Fecha: 01/02/2015.
Lugar: Lugones.
Distancia: 10 Km
(homologados).
Tiempo: Oficial: 50:28
Real: 50:18.
Precio: 13 Euros.
Comentario:
Llegaba esta carrera,
carrera que ya conocía del anterior año y mi objetivo para la misma no era
rebajar la mejor marca realizada en la distancia de 10 Km del año pasado, sino
buscaba mejorar la del 2012 (49:49), objetivo que no conseguí por demérito mío
más bien, aunque sí que es verdad que el tiempo influyó lo suyo para que no me
encontrara del todo fino en esta carrera.
Por otra parte, creo
que me influyó también (como me temía) el estar rodando estas últimas semanas a
ritmos extensivos (07 min/km aprox) por lo que la “velocidad” (a mi nivel claro
está) se haya podido resentir algo, pero tampoco quiero empezar a poner
disculpas rebuscadas para justificar mi intento fallido a la mejor marca de 10
km del 2012.
En resumen, el
resultado final de la carrera (en cuanto al tiempo) se traduce a que no me
encontré como esperaba y PUNTO, así que esta ha sido la razón principal para
que no mejorar la marca en cuestión.
Pero antes de seguir,
cartel de la prueba del día y mapa del recorrido.
Pues me levanté en
torno a las 09h10 (la carrera era a las 12h), con bastante dudas de si
participar o no ya que desde un par de días no paraba de llover y granizar en
la mayor parte del día y la verdad no dormí nada bien debido sobre todo a que
estaba pendiente del tiempo, tiempo infernal que se dejó notar en muchos
momentos de la noche en las persianas y en la calle.
Nada más levantarme,
resulta que oigo un ruido extraño en casa y que venía del otro extremo,
concretamente del baño.
¡Qué raro!, Resulta que
me acercó a dicho baño y veo que está todo la mayor parte del suelo inundado
por el agua que a ritmo muy lento pero continuo caía por la cisterna.
¡Jod…!, así que lo
primero que hice fue cerrar la llave de paso e irme por la fregona para recoger
todo el agua.
Así estuve durante un
cuarto de hora y probando la cisterna para ver claramente por donde caía el
agua.
La jodida se llenaba de
agua y en vez de parar de sonar, se podía apreciar como el ruido que suelen
hacer al llenarse, seguía muy levemente y entonces el agua aparecía poquito a
poquito y empezaba a caer.
Así que descubierto el
problema y resuelta la inundación y cortada la llave del agua, ya me fui a
prepararme y a desayunar con el malestar en la cabeza por el problema “casero”
que había amanecido este día.
En estos momentos, en
la calle no llovía, así que por lo menos eso algo me animaba a la hora de
vestirme de runner “invernal” y de tomar el colacao, las tostas con mermelada,
un plátano, el yogur y un vaso de acuarius.
Tuve dudas de si la
suspenderían dado el tiempo, pero rápidamente se me quitaron dichas dudas al
llegar a Lugones, ya que vi ya un cierto ambiente (para el día que estaba
haciendo) junto a la pancarta de llegada.
Tras aparcar, me dirigí
a pillar el dorsal (379),el chip cronometrador y la camiseta de la prueba y
acto seguido me dispuse a tomar el cafetín, encontrándome nada más entrar en la
cafetería donde tome el café el año pasado a Sandra y al hermano que también
iban a participar.
Foto de la parte de
atrás de la camiseta ya que por delante era toda lisa.
Me invitaron a unirme a
ellos, invitación que no rechacé y charlando estuvimos un rato mientras se
unían a la mesa algunos conocidos de ellos.
Sobre las 10h10 me
despedí de ellos para ir entonces al coche a terminar de prepararme y resulta
que mientras me dirigía al coche el suelo empezó a soltar agua.
Buen chaparrón cayó en
este rato que estuve en el interior del coche poniéndome el dorsal y pillando
algunas cosas que iba a necesitar en la carrera como el chubasquero, cinta
pelo, gorra, guantes…y mientras tanto yo reflexionando sobre la moral que tenía
en ese momento para empezar a calentar y correr bajo tal aguacero en vez de
estar en casa calentín y tirado en el sofá o arreglando la avería.
Pero cuando salí del
coche, resulta que el aguacero se calmó, así que por lo menos parecía que el
calentamiento que iba a tener iba a poder ser sobre secano.
Durante el calentamiento
no me noté tan bien como en los de las S. Silvestres de Diciembre que había
corrido. No iba mal, pero esperaba ir con más fluidez durante los 25 minutos
que calenté.
Tras el calentamiento
(me encontré con Diego el fisio) ya me dispuse a integrarme dentro del pelotón
de corredores, situándome dentro del primer tercio del mismo.
Se notaba frío y
algunos silbidos para que dieran la salida fueron apareciendo en el ambiente ya
que se notaba muy mucho que la gente quería empezar a correr para entrar en
calor.
En este momento no
llovía, hecho que se agradecía pero como uno es previsor ya tenía todo puesto
encima (gorra, guantes, chubasquero…) para si el cielo nos dejaba de respetar,
cosa que finalmente hizo y ¡vaya si lo hizo…!.
La salida limpia, sin tropezón
ni roce alguno.
Se notaba que éramos menos de 700 participando en este día y
eso normalmente suele hacer que no haya demasiado problemas cuando dan el
disparo inicial en las carreras.
El primer tramo era en
sentido ligeramente descendente, ideal para calentar algo más las piernas, pero
ahora en carrera.
Foto en dicho tramo.
Pillé un ritmo cómodo
para mí entre la gente y al final de esta primera calle se torcía a la izda
para salir a los pocos metros a la carretera vieja de Oviedo-Gijón.
Tras salir del giro de
dicha calle que tengo que decir, hicimos todos por la acera, se alcanzaba
prácticamente la carretera general.
En este tramo de la
carretera, el año pasado, se avanzaba en dirección a Gijón unos 150-200 metros,
pero cuál sería mi sorpresa este año que a las pocas decenas de metros de estar
transitando por dicha carretera, resulta que veo que todos los que me preceden
dan un giro inesperado (en un lugar en el que no había ni un pivote, ni valla
ni alguien de la organización que estuviera indicando a la gente proceder a tal
giro), así que siguiendo la estela de los que me precedían (íbamos igual que un
rebaño de ovejas por lo que se ve ya que donde iba el primero los demás lo
seguíamos sin dudarlo…) realicé tal giro pero con el pensamiento de que algo
habían hecho mal por parte de la organización a la hora de señalizar el cambio
de sentido en cuestión.
Ya tenía el primer
fallo y desgraciadamente no sería el único en la carrera por parte de la
organización.
Así que tras dar el
cambio de sentido lo primero que se me vino a la mente fue el fallo de la
organización y que me daba igual el tiempo que realizara ya que en caso de
batir mi mejor marca de siempre, no daría dicho tiempo por válido (uno que es
un poco raro a la hora de homologarse a uno mismo el tiempo realizado en
cualquier carrera y sobre todo si se trata de una “carrera homologada” como era
la de este día).
Imagen del tramo en
cuestión, objeto de mi crítica en cuanto a la señalización por parte de los
organizadores.
En cuanto al aspecto
climatológico, si en la salida la lluvia nos había respetado, aquí, en la
carretera general todo cambió.
Iba aparecer durante
todo este tramo la lluvia intensa y el fuerte viento que sí que se dejó notar
en todo el pelotón de corredores.
Tocaba ahora una recta
de casi 1 km, más o menos llana, en la que se me hizo un poco más dificultoso
el avance debido a la molesta lluvia y al viento que íbamos sufriendo en contra
todos los corredores.
En dicha recta.
Imagen de la carrera en
la parte final de dicha recta.
Sí que era molesto
correr con tanta agua encima, pero por lo menos iba libre del contacto directo
del agua en la camiseta, así que con esto me iba consolando viendo cómo se iban
empapando algunos corredores que iban desprovistos del eficaz chubasquero en
este día.
Tocó entonces giro a la
izda para afrontar la larga recta de 1,7 Km (mirado dicha longitud por el
cuentakilómetros del coche días atrás) hasta la rotonda de Viella.
Dicha recta tenía dos
partes claramente diferenciadas, la primera con un tramo que iba en sentido
ascendente y la segunda parte con un tramo descendente que durante algunos
centenares de metros se dejaba notar.
Me encontré bastante
bien en este tramo, aunque los días anteriores en casa pensaba que iba a
notarme con mejores sensaciones, pero tampoco iba notando demasiado el
cansancio.
El mal tiempo seguía y
así cuando me di cuenta ya estaba a la altura de la glorieta de Viella.
Otra sorpresa negativa
tuve en el momento de llegar a la altura de esta glorieta ya que si el año
pasado le dábamos la vuelta entera, este año pusieron una valla metros antes de
la misma, obligándonos a girar antes de la glorieta, hecho también que me
sorprendió muy negativamente.
Al parecer y según el
foro de runners donde estoy metido en el Facebook, la decisión de no dar la
vuelta a la glorieta hay que achacarla a la guardia civil, así que sobre este
fallo “en teoría” no habría que responsabilizar a la organización, sino más
bien a los “hombres de verde”.
Foto del tramo de este
segundo “fallo”.
Desde hacía algunos
centenares de metros antes de esta glorieta había visto que me precedía Sandra,
la chica de Avilés y con la cual me había sentado a tomar el café antes de la
carrera, así que poco a poco y tras dar la vuelta a la valla, me fui
aproximándome metro a metro a su estela, alcanzándola en el tramo ascendente
camino a meta y con el objetivo de intentar ir el máximo de tiempo que pudiera
a su ritmo ya que sabía que yendo con ella, estaría asegurada una buena marca
(aunque la marca que hiciera hoy, sobre todo para bien, ya me la había
descartado como buena para mis estadísticas).
Y así, corriendo junto
a ella a la par, se me hizo muy llevadera y corta la última recta de la primera
vuelta.
Acababa la recta y de
nuevo giro, en este caso a la derecha, para afrontar los últimos 200 m de esta
primera vuelta.
En dicho giro a punto
de afrontar el final de la primera vuelta.
Me negué en rotundo a
mirar mi crono por dicho paso, pero lo que sí que pude observar es que el crono
de la llegada marcaba un tiempo de unos 24:30 aprox a mi paso por la pancarta.
Iba notando mejores
sensaciones que las del año pasado a estas alturas de carrera, así que yendo al
ritmo de Sandra más al de otro corredor que se nos había unido afronté por
segunda vez la recta inicial de la carrera, saliendo entonces de nuevo a la
parte de la carretera general (esta vez el giro lo realicé por asfalto y
pisando un buen charco).
Una vez en la carretera
y cuando esperaba ver por dónde realizaríamos los tres el giro ya que en la primera
vuelta no había habido señalización alguna, resulta que habían plantado
tres/cuatro vallas seguidas que nos marcaron el punto por el que tendríamos que
realizar el cambio de sentido.
Por lo menos habían
rectificado, pensaba mientras corría, así que con la misma marcheta que mi par
de acompañantes fuimos avanzando en busca del cruce de la carretera de Viella y
con sensaciones por mi parte, de cansancio que se iban acumulando, pero de momento
iba aguantando.
Decir que durante
bastante tiempo ya iba un poco marchando “a ciegas” por decirlo así, ya que iba
corriendo con las gafas un tanto empañadas y mojadas por las gotas que nos
habían caído a todos los corredores algún km atrás, así que iba corriendo y
guiándome en algunos momentos, cuando quería mirar al frente, por los colores
de las camisetas de la gente que me precedían (es lo malo de llevar gafas
cuando está lloviendo…).
Giramos entonces a la
izd para Viella y aquí iba notando como iba algo justo de fuerzas, pero aun así
me empeñaba en seguir el ritmo de Sandra.
A falta de algo más de
2,5 km le dije que tirara aunque ella algún centenar de metros atrás ya me
había animado a que continuara con el ritmo que llevábamos (debía ser que iba notando
que iba algo justo), así que poco a poco se me fue despegando y yo sin aminorar
demasiado la marcha seguí corriendo, intentando no ir perdiendo a medida que
avanzaba la carrera demasiados metros con respecto a ella.
En esta segunda vuelta,
en la ida hasta la glorieta de Viella cuando Sandra ya se me había despegado
unos metros.
Y así llegó de nuevo el
giro de la zona de la glorieta de Viella.
Aquí empezaba de nuevo
un tramo ascendente, el cual iba a superar mucho mejor de lo esperado a base de
correr impulsado por los brazos (así me había funcionado en la primera vuelta
cuando le di alcance a Sandra).
Iba realizando series
de movimientos rápidos con los brazos e intercalando entre serie y serie unas
cuantas zancadas de descanso y la verdad se me hizo muy llevadero y entretenido
este último tramo antes de meta, notando que iba en todo momento a buen ritmo.
Como en la primera
vuelta, esta última recta se me hizo bastante llevadera y cuando me di cuenta
ya estaba afrontando la entrada en meta, llegando en un tiempo oficial de 50:28
y real de 50:18 y figurando en la clasificación de la prueba en el puesto 456
de 559 corredores que finalizaron la carrera.
Acabé bastante bien y
con la sensación en el cuerpo que la carrera se me había quedado corta en
cuanto al kilometraje.
Supongo que estas
sensaciones al finalizar la carrera son positivas de cara al debut en Maratón
ya que me quedé con ganas de más carrera al final de la misma.
No tuve molestias ni
avisos a nivel físico en ningún momento de la carrera a pesar del frío y del
agua presente durante el transcurso de la prueba, así que otra nota positiva de
este día.
La organización estuvo
muy mal al tener esos dos fallos que he señalado anteriormente y aunque la
carrera estaba catalogada como de homologada, al final hicimos sobre 150 – 200 m
de menos. ¡Muy mal por la organización!.
En cuanto al resultado
del crono, esperaba bastante más pero la verdad tampoco me preocupa ya que esta
carrera la disputé para lograr récord personal que no logré, pero ya caerá,
siendo ahora lo importante seguir con la preparación para Madrid 2015.
Una vez finalizada la
carrera no me entretuve nada ya que fue dejar el chip y recoger la bolsa del
corredor y tirar hacia el coche ya que quería quitarme toda la humedad de
encima y marchar para casa a pegarme una buena ducha.
En casa lo que sí que
noté fueron los gemelos algo cargados, supongo que por el ritmo que tuve ya que
en tiradas de más de 20 km realizadas estas semanas no sentí en ellos la
pesadez del día de hoy.
Ahora a por la
siguiente, la Media de Llanera de mediados de Febrero, carrera que sí que me va
a servir para ver cómo voy en mi plan de preparación…
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