Día: 15-07-2015.
Lugar: Puebla de Lillo
(León).
Desnivel:
Duración total: 4h.
Comentario:
Día en el que salí y en
el que iba a realizar una escapada express después del trabajo y el destino me
iba a llevar a intentar la subida a un pico que ya conocía por haberlo subido
hacía ya unos cuantos años, el Susarón (1.878 m), pero consiguiendo subir en
aquel día por la vía normal de ascenso partiendo desde el mismo pueblo leonés
de Puebla de Lillo.
Empezaría a caminar a
las 15h45 tras haber dejado el coche en un aparcamiento de tierra situado a la
drcha de la carretera y casi 1 km después de Puebla de Lillo en dirección a
Boñar.
Tras caminar unos cien
metros en dirección a Boñar, ya localicé el inicio de la ruta y con vistas ya a
la cresta que tendría que recorrer un rato después.
Tras superar la
alambrada de espinos, fui ascendiendo por momentos por terreno plagado de
matorral bajo y matorral que se dejaba sentir para mal en las piernas por lo
que pinchaba (debido al calor que hacía me incliné por intentar subir con
pantalón corto, decisión que luego me iba a arrepentir porque no sería el único
matorral espino que me encontraría…).
Superando esta parte
inicial y encaramándome en el inicio de la cresta con la carretera por debajo.
Vista hacia el Norte
con el pueblo de Redipollos.
Caminando por la cresta
y con alguna guapa imagen de esta parte de la misma.
Según iba ascendiendo
ya me iba apareciendo con más claridad Puebla de Lillo, capital de su municipio
y con una población de 694 habitantes en el 2014.
Vista atrás de lo que
iba ascendiendo, teniendo en ocasiones que emplear las manos para ayudarme en
el avance.
Una de las imágenes
estrella de la ruta, el Embalse del Porma, tercer embalse más grande de la
provincia de Léón y con algunos pueblos sumergidos bajo sus aguas.
Cada vez era más
difícil avanzar sin apoyarme de las manos, así que a veces medio trepando y
otras caminando como podía, iba ganando metros a la subida, muy entretenida por
cierto.
Tras numerosas
“trepadas” iba a salir a terreno algo más despejado y situado muy cerca de la
primera cota que sobresalía de la Cresta Este del pico y viendo ya la abrupta
cresta que todavía me tenía que recorrer.
En esos momentos y cuando
me dio por mirar la hora, me sorprendió negativamente el que en esos momentos
fueran las 17h 40, así que lo primero que pensé fue ¡Casi dos horas hasta aquí
y vaya retrasado que voy sobre el tiempo que pensaba que llevaría en estos
momentos!.
Con un poco de desánimo
en este sentido, seguí avanzando y pensando todavía lo mucho que parecía
quedarme para alcanzar cumbre ya que aparte de la distancia se sumaba también
el hándicap del terreno lento que era para avanzar con cierta celeridad.
Y ya bastante abajo
Puebla de Lillo.
Fui avanzando sin
problemas y en ocasiones ayudándome de las manos y superando los diversos
obstáculos en el terreno que se me presentaban a medida que avanzaba por la
abrupta cresta.
Viniendo por la cresta
desde ese saliente de la misma y la carretera ya muy abajo.
En algunos momentos no
fui encaramado a la cresta en sí, ya que iba buscando algunos pasos que
consideraba mejores a primera vista (yo creo que me equivoqué con esta decisión
…).
Puebla de Lillo.
Tras avanzar bastantes
metros por la misma cresta, desistí de superar un paso por el mismo itinerario
en el que iba (que yo creo que hubiera superado sin problemas…), así que lo que
hice fue desviarme para intentar alcanzar la cresta a través de una canaleta
muy pendiente.
Fui ascendiendo por la
canaleta hasta que llegue a un paso en el que lo vi más complicado de haberlo
hecho por la misma cresta, así que ante el riesgo innecesario que corría,
preferí y dada la hora que debía ser (por el retraso acumulado) pasar de buscar
otras alternativas y decidí ir descendiendo por terreno mixto de hierbas y
plagado en ocasiones de muchísimas piedras de todos los tamaños con rocas
incluidas.
Estaría un buen rato
bajando por este tipo de terreno hasta que finalmente me pude salir a un
terreno más cómodo pero en donde había matorral que era muy molesto para las
piernas.
Mirando para atrás.
Sin más novedad iba a
llegar al coche tras 4 h de ruta (20 h) y satisfecho en parte por el estado
físico en el que me había encontrado en todo momento pero con el tema pendiente en la
cabeza de que habrá que volver a intentar hacer la cresta, pero con más tiempo.
Acto seguido ya me
dirigí a Puebla de Lillo donde pararía a sacar un par de fotos de despedida del
pico del día con el itinerario dibujado en una de ellas.
En esta ocasión la
parada para tomar “la clara” la realizaría en el Hotel El Fundil en Pola del
Pino y tras dicha parada ya pondría rumbo a casa llegando sin novedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario