2º Día. Roma.
Día: 06-09-2015.
Comentario:
Tras la tarde del día
anterior, se puede decir que en este día empezaban verdaderamente las vacaciones
romanas, así que tras levantarnos este Domingo y desayunar en el hotel (estaba
incluido dicho desayuno en el precio de la habitación, haciendo el desayuno
honor a la categoría del hotel), nos encaminamos a conocer la primera gran
visita imprescindible para todo turista que se acerque a Roma, el trío formado
por el Foro Romano, El Palatino y el Coliseum.
Así que en un día
soleado salimos del hotel y fuimos tranquilamente descendiendo por la Vía
Nationale hasta que dimos con una glorieta donde me llamaría la atención una
iglesia con una torre al lado, torre que luego descubría que recibía el nombre
de Torre dele Milizie (Torre de la Milicia en castellano).
Dicha torre está
situada junto al Mercado de Trajano y la misma es uno de los principales monumentos
medievales de la ciudad, siendo su planta cuadrada y con unas medidas aprox de
10 de lado y con una altura de casi 50 metros.
En la torre se puede
apreciar una leve inclinación causada por un terremoto en el año 1348 y es
conocida la misma como la “Torre de Nerón” ya que la tradición (en una de sus
versiones) afirma que desde la misma
torre el emperador Nerón vio el incendio de Roma aunque en realidad la torre
fue construida muchos años después (año 1200 aprox.) de la muerte de dicho
emperador.
Seguimos entonces
perdiendo metros ligeramente en dirección ya a la zona donde se encontraba todo
lo que era el Foro y el Mercado de Trajano para dar nada más bajar la
escalinata de acceso a dicha zona a la Columna de Trajano y al Monumento a
Victor Manuel II, los cuales los habíamos visto iluminados la noche anterior
caminando de regreso al hotel.
Torcimos entonces a la
izda en el sentido de la marcha y poco a poco empezamos a caminar
tranquilamente por una ancha avenida donde se encontraba este Foro de Trajano (izda)
y el Monumento a Victor Manuel II y el Foro Romano (drcha).
Un par de imágenes
mostrando las primeras instantáneas del Foro de Trajano.
Antes de seguir con las
imágenes, un poco de historia y comenzar diciendo que el Foro Trajano era un
foro del emperador romano Trajano y que formaba parte del vasto complejo de los
foros imperiales de la ciudad de Roma.
Su construcción fue
llevaba a cabo entre los años 107 y 112 y era el foro más grande de toda la
ciudad, así como cronológicamente fue el último de los foros imperiales de Roma
y fue utilizado para su financiación el botín de guerra traído tras la
conquista de Dacia, que había terminado en el año 106.
Decir que las dos
imágenes anteriores están tomadas desde la Vía Alessandrina y desde la misma se
podía ir observando como la Columna de Trajano y la Iglesia del Santissimo Nome
di María poco a poco se iban alejando.
A la drcha de mi avance
había otra gran avenida, la Vía del Foro Imperial, pero entre esta segunda gran
vía y por la que iba yo transitando, más ruinas aparecían ante mi paso, como éstas
que seguían perteneciendo al Foro de Trajano.
Y últimas dos
instantáneas del Foro de Trajano que he escogido entre todas las que saqué, el
cual considero que es visita imprescindible en Roma (aunque sea desde fuera del
mismo).
Lo que me faltaría por
visitar en esta ocasión por dentro fueron los Mercados de Trajano, lugar donde
tiene su sede el Museo de los Foros Imperiales, pero al final y dado el
cansancio que fuimos acumulando durante toda la estancia en Roma, renunciamos a
dicha visita ya que apetecía más estar en plan callejero dado el buen tiempo
reinante que el estar encerrados viendo museos.
Seguía con el avance y
la Vía Alessandrina se iba a unir con la Vía del Foro Imperial y desde dicho
punto y echando un vistazo hacia atrás iba a poder apreciar la Vía Alessandrina
por la que habíamos venido observando el Foro Trajano, así como las ruinas de
dicho foro.
Continuamos entonces
por la ancha Vía del Foro Imperial hasta que dimos entonces a los pocos minutos
con la taquilla para pillar entrada al recinto del Foro Romano, entrada que servía también para la
zona del Palatino así como también para el Coliseo y lo mejor de todo fue que
en este día nos íbamos poder ahorrar dicha entrada ya que al ser el primer
Domingo del mes, resulta que era gratis entrar a estos tres recintos.
Entramos entonces en el
recinto de lo que llaman el Foro Romano y la verdad una maravilla todo lo que
es y lo que debió ser aquello en tiempos romanos, así que entretenido con todo
lo que veía y sacando sin parar multitud de fotos fui avanzando por todo el
complejo.
Haciendo acto de
presencia en el Foro Romano.
Ruinas del Foro y
elevándose sobre las mismas, la zona del Palatino.
Toda esta zona del Foro
Romano era en sus tiempos lo que sería ahora la plaza central de cualquier
ciudad actual y era la zona en la que se encontraban todas las instituciones de
gobierno, mercado y religión y tenía lugar en la misma las principales
actividades de la ciudad (negocios, religión, justicia, prostitución…), siendo
cruzado por una vía procesional, la Vía Sacra que lo conectaba con el Coliseo.
Se puede decir que fue
impresionante estar por allí, rodeado de tanta piedra y tanta historia de los
hombres y mujeres de hace 2.000 años.
Decir que la visita a
dicho Foro incluía la visita a diversas ruinas, monumentos y edificios que
todavía se mantienen en pie y que en algunos casos pasaré seguidamente a
enumerar por orden de visita, pero como se suele decir no están todos
reflejados en las fotos porque sería imposible resumir en un post la visita de
este día.
Caminando por el
interior, lo primero que me llamó la atención fue El Arco de Septimio
Severo, el cual es un antiguo arco de triunfo erigido en el año 203 d.C. para
glorificar las victorias militares del emperador Septimio Severo sobre los
Partos (éstos fueron un imperio en el territorio actual de Irán, allá por el
siglo III a.C.).
Avanzando, me encontré
muy próximas al primer arco del triunfo, otras ruinas que eran lo que en su
momento fue el Templo de Saturno (izda) y dichas ruinas al parecer representan
los cimientos más antiguos conservados en la zona, datándose los mismos entre
el 501 y el 498 a. C y dicho templo fue dedicado al Dios romano de la
agricultura y la cosecha, Saturno.
El menda con el Arco de
Septimio Severo y la Iglesia de San Lucas y Santa Martina a su espalda.
Avanzamos hasta las
proximidades del Templo de Saturno y en donde saqué este par de fotos de dicho
monumento.
Vistazo de lo que queda
del Foro Romano y del Palatino.
El Arco de Septimio
Severo y la Iglesia de San Lucas y de San Martina.
En el exterior del
recinto que alberga los restos del Foro Romano había un gran edificio que me
llamó la atención y que indagando en Internet recibía el nombre de Tabularium y
su función era de almacenaje de documentos como por ejplo las leyes y actas oficiales
del estado romano, escritas en tablas de bronce finalizando su construcción en
el año 78 a.C.
El paseo seguía y más
ruinas iban apareciendo.
Vistazo hacia atrás.
El Arco de Septimio
Severo, la Iglesia de S.Lucas y de S.Martina y el edificio de la Curia Julia
(drcha.), edificio este último que constituía la sede del Senado Romano, siendo
el actual edifico de la foto del siglo IV, conservándose en buen estado al
haberse reconvertido en una iglesia cristiana en el siglo VII, la de San
Adriano.
Seguimos avanzando por
el entramado de calles del Foro hasta que ya nos apareció a lo lejos un par de
templos, el primero dedicado a Cástor y Pólux (drcha) y algo más alejado el
templo de Antonino y Faustina, siendo dicho edificio el que mejor se conserva
de todo el Foro Romano y como anécdota decir que su construcción fue ordenada
por Antonino Pío a la muerte de su mujer Faustina la Mayor en el año 141 d.C ya
que este emperador solía decir que habría preferida vivir con ella en el
desierto que sin ella en el palacio.
Dicho edificio, en el
siglo XI se transformó en la Iglesia de San Lorenzo in Miranda.
Con algo más de zoom,
el Templo de Antonino y Faustina.
¿Especie de baño?...
Templo dedicado a
Cástor y Pólux.
El frente del templo de
Antonino y Faustina.
Vistazo hacia toda la
zona donde habíamos estado la última hora aprox.
Un par de imágenes del
edificio del Palatino, lugar al que poco a poco nos íbamos dirigiendo bajo un
sol que en ocasiones hacía algo más cansino el pateo por los diferentes
monumentos sumado también al incordio de todo el gentío que había ese día en la
zona.
Algunas estatuas
romanas en buen estado hacían acto de presencia.
Dejando poco a poco
detrás el templo de Antonino y Faustina.
Llegamos entonces al
Arco di Tito, arco del triunfo en muy buen estado y construido poco después de
la muerte del emperador Tito e inaugurado entre el 79 y 81 d.C. y el cual
rememora las victorias de Tito contra los judíos.
Acto seguido ya
entraríamos en el complejo del Palatino, elevándonos hasta el mirador donde la
gente estaba instalada en el mirador observando las buenas vistas que este
ofrecía sobre toda la zona del Foro Romano.
Pero antes de subir, un
edificio del Palatino.
El Palatino es la más
céntrica de las siete colinas de Roma y una de las partes más antiguas de la
ciudad, alzándose a 40 metros sobre el Foro Romano y quedando entre éste y el
Circo Máximo.
Según la mitología
romana, el Palatino era el lugar donde estaba la cueva, conocida como el
Lupercal, en la que fueron encontrados Rómulo y Remo y que era hogar de
Luperca, la loba que los amamantó.
Según esta leyenda, el
pastor Faústulo encontró a los niños y con su mujer Aca Larentia los crió.
Al crecer ellos,
mataron a su tío abuelo, que había quitado el trono a su abuelo y ambos
decidieron erigir una nueva ciudad propia a las orillas del río Tíber.
Algun tiempo después
tuvieron una fuerte discusión, matando Rómulo a Remo y de ahí surgió el nombre
de Roma (viene de Rómulo).
Un trío de imágenes
desde el mirador de la zona del Palatino.
Tras el mirador, la
visita continuaba por las diferentes partes del Palatino a la vez que de vez en
cuando nos refrescábamos en las diversas fuentes existentes a lo largo del
recorrido.
Tras ver desde un
mirador la zona del Circo Máximo, de la cual no saqué fotos ya que no me dio
más, pero luego indagando resulta que dicho Circo Máximo fue un estadio para
carreras de carros de la Antigua Roma y fue el mayor circo de la civilización
romana con unos 620 m de longitud y casi 120 m de ancho, acomodándose en sus
gradas según cálculos unos 300.000 espectadores (trescientos mil espectadores),
nos fuimos a encontrar con la zona del Estadio.
Sobre lo anterior del
Circo Máximo, decir que este circo sigue siendo utilizado para fines lúdicos
como por ejplo conciertos o cuando un millón de italianos celebraron la cuarta
Copa del Mundo conseguida por Italia en el Mundial 2006.
Imagen sacada de
Internet de dicho Circo Máximo.
Pues lo dicho,
enseguida íbamos a llegar a la zona del Estadio, estadio que Domiciano mandó
construir para celebrar competiciones y fiestas.
Vista de dicho estadio.
Más ruinas próximas al
Estadio del Palatino.
Estábamos en uno de los
extremos del Palatino y en este caso poblado por buenos árboles.
A lo lejos ya se dejaba
ver otra visita imprescindible de la ciudad de Roma, el Coliseo, siguiente
destino en este día.
Salimos a la calle por
la zona más próxima al Coliseo, dando vista a la obra más grandiosa de la
arquitectura romana y a una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Pero antes de entrar en
el Coliseo nos iba aparecer el Arco de Constantino, monumento militar
inaugurado en el año 315.
Tres imágenes de dicho
monumento.
Hicimos caminando los
pocos metros que separaban este Arco de Constantino de la zona del Coliseo y
mirando a la izd apareció ante mí la calle que comunicaba toda la zona del Foro
Romano con dicho Coliseo (al fondo el Arco de Tito).
Al tener la entrada
conjunta (Foro – Palatino – Coliseo) sacada anteriormente por la mañana pudimos
entrar en el Coliseo evitando la tremenda cola de gente que había para entrar
solamente en el último monumento del trío histórico del día.
Entramos entonces en el
Coliseo, subiendo directamente al primer nivel ya que por abajo la gente se
agolpaba aunque una vez arriba la cosa no mejoraba para nada, sino que más bien
empeoraba en cuanto a la cantidad de gente que había.
Antes de seguir con las
fotos unos datos sobre el monumento de los monumentos de Roma, el Coliseo.
El Coliseo es un
anfiteatro construido en el siglo I y originalmente era denominado Anfiteatro
Flavio en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó.
Pasó a denominarse
Colosseum por una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón, estatua que
no ha llegado hasta la época actual.
En la antigüedad poseía
un aforo de 50.000 espectadores con unas ochenta filas de gradas.
La situación en el
gradería era por escala social, estando cerca de la arena el Emperador y los
senadores y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la
sociedad.
En este lugar había
luchas de gladiadores y espectáculos públicos, completándose la construcción en
el año 80 d.C por el emperador Tito e inaugurándose durante 100 días con
decenas de gladiadores y fieras.
Como dato final su uso
se prolongó en el tiempo casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la
historia en el siglo VI.
Está muy ligado a la
Iglesia Católica Romana por lo que el papa encabeza el viacrucis hasta el
anfiteatro cada Viernes Santo.
Un par de imágenes nada
más entrar al primer nivel del Coliseo.
Había zona abiertas
dentro de este primer nivel que nos dejaban ver el exterior, así que tras
armarme un poco de paciencia pude finalmente asomarme para descubrir que estaba
al lado mismo del Arco de Constantino.
Arco de Constantino
desde el Coliseo.
Decidimos dar la vuelta
completa al coliseo desde este nivel, sacando toda clase de fotos, aunque
resumidas en estas tres que siguen.
Foto panorámica del
interior del Coliseo.
Salimos entonces al
exterior con la intención de ir a comer algo y sobre todo de beber, así que
fuimos dando la vuelta por el exterior del Coliseo en busca de algún
restaurante que habíamos visto como recomendado en alguna guía.
Llegamos tras callejear
algo a las puertas de dicho restaurante que tenía el nombre de Restaurante
Luzzi, pero cuando estábamos llegando resulta que vimos asombrados como había
sobre 15 – 20 personas agolpadas en la puerta a la espera de mesa, así que por
no esperar y pese a que lo calificaban como muy bueno, decidimos volver sobre
nuestros pasos, acabando finalmente en una terraza próxima, tipo terraza
“turística” regentada por lo que vi por unos chavales que debían ser hindús o
pakistanís, en la que nos sentamos por no dar más vueltas por la zona ya que el
cansancio iba haciendo mella con el tiempo.
Menos mal que nos
sentamos más bien por picar algo y beber que por el hecho de comer, ya que
resultaría en este día muy mal la comida y aunque nos cobrarían por todo 23
euros, la conclusión que saqué es que a veces vale más pasar hambre que comer
en cualquier sitio sin mirar previamente.
Lo bueno de esto que
pasó fue que a partir de esta comida, cambiaría la forma de proceder a la hora
de comer o cenar y todas las que vendrían en días sucesivos estarían más que
bien.
Tras “comer” y beber
algo nos dirigimos poco a poco hacia el hotel para descansar algunas horas y
como había un par de lugares que nos pillaban de camino, nos desviamos
ligeramente del rumbo del hotel para acabar visitando este par de sitios
turísticos.
El primer lugar que
íbamos a visitar iba a ser la Basílica de San Pietro in Vincoli (“San Pedro
encadenado”), basílica de Roma muy conocida por albergar el mausoleo del Papa
Julio II, pero sobre todo conocida por alberga la famosa escultura del Moisés
de Miguel Angel.
Entrada a dicha
basílica, la cual fue construida en la mitad del siglo V para albergar la
reliquia de las cadenas con las que ataron a S. Pedro durante su encarcelamiento
en Jerusalén.
Y por fin tenía delante
de mí el Moisés de Miguel Angel, escultura que tantas veces había visto en los
libros.
El Moisés es una
escultura de mármol blanco realizada entre 1513 – 1515 y obra de Miguel Angel,
centrada en la figura bíblica de Moisés.
La estatua se
representa con cuernos debido, según se cree, a un error en la traducción de un
capítulo del Éxodo y en vez de entender que Moisés se caracterizaba por tener
un rostro del que emenaban rayos de luz, al final iban a traducir que el rostro
se presentaba cornudo, de ahí el tema de ponerle cuernos a la estatua.
Recuerdo del menda con
el Moisés detrás.
A pocos metros del
Moisés estaba la urna acristalada con las cadenas que ataron a S. Pedro en
Jerusalén.
Pinturas en el techo de
esta basílica.
Sobre esta visita en
Roma, me parece que vale bastante perder alguna hora en visitar la basílica
para ver sobre todo el Moisés.
Continuábamos con el
rumbo hacia el hotel y el último lugar al que nos íbamos acercar iba a ser otra
de las visitas, creo yo, imprescindibles en Roma, la Basílica de Sta María la
Mayor.
En el momento en el que
llegamos a la iglesia, resulta que había una misa con todos los fieles dentro
sentados y de pie (el 99% eran de raza hindú), así que como no la pudimos
visitar por respeto a los mismos, decidimos que volveríamos a visitarla con
comodidad antes de marchar de Roma.
Foto del exterior de
esta iglesia.
El interior desde la
puerta de acceso.
Tras caminar otros diez
minutos llegamos al hotel y antes de subir a la habitación preguntamos en
recepción por lugares que estuvieran bien para cenar, recomendándonos el chaval
de la recepción tres lugares de diferente tipos de comida, así que por lo menos
ya teníamos tres posibles lugares para cenar en la estancia en Roma.
Tras descansar algunas
horas en el hotel, salimos de nuevo con la intención de cenar en uno
especializado en comida italiana y que según el chaval no se encontraba muy
lejos de donde estábamos.
No pudimos localizar este
primer lugar recomendado, así que tocaba Plan B, el segundo establecimiento
hostelero, uno especializado en pescados, el Crispi 19.
Nos acercamos hasta la
Fontana de Trevi ya que nos había dicho que quedaba por la zona, pero tras dar
vueltas y no encontrarlo, me decidí a preguntar en un hotel de la zona por el
restaurante.
Con las oportunas
indicaciones dadas por el señor de recepción, nos acercamos hasta la puerta y
al preguntar por mesa para cenar, nos dijeron que todo completo, así que en el
segundo lugar tampoco íbamos a poder cenar.
Ahora tocaba ir a por
el tercero, así que para la zona donde estaba situado nos acercamos, logrando
al final tener mesa para casi una hora después de nuestra llegada, así que lo
que hicimos para hacer algo de tiempo fue acercarnos al Hard Rock Café de Roma,
el cual estaba próximo a este restaurante a tomar algo.
Tomando algo en el Hard
Rock Café de Roma (la cerveza a ocho euros…).
Tras las cervezas
regresamos ya al restaurante en cuestión para sentarnos nada más llegar.
El nombre del local era
Girarrosto Fiorentino, local que me causó una buena impresión tanto por el
interior, por estar lleno con gente que no era el típico turista y por los
platos que iban pasando a las diferentes mesas.
Enlaces del
restaurante.
Pedimos una entrada típica
italiana consistente en espárragos, alcachofas, queso mozarella y bruschettas.
Para cenar pedí en mi
caso un chuletón que estaba de muerte.
El menda y el chuletón.
Noelia pidió algo de
verduras pero no sé muy bien el que.
De postre pediría una
tarta típica italiana, la cual estaba riquísima.
Para beber tomamos vino
italiano de la región de la Toscana, el cual estaba muy bueno.
Para terminar vendría el
café y nos darían al final un vino dulce con unas galletas pequeñas para
acompañar.
Al final la cena nos
saldría por 103 Euros + 2 euros que dejamos de propina, saliendo totalmente
satisfechos por el lugar y la cena que habíamos tomado.
Poco a poco
regresaríamos caminando al hotel para descansar ya que el día había sido algo
durillo por el tema del pateo que nos habíamos pegado y por el tema de la
gente.
En cuanto a las visitas
turísticas, decir que las de este día por unas causas o por otras, se pueden
considerar imprescindibles por diversas razones para todo el que se acerque a
Roma y tenga unos días.
Ahora tocaba ir a por
el siguiente día o lo que era lo mismo, a ver al PAPA…
Recien vengo de hacer este recorrido y la verdad que me sirvio mucho para entender algunas cosas ... esta muy bien narrado y la verdad que todo es muy bello y imponente
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