Día: 07-12-2015.
Lugar: Caleao (Caso –
Parque natural de Redes).
Desnivel: + 600 m
aprox. (hasta la majada de Roxecu).
Duración: 04h10.
Comentario:
Día festivo y en esta
ocasión iba a ir acompañado a realizar una de las rutas clásicas montañeras de
Asturias, la Ruta de los Arrudos, ruta que hacía ya más de una década que no
realizaba.
Me encaminé entonces
hacia el pueblo casín de Caleao, llegando a las 10h35 al parking habilitado
para los numerosos montañeros que al año transitan por esta ruta y sacando al
inicio de la excursión (10h45) algunas fotos del entorno de dicho aparcamiento.
Caleao desde el
aparcamiento.
En un día parcialmente
nublado y con una temperatura de 8 grados, aproximadamente, empezamos a caminar
por el tramo inicial de la pista, camino ya de uno de los desfiladeros más
conocidos de Asturias.
Inicialmente la pista
iba a tomar un claro sentido descendente y desde el primer momento ya se iba a
poder disfrutar de las vistas de la cubierta arbórea que cubren las diferentes
montañas de la zona.
Tras unos centenares de
metros el descenso por la pista iba a finalizar para entonces ya tomar un breve
tramo llano por el que las vistas ya se iban abrir a un pequeño pico conocido
como la Peña Roscas (1.182 m).
La pista iba a
continuar bastante pegada en este tramo al río que venia del desfiladero.
Una de las
características de esta ruta es el tránsito por algunos puentes, siendo el de
la imagen que sigue el primero con el que nos íbamos a encontrar y con un par
de “chulas” construcciones rurales situadas unos metros después de cruzar el
mismo.
La imagen y el ruido
del río iban a ser la nota predominante en este día por la montaña.
Se pasaría por un
segundo puente y poco después iban aparecer un grupo de burros pastando en una
finca que retrataría a la vuelta.
Poco después de esta
finca iba aparecer un cruce señalizado, cruce en el que tomaríamos la pista de
la derecha que en ligero descenso y acompañados ahora del río (a la drcha en el
sentido de la marcha) nos iba aproximar hasta otro puente de la ruta mientras
el agua se puede decir que brotaba prácticamente de la roca y de la cubierta
vegetal.
Pronto ya iba aparecer
el puente que marcaría ya el inicio del tramo más duro y espectacular de la
ruta.
Cruzando el puente y el
río a punto de pasar por debajo de donde este menda estaba situado.
La pista tomaba ahora
un fuerte descenso mientras el río quedaba encajonado abajo fluyendo mientras
formaba bastantes cascadas en su curso (y eso que todavía la temporada de
lluvias y nieves no ha aparecido de momento en Asturias).
Foto de una de las cascadas en el día de hoy.
La misma zona de la
cascada con un montañero, un tanto peculiar, en Marzo de 1999.
La pista estaba en
algunos tramos inundada de abundante hojarasca, mientras tanto ya iban
apareciendo los primeros metros con los característicos peldaños tallados en la
roca.
Y mientras el río
siempre vigilante (ahora a la izda en el sentido de la marcha) iba ofreciendo
bellas estampas con la arboleda y las rocas cubiertas del característico musgo
que hay siempre en estas zonas fluviales.
Íbamos a llegar (tras
45 min de ruta) a un conocido cruce para mí ya que en el 2011 había llegado al
mismo proveniente de otra ruta por la zona, la vuelta al Pico Cabeza del Arco,
pico que nunca he pisado en su parte cimera.
A partir de aquí la
pista iba a desaparecer para entonces continuar la ruta por un tramo de claro
sendero y transitando la misma muy cerca de la corriente fluvial.
Alguna fuente me iba a
encontrar por el camino.
Iba a llegar entonces
al puente “estrella” la ruta, llamado Puente La Calabazosa.
Un par de imágenes de
dicho puente, la primera de este día y la segunda imagen del año 1999 donde se
ve al antiguo puente que se llevó una riada.
A punto de fluir el río
por debajo del puente.
¡Pues sí que ha pasado
rápido…!.
Tras cruzar el puente
iba a comenzar un pronunciadísimo tramo marcado en los diferentes peldaños y en
los que se notaba claramente la pendiente que tenían.
Vista atrás de dicho
puente “estrella” de la ruta.
Si hasta ahora me había
venido muy bien la ruta para preparar la maratón (no estaba usando bastón de
apoyo en el día de hoy), ahora iba a venir lo mejor para las piernas.
¡Empezamos a subir…,
así que primeras revueltas talladas en la roca.
Dichas revueltas vistas
desde arriba.
A ejercitar el tren
inferior.
Y el río descendiendo formando
guapas cascadas poco antes del Puente La Calabazosa.
Tras las anteriores
revueltas, la pendiente iba a disminuir claramente para entonces tener que
transitar por un tramo mucho más cómodo y protegido de posibles caídas a través
de una valla de madera que en mis anteriores visitas no se encontraba
instalada.
Tras este tramo más
cómodo otro puente iba aparecer y de nuevo un buen tramo escalonado en el
sendero.
Pero antes de empezar a
subir tocaba de nuevo visionar el río con el poco agua que llevaba pero aun así
seguía igual de guapo que en mi primera visita a la zona.
Tras cruzar el puente,
la ruta iba a ganar rápidamente metros a través de pronunciadas revueltas que
hacían más lento el avance y a esto se unía el fuerte aire que en esos momentos
estaba atravesando el desfiladero y que hacía “más frío” si cabe seguir ganando
metros a esta ruta.
Al poco tiempo de
cruzar este puente y empezar a subir mientras el río seguía su curso a través
del desfiladero.
Este tramo “un tanto
durillo” para la gente que no está acostumbrada a salir por la montaña con
frecuencia y protegido de posibles caídas al río por una valla en forma de
alambrada o alambrada en forma de valla (no sabría muy bien como definirla).
Buena pendiente en este
tramo.
Este tramo anterior
visto desde arriba.
Tras subir este tramo,
el desfiladero poco a poco se iba a ir abriendo dejando ver el cañón por el que
transcurría el río.
Más tramo empedrado me
esperaba.
Los escalones iban a
finalizar y el sendero a disminuir su pendiente, hecho que se agradecía, así
que se puede decir que lo más duro de la Ruta de los Arrudos ya había
finalizado.
A lo lejos las montañas
se iban abriendo para dejarme ver a lo lejos, el Pico Cascayón (1.949 m), pico
que protege una de las posibles extensiones a esta ruta, el itinerario al Lago
Ubales.
Pues tras 01h30 de
caminata iba a llegar al lugar donde habitualmente finalizan casi todos los
excursionistas dicha ruta, la zona donde está situada la llamada “La Fontona”, de la cual coge el agua la
ciudad de Gijón.
Cascada de “La
Fuentona”.
Con todos ustedes… ¡La
Fuentona!.
Pues en vez de
finalizar la ruta aquí, nos dio por continuar un buen tramo hasta donde
habíamos realizado esta ruta la anterior vez, así que seguimos transitando por
el sendero que se iba internando por zona boscosa.
Esta zona boscosa de
hayedo desprovista de vegetación.
El sendero en este
tramo estaba inundado en muchos momentos por abundante hojarasca que hacían un
tanto ruidoso y resbaladizo el avance.
Un par de vistas de
este sendero plagado de miles de hojas.
Tras 45 min de caminata
desde la zona de “La Fuentona” y de 02h15 de iniciar la ruta, íbamos a llegar a
la majada derruida de Roxecu, situada a 1.270 m y con vistas más próximas al
Cascayón (pico de la izd) y a la zona del Ubales.
Trío de imágenes de
esta majada.
Estuvimos el tiempo
justo para que sacara yo las fotos anteriores, emprendiendo enseguida la vuelta
hacia la zona de recogida de aguas de Gijón y regresando después por el mismo
itinerario que habíamos empleado a la ida.
Pillando el sendero
para la vuelta hacia “La Fuentona”.
El itinerario de
regreso se hizo con más celeridad que el de ida y tras dejar atrás “La
Fuentona”, todavía me iba a entretener a sacar alguna imagen del desfiladero
con alguna cascada algunos centenares de metros después.
Me encontré junto a una
cabaña un vehículo motorizado que estuve a punto de pillar, pero preferí seguir
pateando para así compensar la ausencia de tirada alguna de cara a mi segunda
maratón, así que pasada 01h50 de mi marcha de la majada ya estaba abriendo el
maletero del coche en una ruta que me prestó realizarla y en la cual recordé
tramos muy olvidados de la misma.
Foto de la finca donde me había encontrado a los burros en la ida.
Buena ruta y buen
entreno para las piernas el que realizaría en este día.
A la vuelta, pararíamos
en Rioseco a tomar mi cafetín con bayles (por duplicado) dada la buena
temperatura que estaba haciendo a pesar de estar nublado (16 grados).
¡Y todo esto fue por
este dia…!
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