1º DÍA. OVIEDO –
BADAJOZ
Día: 06-09-2014.
Comentario:
Llegaba el segundo
período vacacional de este año y con el mismo el viaje objetivo del año, en
este caso con objetivo principal a la zona del Algarve en Portugal ya que esta zona me atraía básicamente
por dos razones.
La primera era por la
climatología de dicha zona ya que ante un verano muy negado en este aspecto en
Asturias, se suponía que por aquellas latitudes era el sol el que iba a reinar
durante la semana que se pudiera estar.
La segunda era por el
tema paisajístico en dicha zona, con una costa “especial” con muchísimas playas
y salientes rocosos a lo largo de la misma.
Así que con estas
motivaciones, el Sábado 06 de Septiembre y tras levantarnos a las 05h45,
pusimos rumbo en torno a las 06h30 la mujer y el menda rumbo a Badajoz, primer
objetivo del viaje ya que teníamos la intención de hacer noche en dicha capital
ante la kilometrada que teníamos por delante hasta Portugal.
A la hora de haber
salido de casa, tocaba parada habitual en “El Ezequiel” para desayunar algo y
tras dicho parón puse rumbo a la primera visita que tenía prevista en el día
antes de llegar a Badajoz (destino de esta primera jornada), “El Monasterio de
Santa María de Moreruela”, situado en las cercanías del pueblo de Granja de
Moreruela en Zamora.
Desayunando en “El
Ezequiel”.
Enlace con algo de
información del Monasterio de Santa María de Moreruela.
Llegamos al lugar donde
estaba ubicado las ruinas de este monasterio unos diez minutos antes del
horario de apertura, así que tuvimos que esperar unos minutos a que viniera el
guía de la instalación, espera que se agradeció para estirar un poco las piernas
y para tomar un poco el sol que a esas horas estaba ya iluminando el lugar.
Resumiendo un poco lo
que fue este lugar, decir que este monasterio fue un monasterio perteneciente a
la orden cisterciense, considerándose este monasterio de los primeros edificados
en la península ibérica.
Su construcción data de
inicios del siglo XII y los edificios que componían el monasterio fueron
sufriendo diversas reformas a lo largo de los tiempos.
Pasando a la visita en
sí, iniciamos la misma con una breve exposición a cargo del guía, de la
historia del monasterio y tras dejarle “la voluntad” (unos 3 euros) ya que en
teoría la visita a dichas ruinas era gratuita, iniciamos el paseo “libre” por
todo el complejo de ruinas que conformaban este lugar.
Pero antes de salir al
aire libre, a través de esta maqueta, pudimos hacernos una idea bastante
aproximada de lo que había sido este lugar cuando todos los edificios estaban
en perfectas condiciones.
Plano detallado del
monasterio.
La primera visita a
este lugar fue entrar por la que había sido la gran iglesia del monasterio y
que dadas las dimensiones de lo que todavía se conservan uno se podía hacer una
idea de lo que había sido dicha iglesia cuando estaba en perfectas condiciones.
Entrando en la zona de
la iglesia.
La iglesia se inició en
el año 1162, todavía en estilo románico aunque con elementos de transición
hacia el gótico y sus dimensiones eran de unos 63 metros de largo por 26 metros
de ancho.
Imágenes de la cabecera
de la iglesia.
La visita siguió por
las diferentes dependencias de lo que había sido el monasterio, llegando a una
dependencia que recibía el nombre de “Sala Capitular”.
Dicha sala era el
espacio de mayor importancia en la vida conventual tras la iglesia, siendo este
espacio donde se reunían los monjes a capítulo al menos una vez al día y donde
se exponían cuestiones relevantes acerca de la administración de la comunidad.
Imágenes de dicha sala.
Tras pasar por más
salas, la visita continuó por la parte exterior del monasterio, ofreciendo
entonces otras perspectivas diferentes de las ruinas de Sta María de Moreruela
y viendo también las diferentes dependencias o lo que quedaban de ellas en los
lugares donde se alojaban los monjes según la categoría que tenían.
Buena primera visita,
ésta que hice, para iniciar las vacaciones de este año y la cual se puede decir
que la descubrí un poco por casualidad para hacer algo de tiempo antes de
llegar a la capital pacense.
Tras visitar estas
ruinas durante 1 hora, la visita se daba por concluida para poner rumbo a
Badajoz, pero antes de parar ya en la ciudad de pernocta de la primera jornada,
me iba a pasar 8 km al lado de Portugal, concrétamente a la localidad vecina de
Elvas para visitar esta ciudad declarada como Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco en el 2012, llegando en torno a las 15h 10 a dicha población.
Elvas está situada en
la región del Alentejo en Portugal y es considerada como una de las ciudades
mejor fortificadas de Europa ya que cuenta con la mayor colección de
fortificaciones baluarte del mundo.
Tras entrar por la
puerta de Olivenca y aparcar sin problemas problemas y encima gratis dentro del
recinto amurallado de la ciudad (los sábados no cobran por aparcar en Elvas),
nos fuimos adentrando por las calles hasta dar con la plaza principal de la
ciudad, llamada Plaza de la República, siendo esta plaza el centro neurálgico
de la ciudad.
Fotos de dicha plaza.
Tras una primera visita
a la Oficina de Turismo, donde me dio la impresión que nos atendieron sin
muchas ganas, salimos a callejear un poco por la ciudad.
La primera visita fue
entonces a la iglesia que preside la plaza principal, llamada de “Nossa Senhora
da Assuncao”, antigua catedral de Elvas, iglesia que data de 1517 y que tiene
elementos de arquitectura manuelina, barroca y rococó.
La iglesia en cuestión,
en la cual se estaba celebrando una boda en el momento en el que entramos a
visitarla.
El callejeo prosiguió y
como todo lugar en el que hay castillo, el menda no pudo evitar la tentación de
visitarlo, pero antes de llegar a la fortaleza tuve que pasa por el Arco del Dr.
Santa Clara, construido en el s. XIX y que para ello se aprovecharon los restos de
la muralla árabe.
Un par de fotos, antes
y después de cruzarlo.
Llegué finalmente al
castillo, al cual entré simplemente para echar
un vistazo al patio de armas ya que era de libre acceso.
Vista desde el
exterior, del castillo.
El paseo por las calles
seguía, llegando entonces a una especie de torre conocida como “La Torre
Fernandina”.
Aquí subimos para
observar las panorámicas que ofrecía dicha torre y cuando nos asomamos a la
parte superior resulta que a la mujer le dio por cerrar la puerta y al intentar
abrirla de nuevo nos era imposible tanto para ella como para el menda, así que
menos mal que al par de minutos subieron una pareja de turistas a rescatarnos
ya que si no hubiera sido así creo que hubiéramos dormido esa noche a la
intemperie como guardianes de Elvas.
Buenas vistas de la
población desde dicha torre y tras bajar de ella, se dio por concluida la
visita a las calles de la población para visitar entonces la zona próxima al
acueducto.
La visita entonces sí
que se dio por concluida, renunciando a visitar la fortaleza de Santa Luzia ya
que ya teníamos ganas de llegar al hotel para descansar algo con el objetivo de
cenar algo, así que el menda puso rumbo a Badajoz hacia el hotel en el que
teníamos previsto pernoctar.
En cuanto a la visita a
Elvas, la verdad tengo que decir que me decepcionó un poco para lo que esperaba
de ella.
Seguramente haya sido debido a que no teníamos mucho tiempo para recorrer con tranquilidad las calles y poder ver así los diferentes monumentos, pero sí que es cierto que más o menos una idea aproximada de lo que es esta ciudad sí que me hice.
Seguramente haya sido debido a que no teníamos mucho tiempo para recorrer con tranquilidad las calles y poder ver así los diferentes monumentos, pero sí que es cierto que más o menos una idea aproximada de lo que es esta ciudad sí que me hice.
Pues vuelta a España y
tras un cuarto de hora aproximado, se llegó al Hotel Lisboa, separado del casco
histórico de Badajoz por el rio Guadiana.
Enlace y foto del Hotel
Lisboa.
Tras descansar mas o
menos una hora, empezamos a caminar hacia lo que es el verdadera núcleo urbano
de Badajoz, viendo a lo lejos el “Puente de Palmas” que habría que cruzar con
la zona del casco histórico al fondo.
Este puente fue
construido en 1460 y su estilo es Herreriano, siendo su longitud de unos 585
metros con 30 arcos y en su tiempo fue llamado el “Puente Bobo” ya que no se
cobraba derecho de pontazgo por atravesarlo, como era habitual en otros puentes
de la época.
Por último decir que
fue destruido parcialmente por riadas del Guadiana numerosas veces y vuelto a
reconstruir.
Tras cruzar el puente
dimos de frente con la “Puerta de Palmas”, una de las entradas principales a la
ciudad en otros tiempos.
Encontré muy animada la
ciudad de Badajoz ya que este día se celebraban lo que ellos llaman “la noche
blanca”, noche en la cual los principales monumentos de la ciudad se encuentran
iluminado, dejándolos visitar con la consiguiente fiesta a lo largo de las
calles y que da un buen colorido a la ciudad.
La caminata por la
ciudad se alargo alguna que otra hora (con parada incluida para compra de
tiritas en una farmacia), dando al final con la zona de la plaza del
Ayuntamiento y pegado a éste, la Catedral de San Juan Bautista.
Ambiente en la plaza
principal de Badajoz (aunque la foto no muestra realmente toda la cantidad de
gente que había en dicha plaza en esos momentos).
Tras tomar algo, venía
la cuestión de la noche, ¿Dónde se cenaba…?, así que buscando por el
Tripadvisor se localizó un restaurante al que le daban buenas críticas y encima
estaba el número 1 en dicha lista, así que a por el mismo fuimos.
Preguntamos si tenían
sitio y el chaval, muy enrollado por cierto, nos dio la contestación
afirmativa, así que a sentarse tocaba ya que no habíamos parado a comer ese día
y el hambre ya se dejaba sentir.
El nombre del local era
“Casco Viejo”, un lugar de espacio reducido pero de ambiente que se hacía
agradable y que resultó al final con una muy buena relación calidad precio.
Para cenar pedimos
salmorejo, queso de cabra con tres tipos de mermeladas, unas croquetas de
bacalao y de carrilleras y para mi pedí una de carrilleras con patatas que
decir que estaban exquisitas, es decir poco.
La cena resultó al
final muy buena y al traernos la factura, resulta que el chaval no nos quería
cobrar el salmorejo por ser turistas, así que lo que costaba el salmorejo, 3
euros, se lo dejamos de propina, resultando la factura final con el vino por 37
Euros.
Después de esta pequeña
fartura, tocaba integrarse con los habitantes de Badajoz en esta noche que
celebraban, así que tranquilamente nos fuimos entre la marea de gente por las
calles de la ciudad hacia la zona de la Alcazaba, pero viendo antes algunos de
los espectáculos que había por la zona, así como alguno de los graffitis en
alguna de las paredes del casco antiguo.
Muchísimo ambiente como
digo y el cual me sorprendió ya que siempre había oído que Badajoz era una
ciudad medio muerta y en la que no había nada que ver y esta noche pude
descubrir que para nada es cierto la imagen que se tiene normalmente de la
capital pacense (una pena que me hubiera tenido que ir al día siguiente ya que
me hubiera gustado estar un día para ver la ciudad en su parte monumental…).
Esta cortísima visita
fue la sorpresa para este menda más significativa de este viaje ya que Badajoz me
resultó al final todo lo contrario de lo que había leído y oído a veces a la
gente que la había visitado.
Dejamos a la gente por
las calles y metidos en los monumentos ya que al día siguiente todavía quedaba
un largo viaje hasta el Algarve, así que fuimos caminando al hotel llegando a este entorno a la 01 de la madrugada.
En cuanto al hotel se
puede decir que cumplía justamente el requisito para pernoctar una noche en el
mismo, no para mucho más que digamos.
En resumen, buen primer día en el
que las ganas y las fuerzas estaban todavía intactas, realizando al final un
total de 697 Km en este día inicial de las vacaciones.
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