empezar a caminar durante un tramo y
más o menos fue como sigue…
El caso era que yo iba
corriendo muy lentamente y llegué a la altura de un corredor que caminaba, así
que yo seguí corriendo o más bien pegando saltos (diría yo) y cuando miro para
un lado después de un par de minutos veo que el mismo sigue a mi altura
caminando con movimientos de brazos a buen ritmo y yo no me había despegado ni
un metro de él.
Como me notaba las
piernas bastantes cargadas y como no iba a buen ritmo y era incapaz de alejarme
de dicho corredor y para prevenir alguna rotura de fibras o similar decidí
parar en vez de seguir avanzando pegando saltos como una rana y así, caminando,
es como llegué al km 35 donde marcaría en este paso un tiempo de 4:06:20.
Tengo que decir que
cuando paré de repente para ponerme a caminar, sentía las piernas por unos
segundos como si fueran ortopédicas y estuvieran acopladas artificialmente a la
zona de la cadera ya que empecé a caminar por unos momentos con algunos
pinchazos en la zona de los abductores (por ejplo en la zona del Psoas Iliaco,
Rectilineo, Tensor de la Fascia Lata entre otros…), así que se ve que este esta
zona es un aspecto a mejorar y a reforzar (no la reforcé apenas nada con trabajo
de pesas para esta carrera) y creo que quien me estuviera viendo en aquellos
momentos al inicio de la caminata le pudiera dar la impresión que estaba viendo
a un “robot” o a “un muerto viviente”.
De todas formas, estos pinchazos me
duraron pocos segundos y luego podía caminar más torpemente, pero caminar.
Llegaba entonces el
panel del km 35 y tan solo quedaban ya 7 Km…
¡Está chupado ya…!, me
decía.
- Km 35 al 40. Parcial: 43:40 Ritmo: 08:44 / Km.
Total: 04h50:00 Ritmo: 07:15 / Km.
Este parcial
kilométrico se convirtió en el peor parcial con diferencia de todos debido a
las veces que paré a caminar.
Me quedaba ya solo 7
Km, lo que equivale a la vuelta de “la Senda de Fuso”, así que con esa idea me
tomé estos últimos km.
Pues seguí caminando
unos centenares de metros tras el km 35 y otra vez volvía a correr.
Tengo que reconocer que
estaba mucho mejor corriendo que caminando, ya que cuando me paraba y empezaba
a andar resulta que casi me congelaba.
Desde la Gran Vía (km
18), no había parado prácticamente de llover y en ocasiones de diluviar, así
que ya llevaba un par de horas bajo la lluvia y todavía me iba a quedar otra
hora de propina.
Iba avanzando poco a
poco, corriendo a veces y caminando y andando otras como un “muerto viviente”
(“muerto” únicamente por las piernas cargadas porque cansancio a nivel de
respiración y pulsaciones no tenía) y así fueron pasando sucesivamente los km
36 y 37 hasta que salí a la altura de la Estación de Atocha.
Hacía ya un buen rato
que mis previsiones de tiempo habían cambiado de nuevo ya que ahora pasaban por
llegar dentro de las 05h15.
En cuando a la gente en
la calle decir que había poca gente para ser Madrid y ser Domingo.
Normal, considero con el día que hacía, así que en este sentido nada que objetar ya que
el día que estábamos sufriendo todos, corredores y viandantes era no “de
perros”, sino lo siguiente.
Después de pasar la
zona de Atocha, se llegaba de nuevo a la zona del Museo del Prado, lugar de la
salida de la carrera (km 38) y aunque había momentos que paraba a descansar las
piernas caminando, enseguida me ponía a correr porque caminando iba medio
temblando y corriendo por lo menos entraba rápidamente en calor.
Aquí ya íbamos
desperdigados los corredores de esta parte final de la carrera, aunque si uno
miraba para atrás, enseguida veía que le seguían, realizando la misma táctica
de caminar y correr que uno venía haciendo hasta el momento y mirando para
adelante también se veía a gente que en alguna decena o decenas de metros le
iban precediendo también con idéntica táctica.
De nuevo pasé por
Cibeles y llegaría de nuevo en ascenso hasta la Plaza de Colón (km 39) donde el
itinerario de la carrera nos sacaba a los corredores de la dirección de la
Castellana para obligarnos a torcer a la derecha para pillar la Calle Goya.
Ya estaba cerca el
final de este tramo de 7 km de subida, tan temido por todos, así que cuando de
nuevo torcí a la izda para pillar la Calle Velázquez ya parecía que alcanzaba a
ver la zona del km 40, paso también cronometrado y en donde marqué un tiempo de
04h:50:00.
Se podría decir que este tramo no me pareció que tenía la dureza que
todo el mundo afirmaba que tenía, pero la verdad y soy de la opinión que la
dureza de dicho tramo viene dada por encontrarse estos últimos 7 km en la parte
final de carrera, no por la pendiente que tiene el mismo que en condiciones
normales se pasaría sin demasiados problemas.
¡Ahora a por los dos km
finales! y ¡Vamos que ya estoy casi en meta…!.
- Km 40 a Meta. Parcial:
17:51 Ritmo: 08:07 / Km.
Fin: 05h:07:51 Ritmo: 07:18 / Km.
Ya faltaban un par de
km y encima según había visto y leído, mucho más fáciles que los anteriores y
encima tirando para abajo, así que ya era cosa de coser y cantar.
En este par de km
finales creo que paré un par de veces a caminar ya que quería entrar en meta
corriendo, así que poco más que contar en este tramo final de carrera.
El último km lo hice
corriendo y los últimos 500 m o quizás algo más por el interior del Parque del
Retiro.
No tuve problemas en
llegar por debajo de 05h15 y aunque el último medio km se me hizo algo largo,
seguramente debido a la lluvia, hay que decir que en ningún momento me agobié
por ver la pancarta y el panel del tiempo a medida que me acercaba ya que de
tema cardio llegaba bastante bien.
Al final cruzaría la
meta en un tiempo oficial de 05h18:13 y neto o real de 05h07:51, así que al
final lograba bajar de 05h15, aunque tengo que decir y reconocer sobre todo que
el tiempo en mi primera maratón fue más que malo y bastante peor de lo que
esperaba inicialmente desde casa antes de marchar a Madrid, pero como digo y
como siento, no pasa nada ya que al final se trataba de acabarla lo más entero
posible, aunque sí que es verdad que habría que dar puntualizaciones a esto de
“acabar entero”, pero éstas más adelante en otro post.
7. Tras
cruzar la meta.
Pues lo dicho, crucé la
meta tras algo más de 5h de “tirada larga” y la lluvia que no cesaba.
De hecho
apenas había cesado durante las tres horas anteriores y encima con muchos
tramos de auténtico diluvio y mucho frío, seguramente debido a la humedad
aunque sí que es verdad que la temperatura era bastante baja, unos 12º C.
Tras cruzar la meta, lo
primero que me encontré fue a los voluntarios dando las medallas, medalla
conmemorativa por finalizar la maratón que personalmente me gustó muy mucho.
Tengo que decir que
nada más pasar por la pancarta de llegada, me paré y me costó Dios y ayuda
caminar esos primeros metros ya que las piernas no eran capaces a tenerse casi
en pie por lo que en los primeros metros los pinchazos en la zona de los
abductores volvían a reproducirse.
Lo malo ahora era que
tenía que caminar unos 300 m por lo menos hasta llegar al guardarropa para
pillar la ropa seca que había dejado horas atrás.
Mientras tanto la
lluvia continuaba, el frío igual y el menda totalmente empapado de la lluvia y
caminando y tiritando bastante según me acercaba al guardarropa.
Había ya poca gente en
la zona de meta ya que la inmensa mayoría de corredores ya habían llegado y
debíamos quedar pocos por llegar.
Llegué entonces al
guardarropa donde había dejado la bolsa y pedí permiso para entrar bajo techo a
cambiarme la ropa que llevaba.
Dicho permiso me fue
aceptado sin problemas.
De hecho cuando entré en la carpa del ejército que
hacía de guardarropa pude observar a los voluntarios así como a algunos
corredores que se estaban cambiando la indumentaria que habían empleado en la
carrera.
Pues pillé la bolsa con
la ropa seca y pude observar, una vez dentro, que las carpas que hacían de
guardarropa estaban totalmente inundadas por el agua que en ocasiones caían de
los huecos que había de separación entre las diferentes tiendas del ejército.
En una de esas ocasiones, una buena tromba de agua le cayó al menda por lo que
me hizo una gracia que nadie se puede imaginar.
Dentro de las carpas y
aunque estaba a salvo de la lluvia, este menda tiritaba como no recordaba.
Las
manos ni las sentí y los dedos los movía con dificultad.
Me cambié de ropa como
pude y la verdad me costó ya que debí estar unos diez minutos para ponerme una
camiseta, una chaqueta de chándal y el chubasquero seco.
Observando el panorama,
al resto de los corredores que estaban allí tampoco les iba mucho mejor, así
que por lo que se ve, no era el único que tenía problemas de frío en aquellos
momentos.
Una vez que me había
cambiado de ropa ya me dispuse a abandonar las carpas y con la bolsa puesta
encima de la cabeza para que me protegiera la cabeza de la lluvia.
Ahora tocaba otro tramo
que se me iba hacer duro y eso que ya había acabado la maratón, la vuelta al
hotel.
8. Vuelta al
hotel o lo que es lo mismo, mi segunda maratón.
Pues tras cambiarme,
salí de la carpa y caminando lentamente y medio cojeando si se puede decir, fui
abandonando la zona de las diferentes carpas y observando que casi no había
nadie por allí.
Me salí del recinto de
llegada y me costaba bastante caminar con soltura ya que notaba cómo la zona
más afectada por el esfuerzo por acabar la maratón era la zona de los
abductores como he dicho anteriormente.
Intentando doblar las
piernas me era casi imposible.
Era capaz de levantar y doblar la piernas
derecha (la más afectada) unos centímetros, no más.
Me paré en varias
ocasiones a estirar y a doblar las piernas y al reanudar la marcha parecía que
me sentía mejor.
Así, caminando
lentamente, pude al fin salir del recinto del Parque del Retiro, intentando
evitar el bajar en el tramo final previo del parque a la Plaza de la Puerta de
Alcalá algunos peldaños que había.
Llegué a dicha plaza
donde tuve que parar de nuevo a estirar suavemente.
De esta manera, poco a
poco pude ir aproximándome y llegar al hotel sin más problemas que unas piernas
muy cargadas.
Nada más entrar en la
habitación del hotel, me vendrían las primeras palabras de ánimo por parte de
la mujer…
¡Mucho tardaste!, ¿Por
dónde te habías metido que todo el mundo está preocupado…? y cosas similares.
Expliqué un poco lo que
había pasado y acto seguido me dispuse a estirar las piernas y meterme en la ducha,
la cual agradecí como nunca.
Después de dicha ducha,
me metería en la cama a dormitar alguna hora antes de salir a cenar ya que
habíamos quedado con Raquel y Luis, los cuales habían hecho un tiempo fenomenal
como eran 4h.
Antes de acabar este
capítulo hay que decir que a medida que me acercaba al hotel, el cielo se abrió
e iba a quedar una tarde con cielo azul, azul, aunque luego al cabo de unas
horas volvería a nublarse para acabar lloviendo de nuevo.
9. Resto del
Domingo.
Pues como tenía
previsto, a las 19h30 salimos camino de la Cava Baja, calle donde teníamos
previsto encontrarnos con Raquel y Luis, concretamente en el mismo bar de
pinchos donde habíamos quedado el día anterior, “La Txakolina”.
Mientras llegaban,
comimos un par de pinchos y tras reencontrarnos de nuevo y comer algo ellos
también, pusimos rumbo a otro bar de la zona “El Lizarrán” para comer unas
tapas y finalmente acabaríamos en un tercero que hacía esquina en la Cava Alta
donde el menda tomaría otra tapa mientras los demás estaban con el café.
Tapeando en “El
Lizarrán”.
Acto seguido ya pusimos
todos rumbo a los hoteles respectivos a descansar después del día ajetreado que
habíamos tenido los tres que habíamos corrido la maratón.
10. La
vuelta.
El avión de regreso
salía por la tarde, así que nos iba a dar tiempo de disfrutar unas horas de
Madrid y poder comer por el centro y esto que digo fue lo que hicimos.
En nuestro caso,
desayunamos en un bar de tapas que estaba situado al inicio de la Calle de la Montera
partiendo desde la Gran Vía.
Tras dejar las maletas
de Luis y Raquel en el hotel ya nos fuimos a dar una vuelta por el centro de
Madrid para acabar comiendo en el típico Mercado de San Miguel.
Foto en el interior de
dicho mercado.
Tras comer y tomar el
café ya nos dirigimos a pillar de nuevo las maletas para coger el metro
dirección al aeropuerto.
Sin más novedades a las
19h ya estaba saliendo el avión para acabar llegando a Ranón en torno a las
20h10 y tras pillar el coche del parking, ya estábamos todos sobre las 21h en
Oviedo.
* Próximamente, la
carrera más ampliada.
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