5º
Día. Roma.
Día:
09-09-2015.
Comentario:
Último
día en Roma, día que se presumía mucho más tranquilo que los días anteriores ya
que el objetivo era simplemente callejear tranquilamente y dejar pasar el
tiempo hasta que llegara la hora de la cena.
Aprovechamos
este día para acabar de conocer algún monumento que nos había quedado pendiente
de días anteriores como era el caso de la Basílica de Santa María la Mayor ya que la misma la
habíamos visitado el Domingo pero por encontrarse celebrando una misa en la
misma no pudimos entrar a verla con tranquilidad por lo que en la mañana de
este día pudimos resarcirnos de la breve visita de ese día.
Tras
levantarnos y desayunar ya nos íbamos a dirigir a la zona próxima al hotel
donde estaba situada una de las iglesias más famosas de Roma, la Basílica de Sta María la Mayor (visita
imprescindible) y en nuestra aproximación a dicha iglesia nos íbamos a
encontrar con el palacio que alberga el Ministerio del Interior del país.
Imagen
de dicho edificio.
Rápidamente
ya nos íbamos a encontrar con la
Basílica de Sta María la Mayor , basílica católica y una de las cuatro
basílicas mayores de Roma.
Información
de esta basílica.
Algunas
imágenes del interior de dicha iglesia, la cual me encantó y de la que
considero su visita como una “obligación” para todo el que se acerque a conocer
Roma.
Tras
la visita, regresamos a la zona de la Fontana de Trevi (en esta zona compré algunos
recuedos) y acto seguido nos fuimos a la zona de la Plaza España , pasando por
delante del edificio que alberga la
Embajada de España ante la
Santa Sede (desde el año 1647), misión
diplomática que hay que decir que es la misión diplomática permanente más
antigua del mundo y no teniendo nada que ver dicha embajada con la Embajada de España ante
Italia, encontrándose esta última en otro edificio.
Varias
imágenes de la zona de la Plaza
de España con la Embajada
de España ante la Santa Sede.
Seguimos
entonces caminando y entramos (por recomendación de mi cuñado Roberto) en el
café más antiguo y conocido de la ciudad o lo que es lo mismo, El Café el
Greco, segundo café más antiguo de Italia tras el Café Florian de Venecia (este
último lo conocí por fuera el año que me acerqué por Venecia pero aquel año no
me apetecía entrar a tomar un café en dicho lugar ya que no me quería hipotecar
de por vida por culpa del cafetito).
Enlace
de dicho café y en el cual han pasado diversos personajes históricos como Franz
Liszt, Goethe, Richard Wagner, Lord Byron, Orson Welles y en este año pudieron
añadir al final la visita de José Manuel Marras.
Varias
imágenes del interior de este establecimiento, el cual es también pastelería y
todo hay que decir que…¡Vaya pinta que tenían los pasteles…!.
Foto
para la posteridad de este menda junto al retrato de Buffalo Bill en el café y
como dato anecdótico decir que por dos cafés nos cobraron en total 12 euros (es
el precio de tomar un café en un lugar con historia…).
El
paseo continuaba y poco después pondríamos rumbo a una calle, algo alejada de
donde estábamos, la Vía Flavia ,
para intentar localizar un local donde según las críticas hacían unas pizzas
riquísimas, siendo el nombre de dicho local “Pinsere Roma”
Enlace
de dicho local.
Como
pequeña anécdota señalar que dicho local no tiene mesas para sentarse y en su lugar hay que comer en la calle de
pie o bien apoyando la comida en una pequeña barra que tienen afuera, pero para
una vez prestaba dicho forma de comer ya que se trataba de algo diferente a lo
que estábamos acostumbrados en Roma y aparte de esto, hay que decir que la
pizza estaba “de muerte”.
Foto
de muestra de lo que comimos que junto a dos refrescos, nos iba a salir todo
por 13 euros.
Tras
esta comida, caminamos unos 15 minutos aproximadamente para regresar al hotel a
descansar algo, pero como uno es aficionado a la fotografía y a los recuerdos
en imágenes, que adquieren mayor valor al paso del tiempo, no pude contenerme y
antes de entrar en el hotel me puse a sacar un par de fotos del frente del
mismo.
Unas
horas de descanso en el hotel y casi sin darme cuenta ya estaba saliendo por la
puerta y teniendo claro a donde íbamos ir a cenar en este último día en Roma,
el “Hard Rock Café”, local en el que ya habíamos estado hacía tres noche
tomando algo y haciendo tiempo antes de ir a cenar a un restaurante próximo.
Pero
antes de salir por la puerta, Noelia quiso sacar alguna foto de recuerdo con
algunos posters de la película de “Vacaciones en Roma” de Audrey Hepburn,
película que tendré que ver ya que transcurre en su totalidad por la ciudad
eterna.
Pues
llegamos al local y tras apuntarnos a la lista de la gente que estaba esperando
mesa (tuvimos que esperar una hora a pillar mesa) nos fuimos a la barra para
hacer algo de tiempo y tomar un par de cervezas.
Imágenes
de la espera.
Para
cenar pedimos...
Nos
cobraron por esta cena 53 euros, un precio bastante acorde para lo que bebimos
y comimos y como colofón a mi estancia en Roma, decidí comprarme como recuerdo
una sudadera del local (50 euros).
Tras
la cena ya abandonaríamos el local para poner rumbo al hotel ya que al día
siguiente había que madrugar muy mucho para pillar el avión a Mallorca con el
objetivo de descansar del ajetreo de Roma.
En
cuanto al resumen de la visita a Roma, decir que me gustó muy mucho la ciudad,
estando en todo momento muy cómodo por las calles y plazas de la ciudad y
totalmente de mi agrado todo lo que pude visitar en cuanto a monumentos e
iglesias y no encontrando en la ciudad la suciedad que había leído que tenía en
las últimas semanas.
Como
aspectos negativos, diría lo primero la cantidad de gente que había
prácticamente por todos los lugares en los que nos movimos, gente que hacía más
cansino la visita a los diferentes lugares.
Segundo
aspecto negativo, el precio de la cerveza y vino. No me acuerdo de haber
encontrado precios inferiores a 6 ó 7 euros de la cerveza y de menos de 20
euros del vino, así que para un “alcohólico veraniego” como soy yo, esto fue
una pequeña zancadilla al viaje pero tengo que reconocer que apenas pasé ganas
de beber, sobre todo cerveza, por el tema del precio.
Tercer
aspecto negativo, el “servicio” que te cobran en algunos restaurantes al estilo
de la propina obligatoria en los cruceros.
Me
jode muy mucho cuando vas a gastar una pasta en un restaurante y a la suma
final de la comida te añaden otro 10% por ciento en concepto de “servicio”, por
lo que al final la comida resulta siempre más cara de lo que se comió en
realidad.
Es
verdad que esto que digo no nos pasó en todos los lugares en los que comimos y
me quedó la duda de si esto sería muy legal en Italia, pero al final por no
discutir ya que estábamos de turistas, preferí pasar del tema.
Ahora
tocaba dormir ya que al día siguiente cambiaría drásticamente las vacaciones de
piedra por las vacaciones de arena….
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