Día: 07-07-2015.
Lugar: Macizo Central de Picos de Europa.
Desnivel: 1.700 m
Duración total: 09h 25 (Ascenso 05h 10).
(descenso 04h 15).
Comentario:
Ruta muy anhelada por este menda ya que se puede
decir que subir a la Vega
de Urriellu por Camburero ya se puede considerar materia seria en el mundo del
senderismo o montañismo para cualquier aficionado a la montaña, así que al
final de este día iba a poder quitar de la libreta de pendientes dicha ruta.
Como en algunas rutas anteriores y dada la tremenda
cantidad de fotos, expongo dicha ruta dividida en dos partes y con abundantes
fotos que ilustran el itinerario que realicé, así que...
¡EMPEZAMOS…!.
1ª Parte… ¡El Ascenso por Camburero…!.
Desnivel ascenso: 1.700 m .
Tiempo en subir a la Vega de Urriellu: 05h10.
Comentario:
La verdad, por muy poco estuve a punto de no
realizar la ruta ya que cuando me dirigía en coche hasta la zona de Cabrales no
estaba nada animado para empezar a caminar por diversos motivos, entre ellos el
pronóstico un tanto pesimista que daban para la tarde, pero dicho estado de
ánimo me cambió por completo tras tomarme mi cafetín con Bayles con un par de
pinchos en el lugar habitual en Cabrales donde suelo parar cada vez que me dejo
caer por esta zona.
Así que ya con más optimismo me dirigí a Poncebos
donde aparqué muy cerca del comienzo de la ruta hacia Bulnes.
El día en estas primeras horas se presentaba soleado
y bastante caluroso, así que con esta situación empecé a caminar (09h40) en
busca de la Canal
del Tejo que me llevara al pueblo de Bulnes.
Tras cruzar el puente sobre el río Cares me
encontraría enseguida con un segundo puente, lugar de inicio ya del claro
sendero de dicha canal.
Subiendo por el sendero.
No hice muchas más fotos durante la subida ya que es
un ascenso que ya he pateado en varias ocasiones, así que tras 01h15 de ascenso
iba a llegar a Bulnes acompañado de un paisano con el que realicé el último
cuarto de hora de subida hasta el pueblo.
Él se paraba aquí y este menda tras cruzar el puente sobre el Río Tejo iba a tirar directo hacia la parte trasera del Bar Bulnes
encontrándome con algún que otro establecimiento hostelero en el inicio de
verdadera subida del día.
En este punto de la ruta aparecía ante mí un panel
indicativo de lo que iba a realizar o por lo menos de lo que iba a intentar.
Según el panel que por lo que me ponía parecía darme
ánimos a más no poder, la ruta que había ideado para hoy me iba a llevar a
recorrer 8,3 km
en ascenso con 1.700 m
de desnivel en ascenso y otros tanto en descenso (en mi caso por un itinerario diferente
al que ponía dicho panel).
La duración de la subida me iba a llevar a caminar
durante 05h30 por terreno de ascenso.
Una cosa que me llamó la atención era lo que ponía
sobre la dificultad y no era otra que dicha ruta estaba catalogada como de
dificultad MUY ALTA.
Y luego continuaba…”Gran desnivel (eso ya lo sabía
yo…) y recorrido de enorme dureza con tránsito por zonas de alta montaña de
cierta dificultad (también me había informado sobre estos detalles…)”.
Viendo la información que había conseguido en casa y
viendo el panel en cuestión, sí que aparecieron algunas dudas de si podría
realizarla ya que el estado físico no era el más óptimo para afrontar un
desnivel de 1.700 m
por esta canal desconocida y tampoco parecía que el día iba a estar estable en
el aspecto climatológico, pero aun así decidí continuar para ver hasta donde
llegaba.
Despejando la mente de agobios de tiempos a
conseguir según ascendía y como no me podía agobiar con el terreno ya que no lo
conocía, salí del pueblo en busca de la Canal de Balcosín, canal previa a la de
Camburero.
Dejando Bulnes.
Tras dejar Bulnes me iba a encontrar a los pocos
minutos con el punto clave en este tramo inicial de la ruta, el lugar donde
está situada la Cascada
de las Mestas.
En este lugar vi un camino pegado a la cascada, el
cual parecía ser la continuación del itinerario que estaba siguiendo.
Decidí subir por su tremenda pendiente resbaladiza
(aunque con buenos agarres y escalonada).
Vista de la cascada y del tramo inicial de este
“peligrosillo camino”.
Un par de imágenes de esta guapa cascada que me
encontré.
Una vez que empecé a subir y cuando había llegado a
su mitad, pensé que no podía ser la ascensión por el terreno por donde me
estaba metiendo (era algo complicado…) y recordando alguna descripción del
itinerario que estaba haciendo este día y que ponía mucho énfasis en que por
donde estaba subiendo no transcurría la ruta de Camburero, decidí bajar de
nuevo, descubriendo entonces por donde iba la verdadera ruta que estaba
haciendo.
Dicho itinerario, no correcto y por donde me metí
llegando a la mitad de su altura.
Retorné al sendero correcto y a los pocos pasos di
con un paso en el que habían puesto “una ayuda extra” para superarlo.
Bulnes, con sus dos barrios, iba quedando cada vez
más abajo.
Otra imagen de esta “cuerda metálica” que han
instalado.
Tras el paso anterior, llegué a una especie de
montículo rocoso, dirigiéndome entonces a la entrada de la Garganta por la que
transcurre el cauce del Río Balcosín (el Urriellu parecía asomar a lo lejos).
Caminando sobre el cauce seco de la garganta y de su
canal, fui sorteando piedras y ganando metros a la ruta.
Vista hacia atrás del cauce seco por el que tuve que
caminar.
Me encontré dentro de la garganta con una cabaña que
se utilizaba como bodega para curar los quesos de Cabrales.
Este lugar de la Garganta de Balcosín se caracteriza por su
estrechez que impide que entre el sol y en épocas de deshielo puede
presentar muchos problemas para transitar por la enorme cantidad de agua que
puede llevar el río.
Continuaba caminando por dentro de la garganta y con
la aparición de las marcas blancas-amarillas que me indicaban que iba por buen
y abrupto camino, camino que es prácticamente ignorado por los montañeros para
subir hasta la Vega
de Urriellu dada la dureza del mismo (normalmente lo hacen por el itinerario de
Pandébano).
El camino me llevaba muy entretenido durante mi
avance y casi sin darme cuenta ya iba a salir a terreno soleado, cosa que
agradecí muy mucho.
Mirando hacia atrás y viendo la salida de la Garganta de Balcosín.
Venga, ¡Vamos…! en busca de terreno más llano y
abierto.
Salí entonces a un amplio valle donde se respiraba
una absoluta tranquilidad y en el que el sendero iba a llevarme por un tramo
mucho más cómodo que el anterior.
Un par de imágenes de este punto de la ruta.
Al final de este valle y cuando el sendero empezaba
a coger altura con claridad, me encontré con dos montañeros “franceses”, los
cuales se habían parado a beber algo y tras un brevísimo intercambio de
palabras los pasaría para seguir con mi rumbo hacia cotas más altas.
Vista hacia atrás del Valle de Balcosín.
Iba a llegar entonces a una zona de llambría por la
que se veía que normalmente baja el cauce del río.
Superé dicho paso, desviándome unos metros a la izd
y en donde habían puesto otras “cuerdas metálicas” similares a la que había
visto al poco de abandonar Bulnes.
Vista de dicho paso y del lugar por donde pude
superar el mismo (izda de imagen en la que se ve las cuerdas que pusieron…).
Vista hacia atrás en el momento en el que iba
superando dicho obstáculo en el camino.
Iba a salir de nuevo a zona más abierta y más
soleada, yendo en esos momentos bastante bien a nivel de fuerzas.
Me iba a encontrar a los pocos metros con la zona
del Jou Bajo a unos 1.050 m
de altitud.
Imagen de dicho zona.
Una vez en dicha zona pude ver como el sendero salía
de esta zona por el valle situado a mi derecha, así que enseguida pude ya
localizar toda la zona de la
Canal de Camburero, la vía de ascenso que utilizaban los
pastores de antaño hasta la Vega
de Urriellu.
A punto de entrar en la empinada canal.
El ascenso en este tramo se hacía algo durillo por
el tema del desnivel y en ocasiones por tener que pisar las numerosas piedras
que inundaban todo el camino, pero tengo que reconocer que lo superé mucho
mejor de lo que me había imaginado.
A superarlo mejor de lo esperado me ayudaría que el
sendero iba evitando la mayoría de las veces la riada de piedras que iban
cayendo por la canal.
Vista abajo del tipo de terreno por el que tuve que
ascender.
Subiendo, subiendo, daría entonces con lo que queda
de lo que fue en su época la Majada de Camburero, situada a unos 1.300 m de
altitud.
Este lugar fue un lugar de pastoreo tradicional por
parte de los vecinos de Bulnes y al parecer en dicho lugar hubo un bar y
pensión, estando en servicio unos 15 años, concretamente hasta 1935 y en dicho lugar fue también donde durmieron El Marqués
de Villaviciosa y el Cainejo, después de ascender por primera vez el Urriellu
en 1904 y perderse en la bajada a causa de la niebla y en donde los pastores de
Camburero les darían cobijo ante dicha eventualidad.
Vista de una de las cabañas que quedan en pie de
dicha majada y el sendero a la drcha, por el cual tendría que seguir caminando
en ascenso continuado.
Rebasada la zona de la cabaña y ya metido en el
inicio del sendero, el Urriello (2.519 m) se animaba a darme la bienvenida.
Un par de imágenes de dicha bienvenida.
Y al lado contrario (Este) de por donde iba
circulando, ya podía localizar el camino habitual frecuentado por los
montañeros para llegar al refugio del Urriellu, camino por donde yo descendería
alguna hora después.
Y lo mismo que había localizado la primera hora del
descenso, en mi avance y mirando para atrás, iba a poder ver las praderías de
Pandébano por donde descendería para ir de nuevo en busca del pueblo de Bulnes.
De momento no tenía problemas con la sed, aunque sí
que es verdad que ya me había parado alguna vez y había repuesto líquidos.
En cuanto al cielo, parecía mantenerse muy tranquilo
y estable, hecho que me tenía algo pendiente ante la posible aparición de
tormentas y niebla en las horas de la tarde, así que de momento todo marchaba
bastante bien.
El sendero atravesaba algunas riadas de piedras,
travesía que por el terreno resbaladizo y por la fuerte pendiente por la que
iba transitando hacía que pegara dos pasos para adelante y uno para atrás,
hecho que hacía algo más penosa la subida, pero yo seguía en “mis trece” de
seguir y sobretodo de llegar a la base del Naranjo.
Algún paso por riada de piedras.
¡Me llaman El Urriellu o Naranjo de Bulnes…!...
¿Quién
viene a visitarme…?
Vista atrás de algún paso por las piedras de las que
acabo de hablar.
Hacía atrás y al otro lado del valle, me fijé en dos
pasos (ptos rojos) que tendría que realizar en mi descenso hacia Bulnes.
Buena imagen en la que se distingue bastante bien
una parte del sendero por el que anduve en el trayecto de vuelta desde el
Refugio del Urriellu hasta el de la Terenosa y en la que la zona que se ve en
la foto es la zona del Collado Vallejo.
El calor apretaba y se dejaba notar muy mucho, así
que cuando observé que había una gran piedra en la que me podría parar un rato
a beber algo y a descansar a la sombra, no lo dudé y realicé una parada para
reponer fueras y líquidos.
Quizás esta foto muestre la vista principal que tuve
en todo momento en las últimas dos horas en mi ascenso.
Reanudé la marcha sabiendo que llegaba ya seguro a
la Vega del Urriellu. Parecía haberlo conseguido bastante mejor de lo que
pensaba, pero esto no significa que no estuviera costando mi esfuerzo.
Alegría me llevé cuando observe que me vino a
recibir un comité de bienvenida por unos animalillos que normalmente suelen
estar dando vueltas por la zona., ¡la verdad, un detalle por su parte…!.
Iba subiendo con mucha tranquilidad y disfrutando,
como un enano, de las vistas que me ofrecía la zona, como esta del Urriellu y a
su izda (centro de la foto), la Canal de la Celada.
El sendero entonces iba a bajar la buena pendiente
que me había traído hasta el final de las travesías que iba a tener que
realizar por pedreros y por un brevísimo tramo iba a tener que “llanear” en
busca del tramo previo a la vega y acercándome poco a poco (por lo menos para
la vista) al itinerario normal de ascenso-descenso del refugio.
¡Qué guapo era caminar en todo momento con vistas al
Picu…!.
El itinerario me iba a llevar a transitar por un
tramo kárstico, un tanto íncómodo de caminar pero que superé sin problemas,
aunque sí que es verdad que me había imaginado que el tramo previo a la vega
iba ser ya totalmente un paseo triunfal por terreno muy cómodo, pero me había
equivocado.
Metido en este terreno íncómodo y viendo el sendero
por donde tendría que bajar hasta la zona del Collado Vallejo.
¡Venga, que solo me queda un paso más…!.
El Urriellu a cada paso que daba se me presentaba
más cercano.
Y finalmente y tras 05h 10 llegaría a la zona del
refugio donde había más público de lo deseado para este menda, pero uno no se
podía quejar de esto ya que dentro de lo que cabe no había mucha multitud como
en otras ocasiones en las que había estado por la zona.
La pared mítica del montañismo español…
Y está claro que ya que había gente que me pudiera
sacar alguna foto, no iba a perder ocasión para aprovechar dicha oportunidad y
así retratarme para la posteridad.
Y con esta última foto acabo esta primera parte de
la ruta del día en la que llegué más alegre por nunca por haber podido
descubrir y realizar una ruta dura que en un principio no tenía muy claro de si
podría terminarla (dada mi condición física montañera en esta temporada…).
El cielo seguía igual de azul, aunque por la zona de
la costa ya había un buen número de nubes que se estaban acumulando desde hacía
un rato y poco a poco parecían querer ir en aumento, así que no había que
entretenerse mucho y enseguida comenzaría a descender.
Pero el descenso, digo yo, mejor explicarlo en otro
capítulo…
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