12º Día. Sevilla.
Día: 17-09-2014.
Comentario:
Último día completo en
Sevilla y se notaba más de lo que me hubiera gustado, el cansancio de casi dos
semanas fuera de casa ya que no habíamos prácticamente parado entre el coche y
el pateo por los diversos lugares, así que este día nos lo tomamos con algo más
de tranquilidad que los anteriores ya que había visto, en mi caso, que no nos
daba tiempo de ver todo lo que nos hubiera gustado ver en Sevilla.
Salimos del hotel con
la intención de desayunar en una de las terrazas próximas a la Universidad de
Sevilla, pero antes del desayuno aproveché para sacar alguna foto de una parte
de la fachada de la Plaza de España.
Tras desayunar, nos
medimos dentro del edificio del rectorado de una de las dos universidades
públicas que existen en Sevilla, situado en este caso en el edificio de la Real
Fábrica de Tabacos de Sevilla.
Dicha universidad es la
tercera universidad española en número de estudiantes y la primera de
Andalucía, así como una de las más antiguas con más de 500 años y situada entre
las 450 mejores universidades del mundo en el 2013, incluso en el puesto 83 en
cuestión de matemáticas del mundo.
Su biblioteca cuenta
con algo más de millón y medio de volúmenes, siendo la tercera biblioteca
universitaria más grande de España.
Un trío de imágenes de
la Universidad.
La visita del día la
teníamos clara, ya que nos quedaba el monumento más importante de Sevilla,
después de la catedral, el Real Alcázar de Sevilla.
El Real Alcázar de
Sevilla es un conjunto de palacios rodeados por una muralla y su construcción
se inició en la Alta Edad Media. Tiene varios estilos como el islámico de sus
primeros moradores, el mudéjar y gótico del periodo posterior a la conquista de
la ciudad por las tropas castellanas y en sucesivas reformas se añadieron
elementos renacentistas y barrocos.
El recinto ha sido
habitualmente utilizado como alojamiento de los miembros de la Casa Real
Español y de jefes de Estado de visita en la ciudad, siendo el palacio real en
activo más antiguo de Europa. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el
año 1987.
Dicho recinto estaba
pegado a la catedral y en sus alrededores ya se agolpaba la gente haciendo cola
esperando a entrar en la Puerta del León.
Mapa del Alcázar.
Dicha puerta se llamaba
antiguamente Puerta de la Montería y su construcción está realizada en estilo
almohade.
Tras cruzar la muralla
árabe del siglo XII, se accedía al Patio del León.
Desde dicho patio vista de la
zona que habíamos traspasado para introducirnos en el Alcázar.
Antes de seguir de
frente con la visita, me desvié unos metros a la izda para visitar la Sala de
la Justicia y anexa a esta sala, se encontraba el Patio del Yeso, una de las
pocas construcciones que permanecen de la época almohade.
De nuevo estábamos en
el Patio del León y ahora aparecía ante nuestros ojos un conjunto de tres arcos
en una zona amurallada, restos del entramado defensivo del Alcázar y por detrás
de estos arcos iba aparecer el Patio de la Montería.
Entramos entonces en
este Patio de la Montería, donde nos íbamos a topar enfrente con este edificio.
Los arcos que habíamos
traspasado para llegar a este patio después de haber caído un buen chaparrón.
Nos fuimos metiendo por
las diferentes dependencias hasta llegar a una zona “ajardinada” donde había un
estanque con peces.
En esos momentos estaba lloviendo a cántaros, así que toda la gente que estábamos por allí tuvimos que esperar a que amainara un poco la lluvia.
En esos momentos estaba lloviendo a cántaros, así que toda la gente que estábamos por allí tuvimos que esperar a que amainara un poco la lluvia.
Había un pequeño museo
donde había algunas muestras de cerámica, las cuales eran verdaderas obras de
arte.
Después de estar dando
vueltas por las salas interiores, viendo las diferentes formas que tenían de
ornamentar las salas, salimos al guapo Patio de las Doncellas, con estanque
incluido.
Nos íbamos adentrar en
una de las guapas zonas del Alcázar, la zona de los jardines, pasando antes por
la zona llamada La Fuente de Mercurio.
Por la Puerta de
Marchena pasamos a esta zona de grandes jardines, aunque lo malo en este día
iba a ser que el tránsito por los mismos estaba vetado, pero aun así se pudo
tener una buena impresión de lo que debían ser los mismos.
Más zonas de jardines
con murallas incluidas, llamada esta zona Patio de la Alcubilla o la “Pista de
Tenis” ya que a principios del siglo XX los reyes mandaron construir la primera
pista de tenis construida en España.
La visita se acercaba
su final, pero antes de salir tendríamos que pasar por otro patio, el Patio del
Crucero.
Tras este patio y
alguna visita mas, dimos por finalizada la visita al Alcázar, el cual no me lo
imaginaba así, siendo para mí esta visita tan imprescindible en Sevilla como la
visita de la Catedral.
Acto seguido fuimos
paseando en dirección al Barrio de Santa Cruz por la bonita y cuidada zona
anexa a la catedral.
Este barrio tiene su
origen en la antigua Judería de Sevilla ya que cuando Fernando III de Castilla
conquista la ciudad, se concentró en Sevilla la segunda comunidad judía más
importante de España, tras la de Toledo.
Dicho barrio es un
laberinto formado por estrechas calles y callejones para librarse del abrasador
sol del verano en Sevilla, creando corrientes de aire fresco que hacen muy
agradable el tránsito por el mismo.
En dicho barrio picamos
algo ya que había algo de hambre y como anécdota a la hora de picar, resulta
que una señora ya entrada en años amenizaba la sobremesa a los que estábamos
allí y luego se acercaba a las diferentes mesas a pedir dinero.
Tras oírla cantar, más
que pedirnos dinero, hubiéramos tenido todas las mesas que pedirle a ella
dinero por aguantar sus cánticos.
Acto seguido volvimos
de nuevo a la zona de la Giralda.
Típica imagen de
Sevilla con la Giralda y uno de los caballos que se ven a lo largo de las
calles tirando de los carruajes para los turistas (tengo curiosidad de cuánto
nos hubieran cobrado ya que en ningún momento se me ocurrió dar un paseo en
ellos).
Nos dirigimos al hotel
como era habitual en estos días, para descansar algo ante nuestra salida
nocturna para cenar.
Salimos entonces a
picar algo por la zona de la Catedral, pudiendo sacar algunas fotos de la Sevilla
iluminada a esas horas.
Una vez que llegamos al
hotel tocaba descansar ya que al día siguiente tocaba un largo viaje de regreso
hasta casa.
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