Día: 13-04-2014.
Lugar: Pelúgano
(Aller).
Desnivel: 920 m.
Tiempo: Subida…2h 20…. 4,54 km (según el móvil).
Bajada…1h 50…. 4.65 Km ( “
“ ).
Comentario:
Necesitaba como el
comer salir de montaña y sobre todo después de unos días “veraniegos” en
Asturias, así que este día no me lo pensé y después de currar pillé el coche y
me acerqué hasta el concejo allerano a subir este pico muy conocido para mí.
Hacía ya unos años que
no me dejaba caer por esta zona, así que este motivo era un aliciente “extra”
en esta ruta, aparte también de que me iba a venir muy bien el caminar “cuesta
arriba” para que las piernas fueran cogiendo algo de fuerza extra para esa
maratón-debut de dentro de unas semanas.
La ruta de ascenso era
muy conocida para el menda y al ir en plan paseo con la cámara iba a poder ir
plasmando con tranquilidad el itinerario de subida a este pico “emblema” de la
montaña central asturiana.
Así se veía a lo lejos
la cumbre de este pico a mi llegada al pueblo allerano de Pelúgano.
Alguna vez había subido
a este pico partiendo desde el pueblo situado un km y medio más abajo (Levinco)
pero en este día no quería meterme mucho tute y decidí subirlo desde el barrio
cimero de este pueblo de Pelúgano.
Aparque el coche donde
la iglesia de dicho barrio, empezando a caminar a las 16h en un día que se
presentaba bastante caluroso y soleado aunque sí que es verdad que en el cielo
parecían querer presentarse algunas nubes pero sin peligro alguno que se
pudiera nublar la tarde.
Iniciando la ruta.
Pillé la pista que me
iba a sacar de este parte del pueblo camino del cementerio y donde metros antes
de dicho cementerio me iba aparecer un cruce en el cual tomaría la pista de la
izda que en fuerte ascenso me iba a llevar a ir ganando metros con celeridad.
La pista en esta
primera parte de la ruta tiene una pendiente bastante considerable y con buenas
vistas hacia atrás mientras iba subiendo.
Algunas cabañas me iban
apareciendo a medida que iba ascendiendo.
Tras algo más de media
hora la fuerte pendiente iba a disminuir y sacarme a terreno algo más abierto y
con vistas a toda la zona comprendida de los picos Peña Mea y Peñas Negras
(cumbre=pto rojo).
Mientras iba subiendo a
las cercanías del Collado Pelúgano y caminando con bastante más comodidad que
en el primer tramo de la tarde y parándome cada poco a sacar fotos, veía como
la mole caliza de Peña Mea se me iba aproximando a medida que ganaba metros a
la ruta.
Un par de fotos de dicha
mole caliza.
Ya se podía ver e
imaginar de nuevo el itinerario de ascenso a este cumbre.
Poco antes del Collado
Pelúgano me salió a la derecha una pista que me iba a llevar a pasar al lago de
algunas de las cabañas de la zona.
Iniciando el recorrido
una vez pasado el desvío y viendo a lo alto la cumbre del pico.
¡Qué lejos estoy y
todavía lo que hay que subir en esta primera ruta del año!.
Pasando al lado de
alguna cabaña ganadera en buen estado.
Buenas vistas hacia el
sur.
El tramo de pista
ganadera se había acabado, dando lugar a varios senderos que iban en la misma
dirección ya que esta ruta es de las clásicas en Asturias y dichos senderos me
iban a llevar a la zona donde el itinerario daba un giro de 90 grados en busca
de la canal de ascenso al “Ojo de Buey” del que hablaré más tarde.
Zona donde el sendero
daba dicho giro.
Y vista hacia atrás del
camino recorrido y donde se puede ver la pista de ascenso por donde transité en
los primeros 45 minutos.
Iniciando el ascenso
por la canal, llamada “Canal de las Cuevas”.
A los pocos metros de
empezar a subir y viendo hacia atrás el sendero de ascenso, muy pisoteado por
la gran cantidad de personas que suben anualmente a este pico.
Fui subiendo
tranquilamente y sin agobiarme para ser la primera excursión con cierta entidad
del año y cuando me di cuenta ya me estaba saludando el “Ojo de Buey” de este
pico.
Dicha formación tiene
una altura de unos 20 metros y ha sido producido por el efecto de la erosión
kárstica en la roca caliza y la verdad uno no se cansa de mirar el agujero en
cuestión a medida que va ascendiendo por el sendero.
El agujero cada vez más
cerca.
Aunque la canal en sí
no es muy larga, no quita que mirando para abajo el tramo ascendiendo uno se dé
cuenta de la pendiente de la misma.
A escasos metros del “Ojo
de Buey”.
Nada más dejar dicho
ojo de buey y viendo la canal de ascenso por debajo del menda y a lo lejos la
cordillera con abundante nieve todavía.
Aquí tuve dudas de si
seguir o no ya que tenía en mente investigar una bajada diferente a la que
suele ser habitual cuando se sube por esta vertiente de Pelúgano pero la cumbre
parecía saludarme a lo lejos invitándome a llegar hasta ella, así que como me
daba cosa no acercarme hasta el vértice geodésico que preside su cima, decidí
continuar hasta la misma cima ya que me separaba de ella algo menos de media
hora, así que eso fue lo que hice, tirar hacia cotas más altas.
Vista del recorrido de
la última media hora del itinerario de subida.
La subida la hice sin
problemas, pero me noté un tanto torpón en algunos pasos.
Por lo que estaba
viendo, estaba claro que me estaba pasando factura mi ausencia del mundo de la
montaña en estos últimos meses.
En mi trayecto hacia la
última canal previa a la cumbre tuve que atravesar algún que otro nevero que no
me ofreció ninguna dificultad.
Mirando hacia atrás y
viendo el recorrido de los últimos veinte minutos.
Apareció entonces ante
mí esta última canal pronunciada y de corta longitud que me iba a sacar a
escasos metros de la zona cumbrera.
Salí a zona despejada a
escasos cien metros de la caseta y del vértice geodésico que presiden esta
montaña.
Vista desde arriba de
esta última canal del día.
Llegué a la cumbre de
Peña Mea (1.557 m) tras 2h20 de tranquila subida y con numerosas paradas para
sacar fotos.
La primera foto que
hice en la cumbre fue la de la caseta que preside la misma con Pola de Laviana
al fondo.
Desde por allá abajo
vine hoy…
Foto hacia el Este con
la cara norte de Peña Negra con restos de nieve y al fondo la zona de San
Isidro con un buen paquete de nieve todavía.
Tras unos cinco minutos
decidí volver sobre mis pasos, regresando entonces a la zona del “Ojo” donde me
desvíe a la derecha para observar un posible itinerario de descenso por esta
vertiente.
No me atreví a probar
suerte con el terreno, así que decidí dejar mi tentativa de descenso por esta
zona para mejor ocasión.
Lo que sí que observe
fue una cueva peculiar llamada “La Iglesiona”.
Reanudé la marcha y no
pude evitar sacar otra foto del “Ojo de Buey”, vista estrella del día.
El resto de la ruta fue
descender con cuidado de no lesionarme ya que había sido un poco temeroso por
mi parte dedicar este día a salir de montaña y encima eligiendo subir a Peña
Mea (1.557 m) pero al final me salió bien el plan para la ruta de este día.
Poco antes de salir a
la pista que me llevaría de nuevo a Pelúgano saqué esta foto a mi paso por una
cabaña.
Llegaría de nuevo al
coche tras 1h 50 de suave descenso, acabando al final un tanto cansado de las
piernas pero supongo que es normal ya que hacía dos días que me había metido
corriendo algo más de 18 km.
En cuanto al kilometraje
del recorrido, el móvil me señalo 04,540 km a la ida y 04,650 km a la vuelta,
así que según el aparato un total de 09,190km, aunque en el cartel que había al
principio de la ruta, éste indicaba un total de 6,180 x 2 = 12,360 Km.
¡Qué ganas de que
llegue Mayo…!....
Pero Manuel¡¡¡, que haces con ese entrenamiento a una semana de la maraton, contente hombre, contente, que solo te queda una semana,jajaja. Que buenos paisajes¡¡¡ y el ojo de buey mola mucho. Bajar te habra costado, no solo subir, esos cuadriceps han trabajado muy bien.No te queda ya nada¡¡¡.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafa..Pues hacer algo diferente para relajar la mente e ir a mi terreno que ya tanto correr es un auténtico coñ...,jajaja......De paso me ha servido para, como muy bien dices, trabajar esos cuádriceps....Un abrazo y ponte las pilas,jeje...
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