martes, 21 de julio de 2015

1ª PARTE…SUBIDA DESDE PONCEBOS AL REFUGIO DEL URRIELLU POR CAMBURERO Y DESCENSO POR PANDÉBANO.



Día: 07-07-2015.

Lugar: Macizo Central de Picos de Europa.

Desnivel: 1.700 m

Duración total: 09h 25   (Ascenso  05h 10).
                                       (descenso 04h 15).


Comentario:
Ruta muy anhelada por este menda ya que se puede decir que subir a la Vega de Urriellu por Camburero ya se puede considerar materia seria en el mundo del senderismo o montañismo para cualquier aficionado a la montaña, así que al final de este día iba a poder quitar de la libreta de pendientes dicha ruta.

Como en algunas rutas anteriores y dada la tremenda cantidad de fotos, expongo dicha ruta dividida en dos partes y con abundantes fotos que ilustran el itinerario que realicé, así que...

 ¡EMPEZAMOS…!.


1ª Parte… ¡El Ascenso por Camburero…!.


Desnivel ascenso: 1.700 m.

Tiempo en subir a la Vega de Urriellu: 05h10.

Comentario:
La verdad, por muy poco estuve a punto de no realizar la ruta ya que cuando me dirigía en coche hasta la zona de Cabrales no estaba nada animado para empezar a caminar por diversos motivos, entre ellos el pronóstico un tanto pesimista que daban para la tarde, pero dicho estado de ánimo me cambió por completo tras tomarme mi cafetín con Bayles con un par de pinchos en el lugar habitual en Cabrales donde suelo parar cada vez que me dejo caer por esta zona.

Así que ya con más optimismo me dirigí a Poncebos donde aparqué muy cerca del comienzo de la ruta hacia Bulnes.

El día en estas primeras horas se presentaba soleado y bastante caluroso, así que con esta situación empecé a caminar (09h40) en busca de la Canal del Tejo que me llevara al pueblo de Bulnes.


Tras cruzar el puente sobre el río Cares me encontraría enseguida con un segundo puente, lugar de inicio ya del claro sendero de dicha canal.


Subiendo por el sendero.


No hice muchas más fotos durante la subida ya que es un ascenso que ya he pateado en varias ocasiones, así que tras 01h15 de ascenso iba a llegar a Bulnes acompañado de un paisano con el que realicé el último cuarto de hora de subida hasta el pueblo.

Él se paraba aquí y este menda tras cruzar el puente sobre el Río Tejo iba a tirar directo hacia la parte trasera del Bar Bulnes encontrándome con algún que otro establecimiento hostelero en el inicio de verdadera subida del día.


En este punto de la ruta aparecía ante mí un panel indicativo de lo que iba a realizar o por lo menos de lo que iba a intentar.

Según el panel que por lo que me ponía parecía darme ánimos a más no poder, la ruta que había ideado para hoy me iba a llevar a recorrer 8,3 km en ascenso con 1.700 m de desnivel en ascenso y otros tanto en descenso (en mi caso por un itinerario diferente al que ponía dicho panel).

La duración de la subida me iba a llevar a caminar durante 05h30 por terreno de ascenso.

Una cosa que me llamó la atención era lo que ponía sobre la dificultad y no era otra que dicha ruta estaba catalogada como de dificultad MUY ALTA.
Y luego continuaba…”Gran desnivel (eso ya lo sabía yo…) y recorrido de enorme dureza con tránsito por zonas de alta montaña de cierta dificultad (también me había informado sobre estos detalles…)”.

Viendo la información que había conseguido en casa y viendo el panel en cuestión, sí que aparecieron algunas dudas de si podría realizarla ya que el estado físico no era el más óptimo para afrontar un desnivel de 1.700 m por esta canal desconocida y tampoco parecía que el día iba a estar estable en el aspecto climatológico, pero aun así decidí continuar para ver hasta donde llegaba.

Despejando la mente de agobios de tiempos a conseguir según ascendía y como no me podía agobiar con el terreno ya que no lo conocía, salí del pueblo en busca de la Canal de Balcosín, canal previa a la de Camburero.

Dejando Bulnes.


Tras dejar Bulnes me iba a encontrar a los pocos minutos con el punto clave en este tramo inicial de la ruta, el lugar donde está situada la Cascada de las Mestas.

En este lugar vi un camino pegado a la cascada, el cual parecía ser la continuación del itinerario que estaba siguiendo.

Decidí subir por su tremenda pendiente resbaladiza (aunque con buenos agarres y escalonada).

Vista de la cascada y del tramo inicial de este “peligrosillo camino”.


Un par de imágenes de esta guapa cascada que me encontré.




Una vez que empecé a subir y cuando había llegado a su mitad, pensé que no podía ser la ascensión por el terreno por donde me estaba metiendo (era algo complicado…) y recordando alguna descripción del itinerario que estaba haciendo este día y que ponía mucho énfasis en que por donde estaba subiendo no transcurría la ruta de Camburero, decidí bajar de nuevo, descubriendo entonces por donde iba la verdadera ruta que estaba haciendo.

Dicho itinerario, no correcto y por donde me metí llegando a la mitad de su altura.


Retorné al sendero correcto y a los pocos pasos di con un paso en el que habían puesto “una ayuda extra” para superarlo.


Bulnes, con sus dos barrios, iba quedando cada vez más abajo.




Otra imagen de esta “cuerda metálica” que han instalado.


Tras el paso anterior, llegué a una especie de montículo rocoso, dirigiéndome entonces a la entrada de la Garganta por la que transcurre el cauce del Río Balcosín (el Urriellu parecía asomar a lo lejos).


Caminando sobre el cauce seco de la garganta y de su canal, fui sorteando piedras y ganando metros a la ruta.




Vista hacia atrás del cauce seco por el que tuve que caminar.


Me encontré dentro de la garganta con una cabaña que se utilizaba como bodega para curar los quesos de Cabrales.


Este lugar de la Garganta de Balcosín se caracteriza por su estrechez que impide que entre el sol y en épocas de deshielo puede presentar muchos problemas para transitar por la enorme cantidad de agua que puede llevar el río.

Continuaba caminando por dentro de la garganta y con la aparición de las marcas blancas-amarillas que me indicaban que iba por buen y abrupto camino, camino que es prácticamente ignorado por los montañeros para subir hasta la Vega de Urriellu dada la dureza del mismo (normalmente lo hacen por el itinerario de Pandébano).


El camino me llevaba muy entretenido durante mi avance y casi sin darme cuenta ya iba a salir a terreno soleado, cosa que agradecí muy mucho.

Mirando hacia atrás y viendo la salida de la Garganta de Balcosín.


Venga, ¡Vamos…! en busca de terreno más llano y abierto.


Salí entonces a un amplio valle donde se respiraba una absoluta tranquilidad y en el que el sendero iba a llevarme por un tramo mucho más cómodo que el anterior.

Un par de imágenes de este punto de la ruta.




Al final de este valle y cuando el sendero empezaba a coger altura con claridad, me encontré con dos montañeros “franceses”, los cuales se habían parado a beber algo y tras un brevísimo intercambio de palabras los pasaría para seguir con mi rumbo hacia cotas más altas.

Vista hacia atrás del Valle de Balcosín.


Iba a llegar entonces a una zona de llambría por la que se veía que normalmente baja el cauce del río.

Superé dicho paso, desviándome unos metros a la izd y en donde habían puesto otras “cuerdas metálicas” similares a la que había visto al poco de abandonar Bulnes.

Vista de dicho paso y del lugar por donde pude superar el mismo (izda de imagen en la que se ve las cuerdas que pusieron…).


Vista hacia atrás en el momento en el que iba superando dicho obstáculo en el camino.


Iba a salir de nuevo a zona más abierta y más soleada, yendo en esos momentos bastante bien a nivel de fuerzas.


Me iba a encontrar a los pocos metros con la zona del Jou Bajo a unos 1.050 m de altitud.

Imagen de dicho zona.


Una vez en dicha zona pude ver como el sendero salía de esta zona por el valle situado a mi derecha, así que enseguida pude ya localizar toda la zona de la Canal de Camburero, la vía de ascenso que utilizaban los pastores de antaño hasta la Vega de Urriellu.

A punto de entrar en la empinada canal.


El ascenso en este tramo se hacía algo durillo por el tema del desnivel y en ocasiones por tener que pisar las numerosas piedras que inundaban todo el camino, pero tengo que reconocer que lo superé mucho mejor de lo que me había imaginado.

A superarlo mejor de lo esperado me ayudaría que el sendero iba evitando la mayoría de las veces la riada de piedras que iban cayendo por la canal.

Vista abajo del tipo de terreno por el que tuve que ascender.


Subiendo, subiendo, daría entonces con lo que queda de lo que fue en su época la Majada de Camburero, situada a unos 1.300 m de altitud.

Este lugar fue un lugar de pastoreo tradicional por parte de los vecinos de Bulnes y al parecer en dicho lugar hubo un bar y pensión, estando en servicio unos 15 años, concretamente hasta 1935 y en dicho lugar fue también donde durmieron El Marqués de Villaviciosa y el Cainejo, después de ascender por primera vez el Urriellu en 1904 y perderse en la bajada a causa de la niebla y en donde los pastores de Camburero les darían cobijo ante dicha eventualidad.

Vista de una de las cabañas que quedan en pie de dicha majada y el sendero a la drcha, por el cual tendría que seguir caminando en ascenso continuado.


Rebasada la zona de la cabaña y ya metido en el inicio del sendero, el Urriello (2.519 m) se animaba a darme la bienvenida.

Un par de imágenes de dicha bienvenida.




Y al lado contrario (Este) de por donde iba circulando, ya podía localizar el camino habitual frecuentado por los montañeros para llegar al refugio del Urriellu, camino por donde yo descendería alguna hora después.


Y lo mismo que había localizado la primera hora del descenso, en mi avance y mirando para atrás, iba a poder ver las praderías de Pandébano por donde descendería para ir de nuevo en busca del pueblo de Bulnes.


De momento no tenía problemas con la sed, aunque sí que es verdad que ya me había parado alguna vez y había repuesto líquidos.

En cuanto al cielo, parecía mantenerse muy tranquilo y estable, hecho que me tenía algo pendiente ante la posible aparición de tormentas y niebla en las horas de la tarde, así que de momento todo marchaba bastante bien.

El sendero atravesaba algunas riadas de piedras, travesía que por el terreno resbaladizo y por la fuerte pendiente por la que iba transitando hacía que pegara dos pasos para adelante y uno para atrás, hecho que hacía algo más penosa la subida, pero yo seguía en “mis trece” de seguir y sobretodo de llegar a la base del Naranjo.

Algún paso por riada de piedras.


¡Me llaman El Urriellu o Naranjo de Bulnes…!...
¿Quién viene a visitarme…?


Vista atrás de algún paso por las piedras de las que acabo de hablar.


Hacía atrás y al otro lado del valle, me fijé en dos pasos (ptos rojos) que tendría que realizar en mi descenso hacia Bulnes.


Buena imagen en la que se distingue bastante bien una parte del sendero por el que anduve en el trayecto de vuelta desde el Refugio del Urriellu hasta el de la Terenosa y en la que la zona que se ve en la foto es la zona del Collado Vallejo.


El calor apretaba y se dejaba notar muy mucho, así que cuando observé que había una gran piedra en la que me podría parar un rato a beber algo y a descansar a la sombra, no lo dudé y realicé una parada para reponer fueras y líquidos.

Quizás esta foto muestre la vista principal que tuve en todo momento en las últimas dos horas en mi ascenso.


Reanudé la marcha sabiendo que llegaba ya seguro a la Vega del Urriellu. Parecía haberlo conseguido bastante mejor de lo que pensaba, pero esto no significa que no estuviera costando mi esfuerzo.

Alegría me llevé cuando observe que me vino a recibir un comité de bienvenida por unos animalillos que normalmente suelen estar dando vueltas por la zona., ¡la verdad, un detalle por su parte…!.


Iba subiendo con mucha tranquilidad y disfrutando, como un enano, de las vistas que me ofrecía la zona, como esta del Urriellu y a su izda (centro de la foto), la Canal de la Celada.


El sendero entonces iba a bajar la buena pendiente que me había traído hasta el final de las travesías que iba a tener que realizar por pedreros y por un brevísimo tramo iba a tener que “llanear” en busca del tramo previo a la vega y acercándome poco a poco (por lo menos para la vista) al itinerario normal de ascenso-descenso del refugio.


¡Qué guapo era caminar en todo momento con vistas al Picu…!.


El itinerario me iba a llevar a transitar por un tramo kárstico, un tanto íncómodo de caminar pero que superé sin problemas, aunque sí que es verdad que me había imaginado que el tramo previo a la vega iba ser ya totalmente un paseo triunfal por terreno muy cómodo, pero me había equivocado.

Metido en este terreno íncómodo y viendo el sendero por donde tendría que bajar hasta la zona del Collado Vallejo.


¡Venga, que solo me queda un paso más…!.


El Urriellu a cada paso que daba se me presentaba más cercano.




Y finalmente y tras 05h 10 llegaría a la zona del refugio donde había más público de lo deseado para este menda, pero uno no se podía quejar de esto ya que dentro de lo que cabe no había mucha multitud como en otras ocasiones en las que había estado por la zona.


La pared mítica del montañismo español…


Y está claro que ya que había gente que me pudiera sacar alguna foto, no iba a perder ocasión para aprovechar dicha oportunidad y así retratarme para la posteridad.


Y con esta última foto acabo esta primera parte de la ruta del día en la que llegué más alegre por nunca por haber podido descubrir y realizar una ruta dura que en un principio no tenía muy claro de si podría terminarla (dada mi condición física montañera en esta temporada…).

El cielo seguía igual de azul, aunque por la zona de la costa ya había un buen número de nubes que se estaban acumulando desde hacía un rato y poco a poco parecían querer ir en aumento, así que no había que entretenerse mucho y enseguida comenzaría a descender.

Pero el descenso, digo yo, mejor explicarlo en otro capítulo…



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