4º Día. Lagos – Cabo
San Vicente.
Día: 09-09-2014.
Comentario:
Tras pasar mala noche
el menda, nos levantamos en torno a las 09h, parando a comprar algo para la
hora de la comida y de paso nos acercamos hasta la Oficina de Turismo de Lagos.
Como no estaba en muy
buenas condiciones físicas, decidí pasar de realizar una ruta larga con el
coche y decidí que el itinerario de este día sería por la parte de la costa que
iba de Lagos hasta la zona del Cabo San Vicente y así poder descansar algo
(dado como me había levantado) tirado en alguna de las playas de dicha parte
del litoral.
En cuanto a mi estado
sentía bastante debilidad y solo podía ser debido a dos cosas, la primera a que
me había deshidratado sin darme cuenta o la segunda que en la cena del día
anterior y después de tomar el colacao caliente con las magdalenas tomé una
agua fría y eso me debió producir un corte de digestión ya que por la noche
tuve que visitar el baño para devolver algo de la comida.
Compré bastante bebida
isotónica para pasar el día y durante todo el día estuve bebiendo continuamente
a pequeños sorbos y parece que eso me ayudó ya que a medida que avanzó el día
fui mejorando poco a poco.
La primera playa que
visitamos y pegada a Lagos fue la Playa Doña Ana, playa muy frecuentada por los
turistas en Lagos y la verdad que muy vistosa.
Primer vistazo de la
playa nada mas aparcar el coche.
Decidimos pasar de esta
playa en este día y continuar con el coche en dirección a un pequeño cabo donde
se encontraba el Faro da Ponta da Piedade.
Aparcamos al lado del
faro y dimos una pequeña vuelta entre los numerosos visitantes que se
aglomeraban para ver las extraordinarias vistas que nos estaba ofreciendo esta
parte de la costa.
Tres imágenes de esta
parte del litoral.
Foto del faro nombrado
anteriormente.
Continuamos con el
coche por la costa, llegando entonces a la Praia do Porto de Mós, gran playa
con buenas infraestructuras a nivel de chiringuitos.
Dejé a la señora que
tomara el sol alguna hora y mientras tanto yo me fui con mi cámara y mi botella
de bebida isotónica a dar una vuelta para obtener otras vistas diferentes de
las que me ofrecía la zona a pie de playa.
Un par de imágenes de
la playa al poco de empezar a elevarme sobre la misma.
En la parte alta de
esta ruta había que tener cuidado a la hora de asomarse para sacar fotos de la
playa como se puede ver en las dos fotos siguientes.
Pasada hora y media ya
estaba de vuelta para recoger a la mujer y seguir con el itinerario previsto
para este día, así que puse rumbo a una de las playas que está consideradas
como de las más bonitas del mundo, la Praia do Beliche.
Dicha playa, ya muy
próxima al Cabo S. Vicente, es una playa resguardada de los vientos y está
situada en una amplia ensenada definida por la punta de Sagres y el Cabo de San
Vicente.
Para alcanzar su arenal
tuvimos que descender una amplia escalinata de piedra que en su parte final no
permitía ni un tropezón dado el desnivel que salvaba con bajar unos pocos escalones.
En la misma playa han
montado un chiringuito que aunque yo no visité, tenía muy buena pinta como se
podrá ver en alguna foto.
Vista de la playa.
Bajando hacia la playa
y hacia el chiringuito.
El chiringuito en
cuestión que parecía que en cualquier momento se iba a venir abajo.
Estaríamos un par de
horas en la playa y en la misma comimos lo que habíamos comprado al iniciar el
día (para hacernos bocata con queso y mortadela).
Abandonamos la playa y
antes de marcharme de su entorno, me fui un cuarto de hora para sacar algunas
fotos de la misma desde otro lugar.
Foto de esta playa
(estuvimos en el arenal de la parte derecha).
Foto con zoom de dicha
playa.
Abandonamos entonces
esta zona de la playa de Beliche y me dio por ir a conocer la Fortaleza de Sagres,
situada a pocos kilómetros del Cabo de San Vicente.
Dicha fortaleza fue
mandada construir por el Infante D. Henrique el Navegante, después de que su
hermano el rey D. Pedro le donara todos los territorios y villas adyacentes a
S. Vicente y a Sagres.
La misma ha sufrido
numerosas reconstrucciones y transformaciones y en su interior hay una iglesia
edificada en 1570 y que vino a sustituir a la origingal construida en 1459 por
el infante D. Henrique.
Acceso principal de la
fortaleza visto desde el interior de la misma.
Iglesia dentro del
recinto.
Por dentro de la
explanada que alberga la fortaleza había un paseo hormigonado de por lo menos 1
km que iba ofreciendo extraordinarias vistas de toda la costa.
Tras la visita a la
fortaleza, puse rumbo con el coche hasta el mismo Cabo San Vicente para visitar
el faro situado en dicho cabo.
Dicho faro está
construido dentro de la Fortaleza de San Vicente, la cual es del siglo XVI.
El faro moderno fue
mandado erigir por la reina María II de Portugal, entrando en funcionamiento en
1846 con un alcance de 6 millas náuticas, siendo en 1908 cuando el faro
alcanzaría unas 33 millas, alcance que se mantiene en la actualidad.
Tras pasar por este
cabo, pusimos rumbo a conocer otra de las playas que nos había quedado
pendientes de esta zona, la Praia do Tonel, situada muy cerca de la fortaleza
de Sagres.
Foto de la playa y en
la que se puede ver en la misma, la fortaleza encaramada en los acantilados.
Después de esta última
visita ya pusimos rumbo al apartamento ya que aunque yo había mejorado de mi
debilidad, no tenía mucha gracia para salir a cenar por Lagos, así que cenamos “en
casa” algo que paramos a comprar en la vuelta.
En total, hoy día de
descanso al volante, habían caído otros 102 Km.
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