Día: 03-07-2015.
Lugar: Caín (León).
Desnivel: 250 m aprox.
Duración total: 2 h
aprox.
Comentario:
Tras levantarme a las
08h30, desayunar y pagar el hotel (110 euros aprox.) me dirigí a la zona de Valdeón,
concretamente a Caín con la intención de hacer alguna ruta que no conociera.
Entrando en el valle de
Valdeón en mi descenso del Puerto de Pandetrave.
Aparcaría a la entrada
del pueblo con la intención de ir a conocer el tramo inicial de ascenso a la
Canal de Dobresengos que parte de este pueblo y que salva el murallón rocoso a
través del Sedo Mabro.
Así que con bastante
calor empecé a caminar por detrás de las cuadras de esta parte del pueblo de
Caín.
Primeros metros del
sendero que pillé tras pasar dichas cuadras y en busca del paso por el Sedo
Mabro que me permitiría salvar el murallón rocoso que separa el pueblo leonés
de la zona por la que discurre toda la Canal de Dobresengos.
Primeras imágenes de
Caín y de la parte del pueblo que hay antes de cruzar el río Cares.
Imagen, unos metros
después, de la otra parte donde están situados la mayoría de los
establecimientos hosteleros del pueblo.
El sendero me iba
elevando rápidamente y mirando para adelante parecía mentira que el mismo me
pudiera sacar a la zona cimera del murallón, así que con esa incógnita fui
caminando en toda esta parte de la ruta hasta que salí a terreno libre.
El sendero, el puente
del pueblo con el río Cares y al fondo el inicio del Desfiladero del Cares (el
sendero me llevaría a pasar por debajo del primer árbol que se ve en la esquina
superior drcha.).
Y a medida que iba
ganando metros, podía apreciar alucinantes vistas de todo el entorno donde está
situado el pueblo.
Caín y el río Cares.
Tramo del río desde el
puente de salida del pueblo hasta el inicio de la ruta del Cares.
Idílico, ¿Verdad…?.
A mi espalda el pueblo
en el paso del sendero como se puede ver en esta ladera
conocida como la Ladera de los Pinderos.
El sendero se caminaba
sin problemas (a excepción del propio desnivel) y tras algunas revueltas del
mismo iba a llegar al inicio del Sedo Mabro, el cual iba a superar sin
problemas.
El sendero, el pueblo,
el río y el árbol que comenté anteriormente y por el cual tenía que pasar el
sendero.
Tras superar este
primer paso, el sendero seguía unos metros por debajo del murallón rocoso y yo
me preguntaba que por dónde iba a superar toda la zona si no veía paso posible.
Pocos metros después mi
incógnita se despejaría al descubrir una debilidad en el terreno por la que me
iba a meter para superar esta zona que parecía insalvable desde cotas
inferiores.
¡Si hay que entrar por ahí,
se entra…!.
Pero antes de entrar me
dio por sacar una última foto de despedida Caín (con árbol incluido creciendo
en la misma roca en primer término), no fuera que no lo contara.
Desde arriba, vista de
la entrada a la estrechez en el terreno.
El modo en que fui
superando esta parte inicial.
La verdad no me ofreció
problemas ya que había bastantes agarres y fui despacio fijándome donde pisaba
y donde me agarraba.
Un par de imágenes de
Caín desde esta zona según iba ascendiendo.
Metros más arriba vista
de este tramo.
Y…¿Por ahí subí?. No parecía que tuviera tanto desnivel mientras
lo ascendía trepando en la mayoría de ocasiones.
El itinerario salía a
terreno más abierto, cosa que agradecía, aunque seguía caminando atento al
terreno que pisaba.
Vista de esta zona más
abierta una vez ganada la misma.
Imagen de la parte de
la Canal de Mesones (el pueblo no se ve ya que queda bastante más debajo de
dicha canal).
Salí ya al collado
superior del Sedo y lo primero que me iba a llamar la atención iba a ser todo
el itinerario que en caso de que hubiera querido hacer la Canal de Dobresengos
hubiera tenido que caminar en su primera parte.
Por otra parte, otra
cosa que también me iba a llamar la atención iba a ser la propia Ruta del Cares
y el desfiladero por el que transcurre el río.
Caín desde la parte
superior del Sedo.
Reanudé la marcha hacia
la zona donde confluye el sendero que traía con el sendero que parte de la zona
del río Cares y con la intención de alcanzado dicho punto de tirar para abajo a
encontrarme con la Ruta del Cares.
La Ruta del Cares según
avanzaba.
El sendero estaba
perfectamente marcado, lo cual agradecí muy mucho.
Buen desnivel de la
ladera por la que estaba transitando y la Canal de Dobresengos por debajo.
Muy cerca ya del cruce
de caminos.
El Macizo Occidental de
los Picos de Europa alejándose a medida que iba avanzando.
Con un sendero así no
había pérdida posible.
Por esa zona iba a
comenzar a descender de inmediato.
Llegaría a este cruce
de unión de los dos senderos, donde pararía a beber algo y rápidamente
reanudaría la marcha, ahora en descenso hacia la Ruta del Cares, pero esta
segunda parte de la ruta es para otro post, así que...
¡Fin de la primera mitad
del itinerario de este día!.
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