lunes, 13 de julio de 2015

RUTA ESPINAMA – PTOS DE ALIVA + SENDERO A LEBEÑA (4º DÍA EN LA LIÉBANA)



Día: 02-07-2015

Lugar: Liébana (Cantabria).

Desnivel: 630 m.

Duración total: 4h aprox.

Comentario:
En este día me iba acercar a conocer los Invernales de Igüedri subiendo desde Espinama acercándome también a la ermita de la Virgen de la Salud ya que en este día se celebraba una fiesta muy típica en la Liébana como era la Fiesta de la Ermita de la Salud.

También me acercaría después de comer a intentar hacer el sendero que va desde la zona de Potes hasta el pueblo de Lebeña, no pudiendo completar dicho itinerario por no encontrar en un tramo salida hasta dicho pueblo.

Esto es un poco el resumen de este cuarto día en estas tierras lebaniegas...


Me levanté sobre las 08h30 y tras desayunar puse rumbo a Espinama para hacer la ruta hasta la ermita de la Virgen de la Salud y de paso, si el tiempo lo permitía, asistir a la fiesta que se celebraba en esta fecha en dicho lugar.
El día no pintaba naba bien ya que había amanecido completamente nublado pero aun así decidí realizar dicha ruta partiendo desde Espinama, encontrándome dicha zona totalmente plagada de nubosidad a la hora de comenzar a caminar.


Enfocando la calle del pueblo que me iba a sacar a la pista que me llevaría a los Invernales de Igüedri.


Algunas casas del pueblo.


Inicio de la ruta.


¡Qué mal se presentaba el día hacia delante!.


¡Y después de caminar un rato, la vista hacia atrás no mejoraba la imagen anterior!.


La pista se subía bastante bien aunque por momentos había buen desnivel en sus rampas. Mientras tanto las vistas que tenía hacia adelante y los lados, hacían más llevadera la subida ante el paso continuado de land-rovers hacia la zona de la ermita como esta vista de la zona del Pico Valdecoro (1.816 m) desde la pista de ascenso.


Hacia adelante parecía que la cosa podía mejorar. ¡A ver que pasaba…!.


Otra imagen de la zona del Valdecoro (1.816 m).


Cuando me quise dar cuenta ya estaba a la entrada de los Invernales de Igüedri.


La pista serpenteaba para superar el enclave donde están situados dichos invernales.


Desde arriba.


Llegué entonces a la zona de las Portillas del Boquejón, paso de entrada a la zona de los Puertos de Aliva, así que ahora tocaba cruzar dicho límite.


Vista de dicho paso una vez cruzado.


Seguí avanzando por terreno con menos pendiente y al poco rato ya me iba a encontrar la pista que venía de Mogrovejo (a la izd de la imagen).

Vista hacia atrás.


El día parecía cada vez presentarse con más nubosidad, ¡una pena!, mezclándose entonces la pista con las verdes praderías de estos puertos, así que tocaba seguir caminando y evitando cada poco el polvo de la pista que levantaban los abundantes vehículos que iban pasando en busca de la romería.


¡No será por vehículos…!.


Caminando tranquilamente ya llegué a la zona de oteé el prado de la romería y viendo como todavía era algo pronto por el número de vehículos que se encontraban en el mismo.


Enseguida llegué a la Ermita de la Virgen de la Salud.


Imagen del interior de la misma.


Ya había más coches en el prado desde mi último vistazo.


Un par de imágenes de la ermita.




Me desvié unas decenas de metros de la ermita para sentarme e ir observando un poco el panorama de la fiesta, tanto de la ermita como del prado de la fiesta.




Imagen del menda antes de meterse la niebla.


Pero poco pude aguantar ya que a los pocos minutos, una intensa niebla inundó todo el entorno por lo que decidí marchar y poner rumbo de vuelta a Espinama.

Había que protegerse del frío y de la humedad que traía dicha niebla.


La niebla inundando la zona.




La vuelta la hice sin novedad. Simplemente consistía en desandar los pasos que había dado en la ida, así que con cierto ritmo ligero fui caminando para acabar saliendo al cabo de un cuarto de hora de la niebla.


La niebla vista desde las Portillas del Boquejón parecía cada vez más densa unos centenares de metros por encima del menda.


Los Invernales de Igüedri en el descenso.


Tras un rápido descenso llegué a Espinama donde visto el día que seguía haciendo decidí tirar de nuevo para la zona de Potes.

No tenía mucha idea de lo que hacer, así que decidí al final poner rumbo a la zona del Desfiladero de la Hermida para conocer un sendero al que le tenía muchas ganas y que me llevaría al pueblo de Lebeña pero mi sorpresa fue que de repente vi como en un bar de carretera después del pueblo de Ojedo y a la izd en el sentido de la marcha había un grupo de gente que parecía “nativa” de la zona y que se agolpaba a la puerta con la sensación de que iban a comer en el mismo.

Recordé el consejo de un colega mío que dice que siempre hay que parar en los bares de los pueblos donde se agolpe la gente de la zona para comer ya que suele ser muy buena señal de la calidad de la comida, así que eso fue lo que hice y como había hambre ya y eran horas de comer, paré el coche, fisgoneé el menú y la carta y me dije…¡A comer...! y eso fue lo que hice comer en dicho local.

El local se llamaba Casa Fofi y quedaba en Tama (Ayto de Cillórigo), a unos 3 km de Potes.

Foto de la entrada (tomada el día después).


Comí de menú, consistiendo éste en alubias con chorizo y morcilla de primero y lomo con patatas de segundo. De beber vino y casera y de postre tarta de manzana.
Me cobrarían con el café 12 euros si mal no recuerdo, así que si cuando vuelve por la zona unos días, esta visita será obligada para comer o cenar.

Foto de la perola con las alubias y lo mejor de todo,…¡Para mí solito…!.


Acto seguido y para bajar la comida me fui a conocer el sendero que he mencionado antes, así que tras aparcar el coche en el arcén de la carretera (medio km antes de entrar en el desfiladero), di con el cartel anunciador de la ruta.

No pongo muchas fotos de esta pequeña segunda ruta ya que en un futuro tengo la intención de poder hacerla entera desde Lebeña, así que pongo un quinteto de imágenes por poner algo referente a esta excursión.










Decir que no pude hacerla en tu totalidad ya que me encontré con un tramo en el que no pude localizar por donde iba el sendero y cada vez la zona parecía estar más tupida de vegetación, así que desistí y me di la vuelta. ¡Habrá que volver…!.

De vuelta al coche, pillé el mismo y me dirigí hasta Lebeña para localizar el sendero desde el extremo opuesto y con la intención de hacerlo algún día.

Regresé entonces al hotel para ducharme y descansar.


Esta noche no saldría a cenar por ahí ya que había comprado algo de salchichón envasado al vacío y algunos pastelillos de esos que dicen que no conviene comer, así que me quedé en la habitación “cenando sano”.

Al día siguiente no tenía ni idea de lo que haría, pero lo importante es que el cuarto día había pasado mejor de lo previsto a pesar de la niebla reinante en toda la zona, así que ahora tocaba descansar…


1 comentario: