lunes, 28 de septiembre de 2015

VACACIONES 2015. (ROMA-MALLORCA). 5º DÍA. ROMA (BASÍLICA STA MARÍA LA MAYOR).



5º Día. Roma.


Día: 09-09-2015.


Comentario:
Último día en Roma, día que se presumía mucho más tranquilo que los días anteriores ya que el objetivo era simplemente callejear tranquilamente y dejar pasar el tiempo hasta que llegara la hora de la cena.

Aprovechamos este día para acabar de conocer algún monumento que nos había quedado pendiente de días anteriores como era el caso de la Basílica de Santa María la Mayor ya que la misma la habíamos visitado el Domingo pero por encontrarse celebrando una misa en la misma no pudimos entrar a verla con tranquilidad por lo que en la mañana de este día pudimos resarcirnos de la breve visita de ese día.

Tras levantarnos y desayunar ya nos íbamos a dirigir a la zona próxima al hotel donde estaba situada una de las iglesias más famosas de Roma, la Basílica de Sta María la Mayor (visita imprescindible) y en nuestra aproximación a dicha iglesia nos íbamos a encontrar con el palacio que alberga el Ministerio del Interior del país.

Imagen de dicho edificio.


Rápidamente ya nos íbamos a encontrar con la Basílica de Sta María la Mayor, basílica católica y una de las cuatro basílicas mayores de Roma.

Información de esta basílica.


Algunas imágenes del interior de dicha iglesia, la cual me encantó y de la que considero su visita como una “obligación” para todo el que se acerque a conocer Roma.














Tras la visita, regresamos a la zona de la Fontana de Trevi (en esta zona compré algunos recuedos) y acto seguido nos fuimos a la zona de la Plaza España, pasando por delante del edificio que alberga la Embajada de España ante la Santa Sede (desde el año 1647), misión diplomática que hay que decir que es la misión diplomática permanente más antigua del mundo y no teniendo nada que ver dicha embajada con la Embajada de España ante Italia, encontrándose esta última en otro edificio.

Varias imágenes de la zona de la Plaza de España con la Embajada de España ante la Santa Sede.






Seguimos entonces caminando y entramos (por recomendación de mi cuñado Roberto) en el café más antiguo y conocido de la ciudad o lo que es lo mismo, El Café el Greco, segundo café más antiguo de Italia tras el Café Florian de Venecia (este último lo conocí por fuera el año que me acerqué por Venecia pero aquel año no me apetecía entrar a tomar un café en dicho lugar ya que no me quería hipotecar de por vida por culpa del cafetito).

Enlace de dicho café y en el cual han pasado diversos personajes históricos como Franz Liszt, Goethe, Richard Wagner, Lord Byron, Orson Welles y en este año pudieron añadir al final la visita de José Manuel Marras.



Varias imágenes del interior de este establecimiento, el cual es también pastelería y todo hay que decir que…¡Vaya pinta que tenían los pasteles…!.






Foto para la posteridad de este menda junto al retrato de Buffalo Bill en el café y como dato anecdótico decir que por dos cafés nos cobraron en total 12 euros (es el precio de tomar un café en un lugar con historia…).


El paseo continuaba y poco después pondríamos rumbo a una calle, algo alejada de donde estábamos, la Vía Flavia, para intentar localizar un local donde según las críticas hacían unas pizzas riquísimas, siendo el nombre de dicho local “Pinsere Roma”

Enlace de dicho local.

Como pequeña anécdota señalar que dicho local no tiene mesas para sentarse  y en su lugar hay que comer en la calle de pie o bien apoyando la comida en una pequeña barra que tienen afuera, pero para una vez prestaba dicho forma de comer ya que se trataba de algo diferente a lo que estábamos acostumbrados en Roma y aparte de esto, hay que decir que la pizza estaba “de muerte”.

Foto de muestra de lo que comimos que junto a dos refrescos, nos iba a salir todo por 13 euros.


Tras esta comida, caminamos unos 15 minutos aproximadamente para regresar al hotel a descansar algo, pero como uno es aficionado a la fotografía y a los recuerdos en imágenes, que adquieren mayor valor al paso del tiempo, no pude contenerme y antes de entrar en el hotel me puse a sacar un par de fotos del frente del mismo.




Unas horas de descanso en el hotel y casi sin darme cuenta ya estaba saliendo por la puerta y teniendo claro a donde íbamos ir a cenar en este último día en Roma, el “Hard Rock Café”, local en el que ya habíamos estado hacía tres noche tomando algo y haciendo tiempo antes de ir a cenar a un restaurante próximo.

Pero antes de salir por la puerta, Noelia quiso sacar alguna foto de recuerdo con algunos posters de la película de “Vacaciones en Roma” de Audrey Hepburn, película que tendré que ver ya que transcurre en su totalidad por la ciudad eterna.


Pues llegamos al local y tras apuntarnos a la lista de la gente que estaba esperando mesa (tuvimos que esperar una hora a pillar mesa) nos fuimos a la barra para hacer algo de tiempo y tomar un par de cervezas.

Imágenes de la espera.


Para cenar pedimos...




Nos cobraron por esta cena 53 euros, un precio bastante acorde para lo que bebimos y comimos y como colofón a mi estancia en Roma, decidí comprarme como recuerdo una sudadera del local (50 euros).

Tras la cena ya abandonaríamos el local para poner rumbo al hotel ya que al día siguiente había que madrugar muy mucho para pillar el avión a Mallorca con el objetivo de descansar del ajetreo de Roma.

En cuanto al resumen de la visita a Roma, decir que me gustó muy mucho la ciudad, estando en todo momento muy cómodo por las calles y plazas de la ciudad y totalmente de mi agrado todo lo que pude visitar en cuanto a monumentos e iglesias y no encontrando en la ciudad la suciedad que había leído que tenía en las últimas semanas.

Como aspectos negativos, diría lo primero la cantidad de gente que había prácticamente por todos los lugares en los que nos movimos, gente que hacía más cansino la visita a los diferentes lugares.

Segundo aspecto negativo, el precio de la cerveza y vino. No me acuerdo de haber encontrado precios inferiores a 6 ó 7 euros de la cerveza y de menos de 20 euros del vino, así que para un “alcohólico veraniego” como soy yo, esto fue una pequeña zancadilla al viaje pero tengo que reconocer que apenas pasé ganas de beber, sobre todo cerveza, por el tema del precio.

Tercer aspecto negativo, el “servicio” que te cobran en algunos restaurantes al estilo de la propina obligatoria en los cruceros.
Me jode muy mucho cuando vas a gastar una pasta en un restaurante y a la suma final de la comida te añaden otro 10% por ciento en concepto de “servicio”, por lo que al final la comida resulta siempre más cara de lo que se comió en realidad.

Es verdad que esto que digo no nos pasó en todos los lugares en los que comimos y me quedó la duda de si esto sería muy legal en Italia, pero al final por no discutir ya que estábamos de turistas, preferí pasar del tema.

Ahora tocaba dormir ya que al día siguiente cambiaría drásticamente las vacaciones de piedra por las vacaciones de arena….


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