Día: 03-10-2015.
Lugar: Bezanes (Parque
natural de Redes).
Desnivel: 1.400
(incluidos algunos descensos que hay que recuperar en el trayecto por la
pista).
Distancia total: 26,69
km (Ascenso 14,13 Km y Descenso 12,56 km).
Duración total: 07h10.
(Ascenso 4h10 y Descenso 3h).
Comentario:
Tenía muchas ganas de
volver a la montaña después de algo más de dos meses ausente de ella y pensando
a donde podría ir y que me viniera bien para rodar algo (aunque fuera caminando),
se me ocurrió volver a la guapa y verde Vega de Brañagallones con la nota
negativa de que iba a tener que transitar por una pista de 11 km aprox pero que
suponía que me iba a venir muy bien para que las piernas fueran cogiendo fuerza
para la Maratón del próximo año que tengo pensado correr.
Así que a las 08h me
levanté y sobre las 08h45 ya estaba saliendo con el coche en dirección al
pueblo de Bezanes (Concejo de Caso) en un día que se presentaba totalmente
soleado y muy estable en la mayor parte del día.
En Rioseco paré a tomar
mi habitual cafetín mañanero con bayles y como nota negativa en el trayecto de
ida con el coche y que nunca me había pasado de forma tan alarmante como en
esta mañana fueron las dificultades que tuve por momentos para poder conducir
por culpa del sol (se nota ya que está bajo) ya que deslumbraba bastantes
tramos de la carretera hasta Bezanes.
Finalmente llegaría al
pueblo (4 grados de temperatura) y a las 10h 10 ya empezaría a caminar por las
calles de Bezanes sacando alguna que otra foto en este inicio de la ruta de
algunas de las construcciones del mismo.
Pero antes de empezar
con las fotos, señalar que este pueblo está situado a algo más de 650 m de
altitud, situándose dicho pueblo al pie del Pico de la Oración, llamado así
porque desde allí se ve el cementerio y los habitantes del pueblo cuando iban a
sus quehaceres hacían un alto para rezar a sus muertos.
Su situación, en la
confluencia de los ríos Nalón y Monasterio hace que su vega sea muy fértil.
Pues empecé a caminar y
la primera foto estaba ya al caer, el bar en el que pararía al finalizar la
ruta del día.
La iglesia del pueblo.
Alguna casa.
La ruta comenzaba a
través de un primer tramo hormigonado por la pista que me iba a llevar directo
hacia la vega y tramo en el que había alguna que otra curva de herradura y
también buenas vistas del pueblo que poco a poco iba quedando a mis pies.
Tras casi una hora de
subida (me había entretenido bastante por el pueblo), por tramos de fuerte
subida iba a llegar al Mirador del Texu la Oración, mirador situado a 975 m de
altitud y al que me desvié unos metros para sacar algunas fotos, como por ejplo
ésta que sigue.
Peña Brenosa (1.354 m)
en el centro, tapizada por una tupida arboleda con el valle del Río Monasterio
(izda) y el valle del Río Vallines (drcha).
Tras estar unos minutos
en el mirador, abandoné el mirador para continuar con la marcha, así que antes
de alejarme del mismo, era inevitable sacar foto mirando hacia atrás, del
enclave panorámico (buena pendiente de la pista hormigonada como se puede ver
en la imagen y con pendiente media del 13% en sus primeros 4 km).
Antes de que la montaña
y su vegetación me taparan las vistas hacia el Este, aproveché para sacar una
foto con dos picos muy conocidos a lo lejos, El Tiatordos (1.951 m, drcha.) y
el Pico La Senda (1.712 m, izda).
Seguí con mi marcha, observando todo el valle del Río Monasterio con el pico objetivo de la
excursión, el Canto del Oso (1.800 m, pto rojo).
La larga pista me iba
dirigiendo a los pies de los murallones rocosos del Canto del Oso por tramos
llanos en ocasiones muy cómodos para caminar, alternando también tramos
descendentes que se dejaban notar en las piernas, aunque en general la pista
iba avanzando con una trayectoria ascendente y suave en general.
¡Ya queda menos para
estar bajo los pies del pico!.
La ruta me iba llevando
por un tramo cubierto por la arboleda aunque en ocasiones esta desaparecía para
dejarme ver terreno despejado con alguna cabaña en alguna finca como la de la
foto en la Pradera de la Cardosa.
Cuanto más era mi avance, más alta tenía que
elevar la mirada para poder contemplar la zona cumbrera.
A mi derecha el bosque
se abría dejándome ver más arboleda cubriendo las laderas.
Me encontraría en la
ida con algunas cosas que expondré mejor en la segunda parte del post, así que sigo
con la ruta y todo directo sin parar fui ganando metros hasta encontrarme con
el famoso paso del Túnel del Crestón, situado bajo un arco calizo.
Tras pasar por dicho
túnel y dar una curva cerrada ya iba aparecer a lo lejos ante mí, la Vega de
Brañagallones (centro izda), una alfombra verde entre tanta arboleda.
Y en sentido Oeste,
algunas cumbres de la zona de S. Isidro como el Pico Cascayón (1.951 m, drcha.)
y la Peña del Viento (2.000 m, centro) entre otras y delante de ellas una loma
totalmente cubierta por árboles y vegetación.
Tras pasar el túnel y
avanzar unos centenares de metros me ocurrió una anécdota agradable ya que me
encontré con un antiguo compañero del colegio (Rafael) que bajaba en land-rover
de la vega y con el cual estuve hablando unos minutos.
Minutos después
llegaría a la Vega de Brañagallones tras 2h 30 de mi marcha del coche, marcando
el gps del móvil algo más de 11 km desde mi salida del mismo.
Primeros metros por la
vega y con vistas a alguna de las cabañas de la misma, pero en estos momentos
pasaría de pararme a sacar fotos y decidí continuar con la ruta que había
pensado en casa, así que continué de frente por la vega a coger el sendero que
me fuera llevando a la zona del Canto del Oso.
Aproximándome a pillar
el sendero.
Ya en el inicio del
sendero y echando un vistazo hacia atrás a la pradería.
Hacia delante iba a
tener que pasar por especie de minúsculo valle para salvar toda la verde espesura que
me iba a encontrar enfrente y a los lados.
Los metros en el
sendero se iban dejando superar con facilidad ya que éste no tenía más complicaciones
que el ir subiendo poco a poco.
Ganando altura y
dejando ya atrás, Brañagallones.
Y por vegetación no
será en Asturias.
Vista desde otra
perspectiva de la zona de la Peña del Viento (2.000 m) y del Cascayón (1.951
m).
Aunque el sendero era
muy claro, en ocasiones parecía tener varias bifurcaciones.
En una especie de
cruce, tuve dudas sobre que itinerario a seguir ya que uno (el más claro) se
internaba de forma directa en la espesura de la vegetación y el otro se desviaba,
ladeando en cierta manera a través de abundante felechal y matorral, así que en
esos momentos optaría por irme por el que se veía más claro en sus inicios.
Pero al poco de tomar
el más claro, resulta que este parecía ir perdiéndose poco a poco entre el
ramaje, así que decidí dar la vuelta y tomar el que iba entre los arbustos ya
que la ladera del pico que yo pensaba que era el del día, estaba bastante cerca
del cruce de itinerarios.
Próximo a la ladera del
que pensaba que era el Canto del Oso y muy cerca ya de salir a terreno abierto
de pradería.
Por fin llegaba a
terreno muy fácil de caminar, así que ya era cuestión de ir aproximándome a la
parte final del pico.
Alguna señal que daba
lugar a equivocación, apareció ante mí.
Pero antes de continuar
con el ascenso, indicar en una foto sacada hace 19 años, el itinerario de
ascenso (rojo) y en descenso (azul) que hice en este día.
El pico ya lo había
subido hace 19 años en una ruta realizada con el grupo de montaña con el que
salía, el Ibice de Oviedo, pero aunque recordaba bastante bien el tipo de
terreno que había realizado aquel día, algunas dudas aparecieron sobre cuál
sería en si el pico en cuestión.
Me incliné a que el
pico debía quedar a mi drcha, en el sentido de la marcha, así que decidí ir a
una especie de collada que separaba este destino de otro pico que también
parecía ser bastante alto (luego descubriría que me había equivocado abajo y
que hubiera tenido que elegir este segundo destino como destino final).
Llegué entonces a la
collada que separaba ambos picos y en la que pude ver la subida al Puerto de
Tarna con los Picos de Europa al fondo.
A mi izda, al Oeste,
observe que había gente por debajo de este segundo pico que parecía tener más
altura que el que me había marcado como destino, así que entonces lo que hice
fue variar el rumbo y ponerme como destino el que veía hacia mi izda.
Cresterio hasta el
Canto del Oso.
El tipo terreno desde
aquí hasta la cumbre se iba a volver un poco de engorroso de caminar, pero
yendo tranquilo no tuve ningún tipo de problema para acercarme a la misma.
Según iba avanzando y
mirando hacia mi izda y hacia abajo pude ir observando parte del itinerario (rojo)
que escogería “involuntariamente” para ir elevándome poco a poco hacia la
cumbre.
A falta de unos 30
metros para hacer cima.
Alcancé el original
buzón de cumbres del Canto del Oso (1.800 m) en 4h 10 y tras haber caminado,
con rodeo incluido, unos 14,13 km desde el aparcamiento de Bezanes.
No estuve mucho tiempo
en la cumbre, ya que normalmente no me gusta mucho permanecer largo tiempo en
las cumbres a no ser que éstas sean fruto de una corta caminata, pero me di
tiempo suficiente para sacar algunas fotos como las que siguen.
El Tiatordos (1.951 m,
izda), el Maciédome (1.899 m, centro), los Picos de Europa por detrás del
Maciédome y la subida al Puerto de Tarna con el pueblo del mismo nombre, a la
drcha.
Hacia el Oeste, la zona
de S. Isidro con el Pico Torres (2.104 m) asomando a lo lejos.
Con algo de zoom, la
foto anterior con el Cascayón (1.949 m, drcha.), el Torres (2.104 m, centro) y
la Peña del Viento (2.000 m, izda).
Digamos que hacia el
Este, el cresterio que realicé hace ya dos décadas con el grupo de montaña.
El original buzón de
cumbres.
Peña Ten (2.141 m,
drcha.),Pico Pileñes (2.012 m, izd) y el pueblo de Tarna (centro inferior).
Y una de las montañas
más guapas de Asturias, sobre todo si se observa desde el concejo de Ponga, el
Tiatordos (1.951 m).
Ahora ya me tocaba
descender, así que lo peor de la ruta ya parecía haber pasado, así que a…
¡Descender vamos…!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario